Alberto Roca Esteban: «En la Región tenemos cuevas impresionantes»

–Profesionalmente tendrá que estar acostumbrado a subir a la altura de los árboles para la poda, pero en cuanto pilla un hueco , lo que le gusta es hundirse en las profundidades de la tierra. ¿Trata de compensar una cosa a la otra?

–Mi trabajo me gusta mucho, a pesar de ser duro físicamente y estar directamente afectado por la climatología, pero todos nos pasamos gran parte de nuestra vida trabajando para poder comer y pagar los gastos que tenemos, y eso nos deja muy poco tiempo libre. El tiempo libre que tengo lo dedico a la espeleología, que es donde compenso el tiempo perdido con las obligaciones.

–¿Qué busca en las cavernas?

–El tiempo se detiene cuando entro en una caverna, y todo lo que hay fuera deja de importar. Es como entrar en un mundo nuevo, y tu mente está concentrada al cien por cien, sintiendo y disfrutando del momento tanto de compartir la actividad con los compañeros como de disfrutar de las maravillas de la naturaleza.

–El de las cuevas también es un medio natural que en ocasiones olvidamos. ¿Qué riquezas medioambientales esconde el mundo subterráneo?

–Te sorprendería ver lo bonito que es el subsuelo murciano. Hay formaciones mágicas que escapan al sentido común. La paciencia con la que el agua crea estas maravillas. Las cavernas son como máquinas del tiempo, donde conservar la historia de la arqueología, restos de huesos humanos y animales, vasijas de varias civilizaciones, animales y bacterias que sobreviven en condiciones muy difíciles. Además, las cavernas son la casa de los murciélagos, unos seres muy necesarios para mantener el ecosistema.

–Usted advierte de que el subterráneo es un mundo muy frágil. ¿Qué amenazas le acechan?

–Creo que la falta de concienciación es lo más grave. Se destruyen cuevas o se usan de vertedero. Hay personas que entran a cavidades de fácil acceso, y sin conocimientos de espeleología, que arrancan en un segundo las formaciones que han tardado miles de años en crecer, para llevarse un recuerdo a casa. Las formaciones son bonitas dentro de las cuevas. Fuera pierden su belleza y su sentido. Si se siguen expoliando las cavernas, las generaciones que vienen no podrán disfrutar de la belleza del mundo subterráneo. No creo que lo hagan por maldad, sino por falta de concienciación. Creo que es importante trabajar esto sobre todo con la juventud, que es el futuro.

–Usted está particularmente volcado en la fotografía subterránea. Imagino que sobre todo se basa en un buen manejo de la luz artificial, ¿no? ¿Qué peculiaridades tiene esta disciplina?

–La fotografía subterránea es bastante más complicada al no contar con luz natural. Por eso la luz artificial es necesaria. Complicaciones como las dificultades del terreno y la humedad hacen que sea mucho más atractiva. En una ocasión, por ejemplo, quise fotografiar un rincón con un minilago con formaciones dentro, y para tomar la imagen tuve que meterme cabeza abajo y apoyarme de lado en un charco. Como puedes imaginar no es una postura muy cómoda, pero la foto salió bien. Lo más importante es poder plasmar en una imagen lo que estás viendo y quieres transmitir a los demás, para que de ese modo puedan valorar y respetar este nuevo mundo que tenemos bajo nuestros pies.

–Todos tenemos una buena idea de la riqueza natural de la Región de Murcia, pero no tanta de la que guardan sus cavernas. ¿En qué nivel nos encontramos en esta vertiente?

–El subsuelo murciano es uno de los más ricos que hay por su gran variedad de formaciones. Las cuevas murcianas son muy variadas y bonitas. Es algo que sorprende mucho a los espeleólogos que nos visitan de todas partes de España y Europa. Hay algunos casos de formaciones únicas, lo que junto a la climatología hace de Murcia un paraíso subterráneo. De ahí la frase 'Murcia que bonita eres' que utilizo en mis publicaciones.

–¿Qué cuevas citaría entre las mejores de la Región?

–La lista puede ser muy larga. Tenemos cuevas realmente impresionantes repartidas por toda la Región, y en zonas de una gran belleza. Los espeleólogos no solo disfrutamos de las cavidades, también disfrutamos los paisajes que nos llevan a ellas, de sus pueblos y de su gastronomía. Sin duda alguna, en esta lista estaría la Sima del Pulpo en Cieza, que es una cavidad muy completa y exigente en la que el calor y las grietas nos hacen sudar la gota gorda, pero nunca decepciona. Es una mezcla entre bonita y deportiva. La Sima de la Higuera, en Pliego, también es una cavidad fantástica, capaz de transportarte a otros mundos. Es un festival de formaciones y sensaciones.

–¿Qué es lo más destacable que ha encontrado en una caverna?

–Sin duda, las personas. Las cavernas sacan lo mejor de cada uno, aunque en una cueva puedes encontrar de todo. Desde un lince de las cavernas, de la época de los dinosaurios, hasta barriles llenos de cerveza y palets de vino, como me pasó en Francia, o ver en una cueva de Murcia un pseudoescorpión, que es del tamaño de una hormiga pequeña y es algo muy poco común. En fin, las cavernas son una caja de sorpresas.