Cuestión de genitales

No es una opinión mía sino de la escritora Silvia Soler en una entrevista para 'El Nacional', por el lanzamiento de su nueva novela, 'Estimada Gris'.

Y se ha liado.

Muchas escritoras han salido a decir que no todos los hombres son así. Muchos escritores han salido a defenderse, ellos no son así.

Hace un par de años escuché a un escritor que alardeaba de que cuando se metía en su despacho para escribir, la familia sabía que no podían molestarle bajo ningún concepto. Tenía hijos pequeños. Y una mujer que los cuidaba.

Otro escritor joven me comentó que, recién parida su mujer, sintió que necesitaba tranquilidad para acabar su novela, y se mudó a la casa de veraneo. Mientras ella daba el pecho y cambiaba pañales, ayudada por su propia madre, él se levantaba tarde, escribía un rato, veía series en alguna plataforma y se acostaba a las tantas. Terminó su novela.

Históricamente también encontramos casos terribles. Como el de Juan Ramón Jiménez y Zenobia Camprubí. Ella se encargaba de todas las tareas que impidieran que su marido se dedicara en cuerpo y alma a la literatura, renunciando a su propia vida personal y profesional.

Si estas historias estuvieran protagonizadas por mujeres, nos resultarían muy chocantes.

Yo recorro festivales y ferias del libro, y lo habitual es que haya muchos hombres, sin importar edad y condición, mientras que las mujeres participantes tengan un perfil concreto: mujeres sin hijos o mujeres con hijos mayores. Yo soy una de las excepciones, que siempre las hay.

Hace unos meses, el Ministerio de Igualdad publicó una 'app' de reparto de tareas domésticas. El escritor Juan del Val, para sorpresa de nadie, la criticó. Según él, basta una simple libreta para solucionar el tema. No es necesaria una 'app' para decir quién realiza una tarea, «somos completamente imbéciles», apuntillaba. Los escritores, como es su caso, solemos andar sobrados de libretas. ¿Entonces?

Según los datos del registro del ISBN, en España un 62% de los libros son escritos por hombres, un 37,8%, por mujeres y un 0,2%, según la base de datos, «no clasificados».

¿Cuál es el mejor predictor para determinar si una persona va a poder dedicarse a la escritura? ¿Escribir bien, crear buenas tramas? No, el mejor predictor es tener genitales masculinos. Y cuanto más gordos, mejor.