Educación prohibirá el uso de los móviles en clase
La infracción puede suponer la expulsión si el alumno utiliza el teléfono para humillar a un compañero o docente, o para grabar una agresión
F. CARRERES
Lunes, 3 de marzo 2014, 13:11
El uso de los teléfonos móviles en clase por parte de los estudiantes estará prohibido expresamente y por decreto en todos los colegios e institutos de la Región. La utilización de los dispositivos durante las horas lectivas quedará regulada con un articulado propio como una falta en el nuevo decreto sobre normas de convivencia en los centros educativos que la Consejería de Educación está ultimando, y que será presentado en solo unos días.
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Las sanciones por incumplir la norma dependerán del uso que el estudiante haga del teléfono. Es decir, si el alumno simplemente consulta los mensajes recibidos en su dispositivo, por ejemplo, se tratará de una falta leve. En ese caso, el castigo pasará por entregar el teléfono al profesor, que lo custodiará hasta el final de la jornada lectiva. Sin embargo, si el estudiante utiliza su teléfono (o cualquier otro dispositivo) para grabar a un profesor o a un compañero en el centro, la falta será grave, y las sanciones pueden llegar a la expulsión temporal del centro. Cuando el móvil se utilice para grabar o difundir imágenes humillantes o agresiones, será una falta muy grave.
Los directores y profesores llevan años reclamando que se prohíba de forma expresa el uso indebido de los teléfonos móviles, preocupados por el aumento de casos de alumnos y docentes se ven sometidos a prácticas de ciberacoso y por la utilización de medios telemáticos para intimidar, coaccionar o acosar psicológicamente a miembros de la comunidad educativa. En la actualidad, el uso del teléfono móvil en clase no está regulado de forma expresa por la Consejería de Educación, pero son muchos los colegios e institutos que sí han prohibido su utilización durante las horas lectivas a través de sus reglamentos de régimen interior. Los docentes se quejan de que el teléfono móvil interfiere en la convivencia en los centros por muchas razones: distrae a los estudiantes durante las clases y, lo que más preocupa a los docentes, es el medio más utilizado para agredir o insultar a otros compañeros o a los propios profesores.
Ayer mismo, el sindicato Anpe reclamó más contundencia, y exigió a la Consejería que vaya más allá y prohíba que los estudiantes lleven su teléfono al colegio o al instituto. «Los alumnos están con el 'smartphone' debajo de la mesa enviándose mensajes constantemente y así es difícil concentrarse, por no hablar de su utilización para copiar durante los exámenes», denunció el presidente del sindicato, preocupado por el aumento de los casos de ciberacoso en los centros de la Región. La Consejería no contempla prohibir a los alumnos que lleven su dispositivo en la mochila porque entiende que «el problema no está en el teléfono, sino en el uso que se le dé. Si se agrede a un compañero, la falta está en la agresión, no en el medio que se utiliza para llevarla a cabo», defendió la directora general de Ordenación Académica, Begoña Iniesta.
El nuevo código de derechos y deberes del alumno, al que luego se ajustan los reglamentos de régimen interior de los centros, sustituirá al vigente, de 2005, que ha quedado obsoleto porque no tiene en cuenta nuevas normas, como la Ley de Autoridad Docente, ni los evidentes cambios sociales, que han irrumpido con fuerza en los centros educativos, y que se materializan en el uso generalizado de los móviles y de las redes sociales en colegios e institutos.
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