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El personal de Foodtopía atiende a los clientes del comedor y el 'take away' en su 'fábrica madre' del Polígono Industrial de San Ginés. GUILLERMO CARRIÓN / AGM

Tecnología alimentaria para salvar el mundo

Foodtopía extiende sus redes por la Región y se abre al mundo para combatir el cambio climático y la pobreza

Miércoles, 17 de octubre 2018, 15:14

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El reciente informe del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC) de la ONU puso en marcha hace una semana una alarma ensordecedora que alerta al mundo de que hay que actuar ya y de forma contundente para evitar la catástrofe planetaria. Además, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) ha puesto el grito en el cielo porque el mundo tira al contenedor de basura todos los años 1.300 millones de toneladas de alimentos en condiciones de ser consumidos , 7,7 millones de toneladas solo en España. En concreto, en los hogares españoles van al contenedor 1.229 millones de kilos de alimentos, de los que el 87,5% son productos sin procesar que se desecharon tal y como fueron comprados. Las cifras marean y, en el caso de nuestro país, mejoran poco a poco -supone una reducción del 5,7% con respecto a 2016-, pero no suficientemente rápido ni en consonancia con el ultimátum que los científicos del IPCC de la ONU lanzan a la población mundial. Además, como recuerda Jesús Pagán, presidente de Foodtopía 1.000 W, ponen de manifiesto la 'esquizofrenia' en la que vive inmerso este mundo. Y, por supuesto, los datos no hacen más que ponderar la trascendencia del mensaje que, día a día, desde que hace ya seis años se puso en marcha el proyecto Foodtopía lanzan en su «local, un lugar donde se toma conciencia para promover el cambio», le gusta explicar a Pagán, mientras avisa de que «no solo damos de comer platos buenos, bonitos y baratos».

Junto a otro Jesús, también ingeniero, Linares, y al innovador gastronómico Norberto Navarro, comandan esta nave que, hace ahora tres años, se mostró al mundo en el Parque Científico y Tecnológico del Campus de Espinardo y era «un Ferrari con carrocería de 600», que ahora ha ampliado su capacidad con un 'fábrica madre' en el Polígono Industrial de San Ginés, y locales de comida y 'take away' en el Barrio del Carmen, Vistalegre y está previsto que a finales de este mes abra otro en Las Torres de Cotillas. Además, están a la espera de la respuesta del Ayuntamiento de Murcia, al que han solicitado siete puestos en los mercados de abastos. «Afortunadamente, ya damos de comer a unas 1.200 personas todos los días».

  • ·Más información En Facebook @Foodtopia; en Twitter @byFoodtopia; y, en la web: http://foodtopia.eu

Su objetivo es claro: luchar contra el cambio climático y la exclusión social; cambiar un modelo que está fagocitando «la vida de nuestros hijos», explica gráficamente, y crear un «lugar de resiliencia para cuando se produzca el colapso». No habla en vano, pues «el 30% de la energía que se consume en el mundo, la mayoría fósil, se emplea en el sistema alimentario: en la producción, transformación y distribución; del campo a la mesa», repite Pagán como un mantra cada vez que puede para que se nos grabe la desproporcionada cifra. Además, añade, «el 40% de los gases de efecto invernadero de origen antropogénico provienen de la alimentación», insiste a ver si «las mentes primitivas en un mundo complejo» se dan por enteradas. Pero, por si fuera poco, «la alimentación es el principal motor de la exclusión social». Un sector de la población que, en la Región de Murcia, alcanza el 44%, según el índice Arope de riesgo de pobreza. Además de ser «un sistema injusto, insolidario, insano, insostenible, implacable con el medio ambiente, improductivo y totalmente ajeno a la gastronomía».

Ingeniería para el bienestar

No es casual que Foodtopía esté en Murcia. «Esta región tiene una tradición alimentaria de siglos gracias al sector de la conserva, por eso estamos aquí», explican los responsables de este proyecto que demuestra con cifras que, «a través de nuestra dieta se puede cambiar el mundo»: 9 de cada 10 euros que se invierten en la economía local revierten en ella, mientras que solo 2 de los gastados en la economía global se quedan en 'casa'. Como muestra, en los tres años que Foodtopía está abierto al público, la plantilla se ha quintuplicado.

Trabajadores de Foodtopía preparan las comidas que se sirven en los cuatro locales con que cuenta ya este proyecto. | Jesús Pagán, presidente de Foodtopía, muestra una bolsa con el residuo medio diario de una familia de 4 miembros. | Una trabajadora sirve una ración de lasaña vegetal para llevar. Guillermo Carrión / agm
Imagen principal - Trabajadores de Foodtopía preparan las comidas que se sirven en los cuatro locales con que cuenta ya este proyecto. | Jesús Pagán, presidente de Foodtopía, muestra una bolsa con el residuo medio diario de una familia de 4 miembros. | Una trabajadora sirve una ración de lasaña vegetal para llevar.
Imagen secundaria 1 - Trabajadores de Foodtopía preparan las comidas que se sirven en los cuatro locales con que cuenta ya este proyecto. | Jesús Pagán, presidente de Foodtopía, muestra una bolsa con el residuo medio diario de una familia de 4 miembros. | Una trabajadora sirve una ración de lasaña vegetal para llevar.
Imagen secundaria 2 - Trabajadores de Foodtopía preparan las comidas que se sirven en los cuatro locales con que cuenta ya este proyecto. | Jesús Pagán, presidente de Foodtopía, muestra una bolsa con el residuo medio diario de una familia de 4 miembros. | Una trabajadora sirve una ración de lasaña vegetal para llevar.

Para lograr el 'milagro' de decrecer para generar bienestar comunitario y desarrollo social, crearon la maquinaria que es capaz de cocinar reduciendo a un cuarto el gasto energético, hasta los 1.000 W: «Un paraíso en el infierno». Y lo hacen sirviendo platos de comida de kilómetro 0, en su mayoría ecológica, sin envases, asequible para cualquier bolsillo (desde 1 hasta 2,5€ el plato), con una reducida huella de carbono y proporcionando los nutrientes necesarios para que un individuo se mantenga sano. Una dieta que el equipo de Foodtopía cifra en 1.600 calorías: un 60% carbohidratos, 10% proteínas y 30% grasas saludables, que, «sin carne, debería complementarse con B12». Es lo que denominan el 'Proyecto Maná', una alimentación equilibrada y saludable que se puede adquirir por entre 1 y 1,5 euros «para cubrir las necesidades del día».

Sin embargo, consumimos energía «como bestias», gastamos unos 1.000 euros de media por familia de cuatro miembros, de los que solo 220 euros son alimentos, «la mayoría comida basura»; 500 euros se dedican a pagar envases, transporte, comida que se tira y valores añadidos de la producción; y 280 euros son el gasto sanitario inducido, cifran. «¿Cómo puede seguir adelante este sistema donde para comer 220 euros me tengo que gastar 1.000? Es un escándalo que no escandaliza a nadie», se responde a sí mismo Pagán. «¿Realmente el sistema político conoce la situación o es ignorante», cuestiona el silencio absoluto de sus responsables.

«Antes no se moría tanto la población de enfermedades crónicas. El gasto sanitario está dejando a la Región fuera de control -el 40% del presupuesto regional es gasto sanitario y un 80% se debe a enfermedades crónicas relacionadas con la dieta-; pero los médicos no pueden recetar ensalada, guisos de cuchara y fruta». Y explica que la dieta debe ser nuestra medicina, porque la comida hipercalórica y precocinada, junto a la obesidad, es la responsable del 50% de todos los tipos de cáncer, del 46% de las enfermedades y del 60% de las muertes, incluidas las causadas por la emisión de gases de efecto invernadero del sistema alimentario.

Así que «hay dejar de fumar antes de que corten el tabaco -que sería el corte energético-», recomienda simbólicamente a todos Jesús Pagán.

De Murcia hasta la capital europea

«Todo lo ocupa la economía del palco del Bernabéu», responde airado Jesús Pagán, cuando se le pregunta dónde ha quedado la idea inicial de instalar una fábrica por barrio y surtir a hospitales y colegios con comida sana y sostenible. Sin embargo, no se rinden y esperan abrir de aquí a Navidad 7 locales nuevos. Pero, mientras, su filosofía extiende sus redes. El Ayuntamiento de Barcelona ha invitado a Foodtopía, junto a The John D. and Catherine T. MacArthur Foundation, una de las mayores de ámbito privado de EE UU, para hablar sobre economía circular; además, han sido llamados para participar en tres proyectos fuera de Murcia, con la Fundacion Catalunya La Pedrera, para promover el Impulso Social en la Cooperativa 2147 Mans; con Cantabria EcoTierruca, premio de emprendimiento social de la Universidad de Cantabria; y con el Ayuntamiento de Cáceres.

Como remate Commons Network, una organización civil que aspira a presentarse a las elecciones europeas en 2019, les ha invitado a colaborar contando su experiencia en un libro, que publicarán como presentación de su proyecto para una Europa social y económica sostenible.

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