Duelo sin piedad contra las exóticas invasoras de las dunas de San Pedro

No se trata de una acción aislada, sino que forma parte de un plan de trabajos que se extenderán por el resto del rarque regional hasta el año 2022, lo que incluirá «repasos de las zonas ya tratadas, así como la corta de árboles y arbustos invasores», explican sus responsables.

ANSE lleva desde 2019 implicada en el control y la retirada de las especies exóticas invasoras que se extienden en este espacio protegido. En esta ocasión ha actuado en la zona de restauración del frente dunar de la playa de La Llana, sobre una superficie de unas dos hectáreas, y en el frente dunar existente tras el puerto deportivo de San Pedro, de otras dos hectáreas y media de extensión. Se trata de las zonas más afectadas por la expansión de especies exóticas invasoras en la zona, lo que se ha traducido en la extracción de más de 30 metros cúbicos de material vegetal, finalmente retirados por una empresa especializada.

Estas tareas de extracción se han realizado empleando medios manuales «para evitar la afección a los hábitats de interés comunitario», explica la fuente. Estos trabajos se han llevado a cabo por participantes de campos de voluntariado, por voluntarios de la Asociación Pinatar Natura y por operarios de ANSE. «Además, han participado personas en cumplimiento de penas de trabajos en beneficio de la comunidad, en virtud de un convenio con Instituciones Penitenciarias».

La uña de gato ('Carpobrotus acinaciformis') y la pitera ('Agave americana') son dos especies invasoras que fueron introducidas para fijar las dunas, que fue lo que llevó a su naturalización en Europa a finales del siglo XVII en áreas próximas al mar. Sin embargo, su expansión ha provocado graves impactos ambientales al desplazar a los hábitats de interés comunitario y al modificar las condiciones del arenal. «Como ejemplos de modificaciones del arenal se han citado la reducción de la movilidad de la arena o el incremento del contenido en materia orgánica del suelo». Por su parte, las poblaciones de piteras se han visto curiosamente afectadas por la llegada de otra especie exótica invasora, el picudo negro, un pequeño curculiónido (escarabajo) similar al picudo de las palmeras, que afecta a los ejemplares de mayor tamaño. Sin embargo, la capacidad de rebrote de los ágaves les ha permitido sobrevivir en los arenales.

El proyecto Life Salinas, bajo el que se desarrollan estos trabajos, cuenta con financiación de la Unión Europea y con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Junto a ANSE, en este proyecto participan la compañía Salinera Española (coordinadora de la iniciativa), la Dirección General del Medio Natural de la Región de Murcia, la consultora portuguesa Mãe d'água Lda, el Ayuntamiento de San Pedro del Pinatar y la Universidad de Murcia.