Los albergues de la Vía Verde del Noroeste cogen impulso

LA INVERSIÓN 4

millones de euros ha invertido el Consorcio de las Vías Verdes de la Región de Murcia en la restauración y adecuación de las antiguas estaciones de tren para reconvertirlas en la Red de Albergues de la Vía Verde del Noroeste 'Alverdes'. Una red de alojamientos rurales que está integrada por los albergues de Albudeite, Alguazas, Bullas, Campos del Río, Caravaca (La Estación y Fuentes del Marqués y el Hotel El Llano), Cehegín, Mula-La Luz y Las Torres de Cotillas.

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) acaba de editar el libro de 'Buenas prácticas en turismo rural', en el que ha seleccionado 7 experiencias por su carácter innovador dentro del sector y otras 26 experiencias destacadas. Entre las iniciativas seleccionadas en primer lugar, figura la Red de Albergues de la Vía Verde del Noroeste de la Región, proyecto al que también acompañan la Red Ceres Ecotur; los Caminos de Arte y Naturaleza, en la Sierra de Francia (Salamanca); el Centro Holístico 'Águilas de Fuente Empredrada'; Turebe, Agrupación Empresarial Innovadora de Ecoturismo Responsable en la Biosfera; Geoparque de Villuercas Ibores Jara; y Senderos Bajo el Mar (Alicante).

Desde el Ministerio consideran que la red, ya en marcha al 100%, ha servido para promover atractivos para el visitante, como lugares de interés e importancia histórica; incrementar la preocupación por la protección del medio ambiente; y contribuir al desarrollo turístico de áreas rurales. «Es un modelo de negocio sostenible porque obtiene beneficios económicos mientras es respetuoso con el medio ambiente y el entorno rural en el que se encuentran», afirma el libro. Y desde el Ministerio añaden que se trata de «ejemplos de buenas prácticas destacables por su innovación, reinventando nuevas fórmulas para hacer el turismo rural más atractivo al visitante».

Además, esta selección valora especialmente que el modelo de negocio de la red murciana, con un impacto mínimo en la naturaleza, puede aplicarse en los más de 2.000 km. de infraestructuras ferroviarias en desuso que tiene España, permitiendo recuperarlas y conservarlas en buen estado.