Ángeles Portillo: «Quizá deberíamos enfocar el discurso hacia salvarnos nosotros mismos»
La diseñadora gráfica y activista medioambiental señala que «debemos contrarrestar el bombardeo mediático de políticos, fundaciones y empresas»
G. S. FORTE
MURCIA.
Miércoles, 25 de noviembre 2020, 21:04
A Ángeles Portillo (Granada, 1961) se le reveló la conciencia medioambiental leyendo una revista de Greenpeace de una compañera de piso cuando trabajaba en Madrid. ... En ese momento, 1991, «tomé conciencia de la necesidad de apoyar económicamente a las asociaciones ecologistas y participar de forma altruista» en la defensa del planeta. Unos años después tomó la alternativa colándose en la feria de arte Arco para protestar contra el proyecto del escultor Chillida en la montaña canaria de Tindaya. «Así me convertí en activista», relata. Tiempo después, Portillo ha llegado a coordinar los primeros grupos de voluntariado de Greenpeace en Murcia, durante diez años, y a trabajar para la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE), entre otras actividades. Profesionalmente desarrolla su trabajo en Churba & Portillo, la empresa de comunicación que fundó en 2001.
–¿Qué estamos comunicando mal para que no haya calado del todo la necesidad de tomarse en serio el medio ambiente?
–En mi opinión comunicamos mejor unas cosas que otras. Creo que hay mensajes importantes que no llegan a calar porque no identificamos previamente a la audiencia. Es necesario adaptar el lenguaje de cuestiones como el cambio climático o la biodiversidad a la audiencia a la que te diriges. No es lo mismo dirigirse a científicos que a políticos, empresarios, niños o ciudadanos poco interesados. En general, conviene aplicar la regla de mi socio, Jorge Churba: «Cuéntalo de forma que te entienda un niño de diez años». Para muchas personas es difícil comprender un fenómeno complejo como el cambio climático o la erosión si la relación causa-efecto no es inmediata. En esto nos parecemos a los perros. Quizá no deberíamos enfocar el discurso en salvar el planeta sino en salvarnos nosotros mismos. En un caso como el del Mar Menor, como ocurre con tantos otros, debemos ser hábiles para lograr contrarrestar el bombardeo mediático de políticos, fundaciones y empresas sin escrúpulos que hablan de «agricultura de precisión» para referirse a una agricultura que nos está arruinando. Los medios de comunicación tenéis una responsabilidad especial.
«Protegiendo la biodiversidad luchamos contra las pandemias»
–¿En qué consiste su labor de compromiso medioambiental?
–Procuro colaborar en lo que me sea posible. Igual ayudo a limpiar playas, repoblar con flora autóctona o contar murciélagos o aves orilladas que trabajo en la promoción de alguna campaña creando material gráfico o web, difundiendo en redes sociales o dando charlas sobre reciclaje o el uso responsable de internet en sectores profesionales.
–¿Qué ha cambiado desde que comenzó en esto en 1991?
–La gente ha cambiado y mucho. Hay mucha más gente concienciada, ha aumentado el respeto a los ecologistas. Hace 30 años mucha gente despreciaba a los ecologistas. La mayoría no era consciente de la importancia de parar una central nuclear o preservar un espacio natural de la especulación inmobiliaria. Las ONG ecologistas y conservacionistas se han ganado un merecido respeto gracias a todas las personas que están detrás y se dejan la piel en ellas. Es increíble conocer tantas personas que trabajan de lunes a domingo sin descanso, siempre disponibles para la naturaleza como bien común. En este tiempo se han logrado muchas cosas: se han cerrado muchas centrales y cementerios nucleares, se han prohibido muchas sustancias tóxicas, se han prohibido los juguetes tóxicos, se han prohibido los vertidos de residuos radiactivos e industriales en todo el mundo, se han creado muchos parques naturales, se ha regulado la venta de pescado y el tráfico de animales exóticos, y mucho más. Son logros importantísimos para nuestra vida y nuestra salud. En la Región de Murcia se han parado barbaridades como los proyectos de Puerto Mayor o la Zerrichera, se ha salvado Calblanque y Cabo Tiñoso, se están recuperando zonas de bosque, de río, de dunas y especies amenazadas, se han desmantelado plataformas de apoyo a pesca ilegal, se ha anulado la urbanización de Marina de Cope... Pero aún queda mucho camino por recorrer.
–¿Qué nos falta comprender?
–Que nos afecta a todos, a nuestro nivel de vida, a nuestra salud, a nuestra economía, a nuestro futuro, y muy especialmente a las generaciones venideras. Es muy importante comprender que protegiendo la biodiversidad luchamos contra las pandemias, por ejemplo. Protegiendo al zorro nos protegemos de la horrorosa enfermedad de Lyme que transmiten la garrapatas, y renaturalizando el Campo de Cartagena podemos protegernos de las inundaciones, por ejemplo. Es necesario comprender que la naturaleza realiza trabajos de suma importancia de forma muy eficaz y gratuita y que facilitan y mejoran nuestras vidas. La naturaleza es un sistema complejo, si modificas algo no sabes qué consecuencias puede tener.
«Hace 30 años mucha gente despreciaba a los ecologistas»
–¿Qué hace en su vida doméstica en favor del planeta?
–Reutilizo y reciclo prácticamente todo lo reutilizable y reciclable. En los últimos años he reducido muchísimo el uso del plástico: prescindiendo del agua embotellada, rechazando envases innecesarios y usando bolsas de la compra reutilizables. Además de toda esta basura, he reducido también mucho el gasto energético y me he pasado a la energía solar. Antes de la pandemia utilizaba mucho más el transporte público. Siempre que puedo compro productos fabricados de forma responsable. No soy una persona consumista, así que tampoco me supone un gran esfuerzo, más bien es un hábito que repercute tanto en mi trabajo como en mi vida personal.
–¿Qué bien natural regional cree que debería conocerse más?
–Muchos, pero hoy pienso en el Monte Arabí, quizá por el enorme problema que está sufriendo el Altiplano con las granjas de cerdos. Creo que los murcianos deberíamos volcarnos mucho más en conocer y defender nuestros espacios naturales.
–¿Y cuál es su espacio natural preferido de la Región?
–Me gustan todos los que conozco, aunque siento debilidad por la belleza paisajística de Calblanque. Qué pena que primen los intereses industriales de la zona y no haya podido ser declarado Reserva de la Biosfera.
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