Un vertedero junto al último reducto de alcornoques
Plantados en la primera mitad del siglo XX, el último alcornocal de la Región sobrevive en un territorio demasiado árido para sus habituales necesidades. Un milagro de la naturaleza que conserva, frente a todo pronóstico razonable, el 98% de los ejemplares de esta especie considerada en peligro de extinción en la Región de Murcia.
:: FOTO: GUILLERMO CARRIÓN / TEXTO: PEPA GARCÍA
Viernes, 17 de junio 2016, 10:05
LA POBLACIÓN 600
son los pies de alcornoques ('Quercus suber') que estima la Dirección General de Medio Ambiente que quedan en la Región de Murcia. De ellos, el 98% crecen en la Ribera de Molina, junto a la rambla del Talón.
Plantados en la primera mitad del siglo XX, el último alcornocal de la Región sobrevive en un territorio demasiado árido para sus habituales necesidades. Un milagro de la naturaleza que conserva, frente a todo pronóstico razonable, el 98% de los ejemplares de esta especie considerada en peligro de extinción en la Región de Murcia. Sobre las laderas secas y pedregosas de la Ribera de Molina y junto a la rambla del Talón, aguantan este prolongado estiaje, una circunstancia que ha hecho merecedor a este paraje, conocido por los lugareños como 'Los Alcornocales', de ser propuesto Microrreserva Botánica. Además, este área de la Ribera de Molina es Parque Municipal y se localiza en el territorio más seco conocido de la especie, por lo que destaca su gran interés científico y la necesidad de su conservación.
Pese a sus innegables valores ambientales y su importancia científica, parte de la ciudadanía muestra un absoluto desprecio por este espacio, pues han convertido el cauce de la rambla, casi en su intersección con la carretera MU-560, en un infame vertedero. ¿Tanto trabajo cuesta depositar los desechos en lugares habilitados para ello?