Te lo explico a golpes por si no lo entiendes
Cinco años han tenido que pasar para que unos magistrados, o magistradas, o de lo uno y de lo otro formando parte del mismo tribunal, ... se hayan quedado descansando. Han puesto un huevo, ahora a relajarse. Ignoro si estas señorías de la Audiencia de Barcelona vieron, en su día, el vídeo viral que mostraba una escena que provocaba tanta rabia como estupor, que te indignaba: por la violencia verbal, irracional, irritante, que estaba sufriendo un joven al que, además de insultarle, vejarle, humillarle, se le estaba amenazando con hincharle a hostias. Por sus cojones, los del acosador, que no disimulaba ni su odio, ni su opinión sobre cualquier otra opción sexual que no fuera la suya, supuestamente heterosexual.
Un joven gay vestido como le daba la gana, exactamente igual que hace todo el mundo, se topó con un sujeto –me apetecería mucho hacerlo, pero no voy a caer en el insulto– en un MacDonald's. Corría el día de la celebración del Orgullo de 2019, y quedó claro que el sujeto no había participado en el desfile, si bien, lamentablemente, tampoco se quedó en su casa viendo, una detrás de otra, películas de Johnny Weissmüller. No le gustó cómo iba vestido el joven gay, no le pareció a él su vestimenta la más adecuada para comerse una hamburguesa, sobre todo pudiendo haberse vestido, por ejemplo, de Chewbacca, y la verdad es que el sujeto no estuvo muy amable con él. Escuchar sus insultos homófobos resulta repugnante, oírle gritar «¡te voy a hacer heterosexual a hostias!» no parece exactamente una declaración de amor fraternal, y ver su cara de odio, asistir al modo en que desprecia con tanta inútil furia a un semejante, resulta desolador.
Y nada de todo ello vino a cuento, la violencia se dasató sin más. El joven no tenía más intención que la de entrar y salir del McDonald's y, a continuación, continuar con su vida sin verse, ojalá, caído en las redes de la homofobia, la sinrazón, el disparate. Pero no pudo ser, porque el sujeto estaba allí, una desgracia como otra cualquiera, y sin que su víctima lo importunase lo más mínimo, cero, se lanzó a vejarlo públicamente. Ante las personas allí presentes que, por cierto, siguieron deglutiendo como si tal cosa su Triple Cheeseburger –que viene de perlas cuando estás haciendo dieta–, se decantó por la hostilidad y la chulería exigiéndole al joven que se tapase porque, en su opinión, daba «vergüenza ajena y hay niños». O sea, que por lo visto, ¿quién lo diría?, le preocupa la educación de los niños.
Un momento llegó en el que le advirtió, muy preocupado evidentemente por su bienestar, tanto físico como mental: «Mejor que lleves un guardaespaldas, porque ahora cuando salgas, te voy a dar tal hostia que la mariconería 'te se' quita». En fin, incluso lo empujó, porque ya se sabe que las palabras se las lleva el viento y que un buen toque de fuerza bruta ayuda a colocar las cosas en su sitio.
Pero, esto es lo que hay, no han considerado sus señorías de la Audiencia de Barcelona que lo que se produjo en el MacDonald's fuese un delito de odio, ni de incitación al odio. No, sus señorías ven, porque tampoco vayamos a pensar ahora que sus señorías no son profesionales bien cualificados para tal menester, que el sujeto utilizó expresiones «reprobables», y que estaba... ¡enfadado con la forma de vestir como le daba la gana del joven! Pero lo del odio y la incitación al odio no lo han terminado ellos de detectar, como que no lo aprecian, como que a lo mejor le faltó algo más de convicción al sujeto, quizá una mayor demostración de hombría, tal vez no andarse con tanta monserga y haberle partido la cara sin miramientos al joven. Así es que mantienen que no queda clara su homofobia –¿eh?– y han absuelto al sujeto.
Infortunio
Sujeto del que convendría saber, visto que lo que pasó en la hamburguesaría se queda en la hamburguesería sin tener más consecuencias, y en previsión de padecer el infortunio de toparse con él, cómo considera que deben ir vestidos adecuadamente, para que no le molesten en absoluto y, por tanto, no haya riesgo de que se despierte la bestia que lo habita, los rojos, los fachas, los moros, los sintecho, los toxicómanos, los pijos, las celebrities, los ateos, los meapilas, los pacifistas, los legionarios, los 'youtubers', los 'indepes', los de Vox, de Podemos, del PSOE, del PP, los terraplanistas y los monárquicos, los antivacunas, los rocieros, los cazadores de tordos, los de Tomelloso, los ecologistas, las feministas, los antitaurinos, Ana Rosa Quintana, los que no votan, quienes hacen el Camino de Santiago, los cirujanos plásticos, los cruceristas, las monjas excomulgadas de Belorado...
Sus señorías, que han puesto un huevo.
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