Valladolid marca el camino
Los resultados de las elecciones de Castilla y León de hoy influirán en cuestiones de la política regional como la fortaleza orgánica de Miras o las relaciones entre el PP y Vox
La patada al tablero de la política nacional que representaron las mociones de censura del PSOE y Cs en la Región hace casi un ... año puso de manifiesto las numerosas conexiones, a veces sutiles, que existen entre las políticas autonómicas, de manera que si mueves una carta en Murcia se puede acabar desmoronando el castillo de naipes en Madrid. O en Valladolid.
Las elecciones de hoy en Castilla y León, al igual que las de la Comunidad de Madrid del pasado año, siguen siendo una secuela de las mociones de censura murcianas, de la ruptura entre el PP y Cs que produjeron y de la estrategia que entonces pusieron en marcha los populares para tratar de adelantarse a los acontecimientos y aprovechar al máximo el declive del partido naranja. En Madrid les dio un excelente resultado; está por ver si repetirán el éxito en Valladolid.
Pase lo que pase hoy en Castilla y León, los hilos que enlazan las políticas autonómicas harán que las consecuencias también se manifiesten en la Región, por mucho que desde el PP y el PSOE se empeñen en que no será así, sobre todo si las posibles repercusiones son negativas.
Un éxito incontestable de Mañueco animaría a los populares y podría alentar al presidente murciano a convocar cuanto antes el congreso regional del partido en el que optará a la reelección
Una primera réplica que se dejará sentir en Murcia partirá de cómo el PP y Vox resuelvan su colaboración tras las elecciones. Las encuestas apuntan que los populares podrían necesitar al partido de Santiago Abascal para que Alfonso Fernández Mañueco siga en la presidencia. Desde la dirección nacional del PP rechazan una coalición con la derecha radical, pero esta sí que parece dispuesta a entrar en el Gobierno si su voto fuera determinante para investir al candidato popular.
Una situación similar podría darse en la Asamblea Regional tras las elecciones autonómicas de mayo del próximo año, de modo que la solución que se le dé a la relación PP-Vox en la capital catellanoleonesa marcará cómo afrontar el mismo problema si llegara a producirse en la Región.
En los ciclos electorales, como en el que estamos inmersos, las votaciones celebradas siempre influyen en las siguientes. El arrollador éxito de Ayuso en Madrid animó al PP a adelantar los comicios en Castilla y León, y lo que digan hoy las urnas en esta región lo tendrán en cuenta en Sevilla para decidir cuándo convocan las elecciones en Andalucía, que son las siguientes. Y a las de Andalucía seguirán las de la Comunidad Valenciana, y luego llegaremos a las municipales y autonómicas de mayo de 2023, entre ellas las de la Región de Murcia, que estarán aderezadas por todo lo ocurrido hasta ese momento. Y aún quedarán las generales de ese mismo año y las europeas de 2024.
Pendientes de Génova
El PP es el que más se juega en Castilla y León porque es el que más tiene que perder. Adelantó los comicios con las expectativas de que los ganarían con el suficiente margen para prescindir de socios y gobernar en solitario. Si lo consigue, los vientos favorables para el PP beneficiarán también a sus organizaciones territoriales, incluida la que lidera Fernando López Miras, que, alentado por el triunfo en Castilla y León y el reforzamiento político de Pablo Casado, podría decidir convocar lo antes posible el congreso regional del PP que debe reelegirlo como presidente de la organización.
Sin embargo, el escenario hipotético que motivó el adelanto electoral se ha ido difuminando a medida que avanzaba la campaña, y si al final el resultado no es todo lo favorable que se esperaba en los despachos populares el liderazgo de Pablo Casado se resentirá y con él también la confianza en el secretario general, el ciezano Teodoro García Egea, cuyos enemigos ya intentaron hacerle mella tras el fallo en la votación de la reforma laboral en el Congreso.
La solidez de la figura de García Egea en el organigrama nacional del PP es trascendental para la estabilidad del PP de la Región de Murcia, ya que constituye uno de los principales apoyos para el presidente regional, Fernando López Miras.
Similitudes regionales
En ese contexto, cualquier síntoma de debilidad que muestre García Egea, como por ejemplo un mal resultado electoral en Castilla y León, podría ser un soplo de aire en la Región para quienes quieren disputarle el liderazgo a López Miras.
El mandatario murciano aprovechó el viernes su intervención telemática en el acto de cierre de campaña de Mañueco para resaltar el vínculo político que existe entre las dos autonomías: «En la Región de Murcia hemos vivido la inestabilidad que nos ha provocado tener un Gobierno que dependía de otros partidos», indicó López Miras en el mitin. «Quisieron engañarnos el año pasado con esas mociones de censura que fueron mociones de chapuza, de falsedad y de mentiras a la gente. Y quisieron repetir la jugada ahora de nuevo en Castilla y León», agregó para justificar el adelanto electoral.
Pero hay una similitud más entre Castilla y León y la Región. En ambas autonomías el PSOE ganó las elecciones de 2019 después de más de dos décadas de mayorías absolutas del PP, y mañana los socialistas liderados por Luis Tudanca aspiran a volver a repetir el triunfo. Si lo consiguen o al menos impiden que el PP pueda gobernar en solitario, la inyección de moral alcanzará a todo el PSOE, incluido al que encabeza José Vélez en la Región.
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