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El presidente de la Generalitat, Quim Torra, pronuncia la conferencia con el título «Nuestro momento' en el Teatro Nacional de Cataluña, en Barcelona. Alejandro García (Efe)

Torra avisa de que no aceptará sentencias condenatorias en el juicio por el 'procés'

El presidente de la Generalitat evita fijar un calendario para hacer efectiva la república y propone un acuerdo bilateral con el Estado

cristian reino

Barcelona

Martes, 4 de septiembre 2018

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El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha propuesto a la ciudadanía catalana iniciar una larga marcha por los derechos civiles, sociales y nacionales, que ha comparado a la que emprendió Martin Luther King en los años sesenta, como elemento de presión para reclamar el derecho de autodeterminación y la puesta en libertad de los dirigentes secesionistas que están presos.

Torra ha pronunciado este martes una conferencia en Barcelona, en el Teatro Nacional de Cataluña, bajo el título 'Nuestro momento', en la que ha emplazado a la ciudadanía a movilizarse de forma permanente desde el próximo 11 de septiembre, hasta el juicio por el 1-O, pasando por las protestas durante los aniversarios del 1-O, del 3-O y del 27-O. Una larga marcha, que ha situado como el momento en que podría activar la vía unilateral.

Ha hablado de la «causa justa de la independencia», con la que a su juicio podría tener el reconocimiento internacional. Cataluña, a su entender, cumple los tres supuestos para poder reivindicar la independencia como causa justa a nivel internacional: es una nación; hay una mayoría que lo ha expresado en un proceso democrático; y vive en régimen de «de discriminación y vulneración de derechos».

Torra, además, ha lanzado una seria advertencia en relación al juicio a los procesados por la causa del 'procés': «Personalmente no puedo aceptar ni aceptaré ninguna sentencia que no sea la libre absolución». Llegado el caso de una sentencia dura, ha afirmado: «Me pondré a disposición del pueblo a través de sus representantes legítimos en el Parlamento». Ese puede ser el momento que busca Torra, que compara al 1-O o al 27-O. Ha dado a entender que podría convocar elecciones, aunque también podría inclinarse como una nueva declaración de independencia, si así se lo piden JxCat, ERC y la CUP.

El presidente catalán, que ha intervenido flanqueado por una bandera catalana y un gran lazo amarillo, ha afirmado que el objetivo de su mandato es hacer efectiva la república, ha avisado de que no renunciará nunca al derecho de autodeterminación, ha anunciado la puesta en marcha de un proceso constituyente y del Consejo de la República, dirigido por Carles Puigdemont, pero ha evitado fijar una hoja de ruta detallada sobre cómo piensa llegar a la independencia.

Torra no ha podido concretar nada porque no ha querido salirse de los márgenes que permite el acuerdo entre JxCat y Esquerra. El Gobierno catalán es de coalición y coexisten sensibilidades muy diferentes (JxCat, PDeCAT y ERC) cuyo mínimo común denominador es el que ha expuesto el dirigente nacionalista. El sector de Puigdemont quisiera no salirse ni un milímetro de la senda de la ruptura, mientras ERC y una parte del PDeCAT están por una vía más posibilista. Por ello, Torra ha tenido que hacer encaje de bolillos.

División soberanista

La división en el secesionismo es estratégica. Todos quieren la independencia. Pero la discrepancia es la fórmula para alcanzar la tierra prometida. La vía unilateral ya se sabe el resultado que da: proclamación simbólica, ningún reconocimiento internacional y encarcelamiento de los líderes. Sin embargo, nadie a día de hoy en el movimiento secesionista tiene el valor de reconocer que si no hay una nueva hoja de ruta para hacer efectiva la república es porque no se sabe cómo hacer cima.

Y ha pasado del «referéndum o referéndum» que esgrimió Puigdemont, al «libertad o libertad». Un aviso a Pedro Sánchez de que o negocia un referéndum pactado y hace todo lo que esté en su mano para que los dirigentes presos salgan de prisión o activará la vía unilateral y cortará de raíz todo diálogo.

Aunque el ultimátum ha sido más bien soterrado y hasta ha calificado de «interesante» la propuesta de referéndum sobre el autogobierno de Sánchez. «Reconoce la crisis provocada por la sentencia del Estatut y reconoce que la solución ha de llegar por la vía política y democrática», ha señalado. Eso sí, ha advertido al presidente del Gobierno de que el debate en la sociedad catalana no es sobre un nuevo Estatuto.

El Ejecutivo, sin embargo, ha vuelto a insistir en su oferta de diálogo «dentro de la legalidad por fortalecer aquello que une a los catalanes: su autogobierno». La ministra portavoz, Isabel Celaá, ha reclamado a Torra abrir esa conversación y le ha advertido, además, de que las sentencias de los jueces «hay que aceptarlas». El presidente de Ciudadanos, sin embargo, ha urgido a Sánchez a aplicar el 155 «antes de que sea tarde».

Interior suspende los traslados de 300 guardias civiles de Cataluña

Melchor Sáiz-Pardo | El Ministerio del Interior ha ordenado suspender hasta el próximo 16 de octubre el traslado de 300 agentes de la Guardia Civil, actualmente destinados a Cataluña, que tenían aprobado ya el cambio de destino a otras autonomías. Las instrucciones, publicadas hoy en el Boletín Oficial del cuerpo, apuntan a que se aplaza la salida de los funcionarios por «necesidades y exigencias inherentes a garantizar la seguridad pública en este trimestre del año» en esa comunidad autónoma.

Los responsables del departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska aseguraron que se trata de una decisión «habitual», habida cuenta de la carga de trabajo que se espera este otoño en Cataluña con la celebración de la Diada el próximo 11 de septiembre, entre otros eventos.

Sin embargo, a excepción del pasado año cuando Interior envió 6.000 agentes de refuerzo para intentar frenar la celebración del 1-O, el Gobierno central hasta ahora no había suspendido traslados ni vacaciones por la celebración del día nacional de Cataluña.

Los servicios de Información tanto de la Policía como de la Guardia Civil vienen advirtiendo en las últimas semanas a Interior que grupos independentistas radicales, particularmente los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR), que tiene previstas numerosas acciones entre el 11 de septiembre y el 1 de octubre, coincidiendo con el primer aniversario de la consulta ilegal.

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