La economía regional intensifica su apuesta por la cultura de seguridad

La cultura preventiva forma parte del ADN de las empresas de la Región de Murcia, por su fuerte compromiso y conciencia en disponer de entornos seguros para sus equipos humanos y visitantes en general (proveedores, público). Esta especial atención se traduce en una reducción significativa e incluso drástica de accidentes de trabajo o enfermedades profesionales, porque cumpliendo las normas vigentes se consigue mejorar la gestión interna y la satisfacción de los empleados.

Con el objetivo de disminuir y evitar los accidentes derivados del trabajo, las compañías recurren a los especialistas en prevención de riesgos laborales (PRL) para que acerquen todo lo que necesitan las plantillas para su correcta actividad laboral. Para ello, indicará los medios y equipos de protección o dispositivos de seguridad necesarios para que los trabajadores desarrollen su trabajo con garantías y sin afectar tampoco a terceras personas.

La suya es una función esencial. El sector de la prevención de riesgos laborales ofrece un servicio integral a empresas, instituciones y otros organismos para reducir e incluso esfumar los accidentes de trabajo. Para alcanzar este reto, les proporcionan asesoramiento para el diseño e implantación de planes de prevención e integración, así como seguimiento y control de los programas anuales de actividades técnico-preventivas. A esto se suman los planes de formación en materia preventiva de calidad y adaptada a las necesidades del puesto de trabajo y del propio sector, e incluso comprueban el grado de cumplimiento del plan de acción e integración de la actividad preventiva.

Del mismo modo, llevan a cabo actuaciones relacionadas con la higiene industrial para identificar, evaluar y valorar los contaminantes físicos, químicos y biológicos del ambiente a los que se enfrentan los trabajadores. Con el propósito de descubrir el nivel de exposición, los expertos llevan a cabo mediciones de ruido, iluminación, temperatura, humedad, estrés térmico, vibraciones y radiaciones, entre otras, para informar a las empresas de estas situaciones y que pongan soluciones. Otras especialistas son los estudios de ergonomía, para analizar las posturas, manejo de cargas, movimientos repetitivos... y la psicosociología aplicada, para evitar problemas relacionados con el bienestar o la salud (física, psíquica o social) de los trabajadores.

Las marcas de prevención de riesgos laborales se han adaptado a los nuevos tiempos y hábitos de consumo, por lo que ofrecen a golpe de clic toda la información técnico-preventiva y vigilancia de la salud de sus clientes. A través de plataformas digitales, las empresas pueden acceder a su documentación, como facturas, contratos, certificados de aptitud y de formación de los trabajadores, planificación y memoria anual de vigilancia de la salud, etc. Igualmente, los trabajadores tienen a su disposición los informes de sus reconocimientos médicos.

Los accidentes laborales son uno de los temas que más ocupan y preocupan a las empresas, que cada vez aplican medidas de seguridad en sus actividades para reducir la tasa de siniestralidad. En 2023, fallecieron un total de 32 trabajadores en accidentes laborales en la Región de Murcia, lo que supone un descenso de más del 35% con respecto al año anterior, según datos publicados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social. Cabe recordar que 2022 fue un ejercicio negro para la siniestralidad laboral en la Comunidad Autónoma, con 55 trabajadores fallecidos durante su jornada laboral.

Del total de decesos en la Región el pasado año, 23 se registraron durante la jornada laboral y 9 'in itínere', es decir, al ir o al volver del lugar de trabajo. En concreto, 30 de los siniestros mortales fueron de asalariados y dos de trabajadores autónomos.

En España, murieron 721 trabajadores en accidente laboral en 2023, lo que supone también 105 fallecidos menos que en 2022 (-12,7%). En la mayor parte de los accidentes mortales, las principales causas fueron infartos y derrames cerebrales, accidentes de tráfico, atrapamientos y amputaciones, caídas y colisiones contra objetos en movimiento.

Por su parte, el número de accidentes con resultado de baja en la Región ascendió a 21.455 en los primeros diez meses de 2023, de los que 18.741 se produjeron durante la jornada y el resto (2.714), 'in itinere'. El 95% afectó a trabajadores por cuenta ajena.

La actividad económica que registró un mayor número de accidentes durante la jornada laboral en la Comunidad Autónoma fue la relacionada con la industria manufacturera (4.248), seguida de agricultura, ganadería, silvicultura y pesca (2.956), construcción (2.601), comercio (2.407) y administración y servicios auxiliares (1.850).

Se trata de cifras que ponen de manifiesto que la concienciación de políticas de prevención está calando en las empresas de la Región, que se ponen en manos de expertos para poder implantar planes adecuados a sus necesidades, que no solo contribuyan al bienestar de sus trabajadores, sino al buen desarrollo de la empresa.

El mercado laboral ya está notando los efectos de la Generación Z, formada por las personas nacidas entre mediados de los 90 y mediados de la década de 2010. Este colectivo no solo representa el 50% de las nuevas contrataciones, sino que se caracteriza por su particular perspectiva respecto al empleo. En este sentido, un informe de la consultora Deloitte subraya que esta generación es totalmente distinta a su predecesora, los 'millennials', ya que tiene un pensamiento único de las carreras profesionales y de cómo definir el éxito en la vida y en el trabajo.

Esta concepción se apoya en que son personas nativamente digitales, con acceso a internet desde una edad muy temprana y tienen la tecnología completamente omnipresente en su vida cotidiana. También destacan por el manejo de las redes sociales, su habilidad en la comunicación en línea y la búsqueda de información, además de por su conciencia social y ambiental, mostrando interés en temas como la sostenibilidad, la igualdad y la justicia social.

Uno de los aspectos más rompedores de la Generación Z y que, al mismo tiempo, marca distancias con el resto de generaciones tiene que ver con el salario. Aunque también lo tienen en cuenta a la hora de decantarse por un empleo u otro, no lo consideran el factor decisivo en la elección, puesto que prefieren trabajos que les permitan realizar un impacto positivo en el mundo y les brinden oportunidades para crecer y aprender.

«Si se les da la opción de aceptar un trabajo mejor pagado pero aburrido versus un trabajo que era más interesante pero no tan remunerado, la Generación Z se muestra bastante dividida en cuanto a la elección», se desprende del estudio de Deloitte. Por esta razón, y con el objetivo de retener este talento, las empresas deben mostrar su lado más comprometido con las causas que preocupan a esta parte de la población, como la sostenibilidad, el cambio climático y el hambre en el mundo.

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