Miguel Pallarés Martínez: «La exitosa trayectoria de nuestra especie va al desastre si no cambiamos»
«Siempre me ha motivado más comprender los procesos naturales que los avances tecnológicos actuales», confiesa el profesor, arqueólogo y presidente de Patrimonio Santomera
G. S. FORTE
MURCIA.
Martes, 19 de mayo 2020, 21:36
El medio ambiente que nos rodea ha condicionado directamente nuestra trayectoria. En esta idea está volcado el profesor de Historia y Geografía en Secundaria Miguel ... Pallarés (Santomera, 1984), tanto en su actividad de arqueólogo, como en sus clases y, particularmente, al frente de la Asociación Patrimonio Santomera, que encabeza, y desde la que defiende iniciativas como la defensa de la Sierra de Orihuela de la línea de alta tensión Santomera-Beniel.
–¿Qué interesa a un arqueólogo del medio ambiente?
–La arqueología estudia los restos antiguos asociados al ser humano, y nuestras actividades a lo largo del tiempo no pueden desvincularse del medio ambiente, formamos parte de él. Para el arqueólogo es imprescindible tener en cuenta el medio que rodeaba a la cultura que se estudia. De hecho, las ciencias que auxilian a la arqueología nos acercan cada día más a la flora, la fauna, la geología... de la que vivían nuestros antepasados.
«Esta pandemia es un paréntesis y luego seguiremos con la misma agresividad con el medio»
–¿Qué condiciona más, el medio ambiente a las sociedades humanas o las sociedades humanas al medio ambiente?
–El ser humano causa su efecto sobre el medio, pero pienso que es el medio el que nos condiciona. Una cultura, por ejemplo, desarrolla unos hábitos en función de su entorno. Si no dispones de una materia prima, o no la empleas o haces por conseguirla. Podemos provocar un proceso de desertización, pero ese desierto se convertirá en nuestro medio y siempre acabará condicionando nuestras actividades.
–El uso que ha hecho el ser humano del medio ambiente a lo largo de los siglos, ¿es una historia de éxito o la crónica de un desastre?
–Sin duda que la trayectoria de nuestra especie ha sido un logro en cuanto a la transformación y aprovechamiento de recursos naturales, pero también está abocado al desastre si no cambiamos. Quizá nosotros no lo vivamos, pero sí nuestras generaciones futuras.
–¿Cuánto de protección de medio ambiente tiene una iniciativa como la de la Asociación Patrimonio Santomera?
–En nuestra asociación consideramos que esta faceta de nuestro patrimonio es fundamental. Por tanto, cualquier proyecto o iniciativa que gire en torno al medio ambiente la estimamos prioritaria. Si algo no se conoce, no puede protegerse, además del apoyo a protestas en defensa del medio, en el municipio estamos colaborando y desarrollando varios proyectos para el estudio del patrimonio natural. Dar a conocer nuestras sierras, su flora, las especies de animales que nos rodean, es uno de nuestros cometidos. Las principales vías para eso son su estudio científico, su protección legal y su divulgación entre escolares y la población en general.
–¿Qué hace en su día a día por el cuidado del planeta?
–En lo personal intento un consumo responsable, reciclar, apoyar iniciativas que defiendan el medio ambiente... Desde un punto de vista profesional, la educación es un medio elemental para establecer nuestras costumbres futuras. Tanto en las actividades de carácter científico como en las educativas intento dar gran cabida a los aspectos naturales del planeta, porque los considero claves en nuestra existencia.
–En su caso, ¿a qué se debe su especial sensibilidad sobre el estado de la naturaleza?
–Desde pequeño he estado conectado con la naturaleza. Santomera es un entorno rodeado de ella, que se caracteriza por sus sierras y su huerta. Siempre me ha motivado más comprender el funcionamiento de los procesos naturales que los avances tecnológicos actuales.
–¿Somos más conscientes ahora con el cuidado del planeta que hace unos años?
–Sin lugar a duda. Hoy día los medios de información que disponemos nos acercan más al conocimiento de las maravillas de nuestro planeta, pero creo que no es suficiente para frenar el proceso de degeneración natural. Es necesario conocer mundo, ver, vivir y sentir estos problemas para que nuestra conciencia cambie.
«Casi siempre llegamos tarde, con el problema muy avanzado; mira el Mar Menor»
–¿Cree que en el futuro nos van a interesar más los asuntos del medio ambiente?
–Seguro, el problema es que llegamos casi siempre tarde, cuando el problema está ya demasiado avanzado. Mira el Mar Menor. Soy pesimista en este sentido, creo que a nuestros dirigentes no les importa el medio ambiente, son otros intereses los que les mueven. Solo tengo que mirar enfrente de casa: la Sierra de Orihuela en la parte de Santomera es un paraje natural que posee unos valores patrimoniales de incalculable valor, tiene más de una quincena de yacimientos arqueológicos, posee endemismos de flora protegidos, especies en peligro como el águila perdicera y el murciélago patudo, ¿y cómo se ha actuado en los últimos años por parte de nuestros dirigentes? Una cantera ilegal que ha arrasado la cara norte y una línea de alta tensión que atraviesa la cara sur.
–¿Cómo cree que va a influir la actual pandemia en el cuidado del medio ambiente?
–Ha significado un parón en nuestras actividades que ha hecho descansar a la naturaleza, pero no tengo mucha fe en las personas, sobre todo en aquellas que tienen influencia y control para cambiar las cosas. Pienso que este es un pequeño paréntesis y vamos a continuar con la misma agresividad con el medio. Esto traerá problemas futuros muchos más graves para nuestra especie que el virus.
–¿Qué rincón natural de la Región de Murcia ha echado de menos durante estas semanas de confinamiento?
–Cualquier punto natural de nuestra Región tiene un atractivo especial: desde las playas de Calblanque a las umbrías del Campo de San Juan. Pero me quedo con mi entorno inmediato de Santomera. Tras los trabajos de prospección realizados con la asociación hemos descubierto rincones mágicos de nuestro municipio como el atardecer en el Cabezo Malnombre o las cuevas prehistóricas de Los Ásperos. Poder ver desde la distancia esos lugares me ha hecho darme cuenta de la importancia de sentirlos más de cerca día a día.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión