Una espada de Damocles permanente
Detrás de un nombre tan particular como dermatosis nodular contagiosa, nos encontramos con un problema parecido a la odiada viruela humana
Anda todo el sector bovino muy revuelto y expectante en los últimos dos meses, debido a un problema sanitario de los de gran calado que, ... si bien, afortunadamente, aún no ha llegado a nuestro territorio, lo tenemos muy cerquita, tanto como en el país vecino, al otro lado de los Pirineos. Se trata de una enfermedad a la que muchos de nuestros mayores –nosotros ya no lo vivimos– podrían 'encontrarle un parecido' e incluso, por qué no, atreverse con un diagnóstico, aunque no fueran veterinarios, médicos o enfermeros, ni tuvieran ningún conocimiento sanitario. Porque detrás de un nombre tan particular como dermatosis nodular contagiosa –que así se llama la mencionada infección–, nos encontramos con un problema muy parecido a la tan odiada viruela humana que, hace unas pocas décadas, gracias a las vacunas y al sacrificio de mucha gente, fuimos capaces de eliminar de la faz de la Tierra. El efecto que ocasiona en las vacas y terneros este poxvirus es tan similar que a los animales se les llena el cuerpo de nódulos y lesiones, como sucedía con el virus humano, y muchos acaban muriendo en fases posteriores.
Pues bien, a finales de junio, primero nuestros colegas italianos (concretamente en la isla de Cerdeña), y pocos días después, nuestros vecinos franceses, declararon la presencia de la enfermedad en parte de su territorio. Una enfermedad que nunca habían tenido. Una nueva enfermedad 'emergente', que así se llaman las patologías que aparecen en demarcaciones geográficas donde nunca estuvieron. ¿Les suena de algo? ¿Es posible que en los últimos años hayamos vivido episodios similares? Les suena la covid, la viruela del mono, el virus de Crimea-Congo, la enfermedad del Nilo, la viruela ovina, la enfermedad hemorrágica epizoótica... si siguiera, prácticamente darían para cubrir buena parte del temario de enfermedades infecciosas que imparto todos los años a mis estudiantes universitarios.
En este caso, el problema de esta enfermedad no es solo el efecto clínico que ocasiona, sino que, lógicamente, tener esta infección limita enormemente las posibilidades de comercio (de tus animales y sus productos), por lo que, acertadamente, la política de la Unión Europea obliga a los países afectados a establecer campañas de erradicación con las que se eliminan todos los colectivos afectados. Esta medida, junto a la vacunación de emergencia, trata de contener la expansión del virus para poder eliminarlo, pero no es fácil. Se trata de una infección muy contagiosa y, lo que es aún peor, transmitida por vectores –mosquitos y moscas entre ellos–, lo que siempre complica las medidas de control y obliga a establecer zonas de trabajo de muchos kilómetros en zonas de muy densa concentración ganadera.
La Región no queda al margen del riesgo. El tránsito de animales entre Francia y España no se ha interrumpido
Y como si se tratara de 'Enemigo a las puertas', una de las películas más costosas de la historia del cine europeo, nuestros ganaderos y empresas temen enormemente el gravísimo impacto sanitario y económico que ocasionaría esta enfermedad de presentarse en nuestro país. Nuestra Región, puntera en el cebo de terneros en amplias zonas de Lorca o Totana, entre otras, no queda precisamente al margen de dicho riesgo. El tránsito de animales entre Francia y España no se ha interrumpido –salvo con la región afectada, obviamente–, lo que hace que, por las complejidades de la epidemiología de la transmisión de la infección que antes hemos explicado, nos obligue siempre a ser precavidos y tener siempre la mosca detrás de la oreja, por lo que pueda pasar.
Ojalá en unos meses esto quede como un mal sueño más y los países vecinos recuperen el estatus de libre de esta compleja enfermedad. Y podamos así, al menos por un tiempo, respirar aliviados. Pero será eso, solo un parón, un lapsus. Hace unos días, los medios de comunicación del norte de España recogían la noticia de la presencia de un nuevo virus –el virus de Chikunguña– en el sur de Francia, cerca de la zona fronteriza con Irún. Previsiblemente, será 'otra más' que se incorpore a nuestro día a día, como tantas otras. Desafortunadamente, el tema este de los virus, las bacterias y las enfermedades que causan es algo 'dinámico', 'vivo', en permanente cambio. Y dentro de esos cambios, las condiciones actuales en las que vivimos, con una facilidad de tránsito y movimiento de todo tipo de personas, animales y cosas, unidas al cambio climático que ayuda a la supervivencia de estos no hace sino facilitar que, desafortunadamente, una espada de Damocles esté siempre rondando por encima de nuestras cabezas. Ante ello, solo queda vigilancia, prevención y una lógica que a veces se echa en falta a la hora de abordar la lucha frente a este tipo de problemas.
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