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Blanca en la isla

Solo el amor nos salvará. Solo la cercanía a los nuestros permitirá que seamos lo que siempre hemos sido

Viernes, 26 de agosto 2022, 23:56

En el recuerdo Tito se baña en la orilla y Joaquín pasea playa arriba. Blanca lee en su tumbona gruesas novelas y ensayos de Picasso ... en inglés. Hugo hace castillos y Martina gatea. He caído atrapado en la nostalgia y el cielo en las imágenes siempre es de un azul irreal, los amarillos de los bikinis muy vibrantes y la arena de la playa más oscura. Conduzco hacia Murcia de madrugada mientras las emisoras se suceden automáticamente pero no escucho nada. Habito lejos del coche y del amanecer rojizo que se alza prometiendo seguir su esplendoroso guion circular, en el que la vida transita su curso naciendo en oriente, madurando en la cúspide y muriendo en occidente. Es la forma en que entendían los egipcios un mundo entre dos puntos cardinales contradiciendo a una realidad que viajaba de sur a norte, siguiendo el curso del Nilo que propiciaba su existencia. La idea del flujo de la vida cristaliza inexorable en la cita de Heráclito que ahora puebla las redes sociales en forma de memes: «Ningún hombre puede cruzar el mismo río dos veces, porque ni el hombre ni el agua serán los mismos». Todo va muy deprisa en el río y en el hombre, tanto que no da a este tiempo a celebrar el haber sorteado el obstáculo fluvial ni a disfrutar de la aventura, solo le da para colgar su selfi con el agua hasta el cuello en Instagram, el río de fotos que no es sino el paso del tiempo congelado en vanidad y melancolía, esas dos hermanas que te visitan de la mano a veces pero en ocasiones una busca a la otra.

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