El nuevo ciclo político
Editorial ·
Si algún efecto colateral ha generado el blanqueamiento de EH Bildu dentro de la alianza sanchista, es que ahora los socialistas lo tienen más difícil para abominar de los acuerdos que alcance el PP con VoxLA VERDAD
Lunes, 29 de mayo 2023, 03:03
El triunfo del PP y el retroceso del PSOE en las elecciones locales y autonómicas apuntan a un cambio de ciclo político, modificando sustancialmente la ... posición relativa de Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. A partir de ahora el líder socialista deberá arrastrar conscientemente el desgaste que acompaña al ejercicio del poder, cuando lo había convertido en su estrategia central mostrándose en disposición de impulsar medida tras medida. Mientras que el presidente del PP sale del 28-M pudiendo dar verosimilitud a sus anuncios y promesas en tanto que su partido ha pasado a gobernar en un buen número de ayuntamientos y comunidades autónomas, reduciendo drásticamente la influencia territorial del socialismo. El incremento del voto al PP no se corresponde únicamente con la desaparición institucional de Ciudadanos. Obedece también a la captación de voto socialista cuando, por otra parte, Vox consiguió ayer asentarse en ayuntamientos y parlamentos autonómicos. En las municipales de hace cuatro años, el PSOE obtuvo millón y medio de votos más que el PP. Ayer, este lograba 800.000 votos más que el partido de Sánchez. El cambio de ciclo en Andalucía inaugurado con la mayoría absoluta de Juanma Moreno hace un año se vio completado ayer con la alcaldía de todas las capitales de provincia, excepto Jaén. El vuelco en la Comunidad Valenciana y en Valencia ciudad atestigua por su parte que los populares han recuperado un terreno que los episodios de corrupción habían dejado a merced de las distintas izquierdas. Aragón, Baleares y Extremadura completaron el vuelco. Mientras el incremento de la hegemonía del PP en la Comunidad de Madrid y en Madrid capital serviría también para visibilizar la dificultad que para las izquierdas entraña reflexionar sobre las causas del revés de ayer sin ahondar todavía más en las heridas infligidas mutuamente entre los socios del sanchismo. La victoria de Xavier Trías en Barcelona sería en parte consecuencia de ello. La irrupción de los candidatos de EH Bildu condenados por terrorismo y la controversia generada ha contribuido a que la izquierda abertzale mejore su representación local y territorial en País Vasco y en Navarra. Pero si algún efecto colateral ha generado su cuestionado blanqueamiento dentro de la mayoría que sostiene al Gobierno de Sánchez es que ahora resulta más difícil para los socialistas abominar de los acuerdos que alcance el PP con Vox.
El escrutinio de ayer lanza hoy la campaña para las generales de diciembre. Lo hace antes de que se conformen aquellos gobiernos autonómicos o municipales cuya composición dejaron abierta las urnas. Pero los dos principales partidos y aquellos que se muestran alineados en sus respectivos bloques deben hacer un esfuerzo especial para que el funcionamiento de las administraciones territoriales y locales no se vea atenazado por la pugna entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. Del mismo modo que estos han de mantener a salvo cuantas políticas requiera España para culminar un año clave a la hora de apuntalar la recuperación gracias a los fondos europeos. Sánchez deberá asumir dentro de un mes la presidencia de turno de la UE. Una responsabilidad que en otras circunstancias le hubiera brindado una plataforma inigualable para afrontar la campaña de las generales. Pero que tras el 28-M puede comprometer su desempeño al frente de la UE, en tanto que las cancillerías de los otros veintiséis se inquieten porque Sánchez tenga la vista puesta en su complicada reelección mucho más de lo que puede permitirse el momento que atraviesa Europa.
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