La vorágine electoral eleva el temor del tejido productivo de la Región a la parálisis inversora

El presidente de la Confederación Regional de Organizaciones Empresariales (Croem), José María Albarracín, señala que es «la posibilidad que tiene el presidente del Gobierno cuando lo considera conveniente, pero es verdad que nos ha pillado por sorpresa, puesto que nadie esperaba que fuera de una forma tan inmediata, después de la debacle de su partido el 28 de mayo». Con todo, «desde la parcela empresarial, total y absoluto respecto a esa decisión».

Aunque, «si lo tenía en mente, podría haberse ahorrado tiempo y, sobre todo, muchísimo dinero en otra nueva campaña, si las hubiera convocado junto con las autonómicas y municipales. Hubiera sido lo idóneo», apunta.

Desde la Cámara de Comercio, su presidente, Miguel López Abad, más allá de valorarlo «desde la óptica del respeto por las decisiones políticas», entiende que ante «el cambio de tendencia» que muestra el 28-M, «desde el punto de vista de la coherencia, parece adecuado consultar a los españoles». A partir de ahí, «los posibles ajustes deben realizarse del modo más ágil para que la actividad económica y de la ciudadanía en general no se vea perjudicada», añade.

Porque, «lógicamente, las expectativas empresariales en muchos campos se pueden ver truncadas, porque claro que se produce una paralización de la Administración, que no es nada recomendable. Por eso ya hemos solicitado -tras los pasado comicios- a los respectivos partidos que sean respetuosos con los resultados obtenidos y que, por tanto, dejen que se conformen los gobiernos en base a los mismos», argumenta Albarracín. Pero «vamos a ver qué es lo que sucede». Mientras, insta «a trabajar para que la paralización sea la menor posible, ya que quedan muchos temas pendientes». Eso sí, «esperamos y deseamos que este bucle electoral en el que nos han metido a los ciudadanos, pues que se pase lo antes posible», añade el máximo dirigente de Croem.

Y es que, como advierte López Abad, «habrá que ver cómo se desenvuelve la política nacional y el contexto que se genere, ya que todo proceso electoral supone un momento de incertidumbre, de 'impasse' en ciertas decisiones, sobre todo en lo que se refiere a inversión». En cualquier caso, «los empresarios apoyamos la expresión democrática y, a continuación, centrarnos en los temas que determinan la vida de los ciudadanos: coste de la vida, educación, sanidad».

El secretario general de CC OO en la Región, Santiago Navarro, sostiene que «se ha precipitado todo con el resultado muy malo del PSOE, así que el presidente del Gobierno lo que quiere es someter su continuidad al respaldo de los españoles, para que se pronuncien, y salir de esta situación cuanto antes. Algo que puede sorprender, pero que tiene su lógica».

«La gente puede terminar agotada de procesos electorales, pero seguramente sea lo mejor para el país de cara a que se pueda continuar con un gobierno fuerte que tenga el respaldo de la mayoría», afirma. Incluso, posibilita que «las fuerzas progresistas se conciencien intentando buscar la unidad, ya que es la única manera de poder enfrentarse a la derecha y a la extrema derecha de este país».

También el secretario general de UGT Murcia, Antonio Jiménez, insiste en que « estamos ante una decisión legítima, que habrá sido convenientemente estudiada. Salimos de una campaña de unos resultados electorales nada satisfactorios para las fuerzas progresistas» y que «van a determinar un claro viraje a la derecha de las políticas autonómicas y municipales de los próximos cuatro años».

Jiménez reconoce que «el adelanto electoral aplaza iniciativas legislativas urgentes en las que hay que seguir trabajando, sentando las bases de la política social en el país, en materia de vivienda, pensiones, empleo, servicios públicos. Algo que es, al fin y al cabo, lo que resuelve los problemas reales». Y concluye que, «en todo caso, nuestra posición se mantiene invariable», como es «pedir que el voto que llevan a las urnas el 23 de julio no suponga poner en peligro el importante acervo de derechos sociales y laborales que hemos construido a lo largo de la legislatura, a través del diálogo social».

Para el presidente de la Asociación de la Empresa Familiar de la Región (Amefmur), José María Tortosa, «si estas elecciones se traducen en que se abre una época de estabilidad, de gestión política basada en el sentido común, de unidad, coherencia y contención del gasto, bienvenida sea. Si nos ayuda para empezar a trabajar a largo plazo y aplicar las reformas estratégicas y estructurales que se necesitan, habrá merecido la pena este tiempo de incertidumbre que es justo lo contrario que necesitamos». Aunque matiza que, si «solo sirve para crear mayor polarización y no nos deja salir de esta espiral a corto plazo que no solucionan los problemas reales de la sociedad, nos van a colocar en una situación todavía más crítica para afrontar los retos que tenemos por delante, y no estaremos en condiciones de construir el futuro».

El propio presidente de la patronal murciana puntualiza que «entramos, por no decir que seguimos, dentro de una incertidumbre sobre qué es lo que va a pasar y cómo va a llegar España siendo ya presidencia de la UE». Y es que esa circunstancia «genera también incertidumbre en los países de nuestro entorno y habrá que ver cómo se puede soslayar».

Desde el Círculo de Economía de Región de Murcia, su presidente, Joaquín Hernández, manifiesta que, «en cuanto a la oportunidad del momento, unas elecciones siempre afectan, pero hay que poner en positivo que ante la nueva situación política es mejor convocar y que vuelva a decidir el pueblo en vez de estar en un gobierno en precario». «Lo importante es que cuando se celebren, salgan unos resultados lo suficientemente claros para que se forme el gobierno de inmediato. Porque lo que queremos es que se termine la crispación y que se pongan de acuerdo en las cuestiones que son importantes para que todos los proyectos que interesan a los ciudadanos mejoren», concluye.