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Joaquín Peñalver; el exconcejal Berberena; el constructor Ramón Salvador Águeda y el ingeniero y representante de promotoras Renato de Noce, en el yate de Águeda, en septiembre de 2004. :: 'CASO UMBRA'
'CASO UMBRA'

Las polémicas fotos del exconcejal Berberena

Imágenes intervenidas en registros muestran al entonces edil junto a Peñalver y De Noce en el barco del promotor Ramón Salvador Águeda

RICARDO FERNÁNDEZ rfernandez@laverdad.es

Martes, 2 de julio 2013, 21:22

Vale más una imagen que mil palabras, sostiene la sabiduría popular. Esa misma sentencia la ha hecho propia estos días el fiscal anticorrupción de Murcia, Juan Pablo Lozano, quien en un informe-resumen sobre el 'caso Umbra' de presunta corrupción urbanística destaca el valor de un grupo de fotos que fueron intervenidas, durante un registro, a uno de los principales imputados: Renato de Noce.

Las 32 imágenes halladas en uno de los ordenadores de este ingeniero de origen napolitano, quien durante años actuó como representante y aparente conseguidor de grandes empresas promotoras, constituyen la prueba más visible acerca del entramado de intereses personales que presuntamente existía entre los principales gestores del urbanismo municipal -con el durante años concejal Fernando Berberena a la cabeza- y alguno de los impulsores de los más destacados proyectos urbanísticos en la ciudad.

Las fotografías en cuestión fueron tomadas entre los días 25 y 27 de septiembre de 2004 sobre la cubierta y en los salones de un lujoso yate que, en aquellos tiempos, mantenía atracado en Denia el constructor ilicitano Ramón Salvador Águeda, con importantes intereses inmobiliarios en la capital murciana. En un ambiente notoriamente festivo y lúdico, con profusión de puros habanos y botellas de champán consumidos entre partida y partida de dominó, se observan los rostros sonrientes del entonces concejal de Urbanismo de Murcia, Fernando Berberena Loperena, y el en ese tiempo jefe de Planeamiento Urbanístico del Ayuntamiento de Murcia, Joaquín Peñalver, junto a los ya mencionados De Noce y Águeda. Todos ellos acompañados por sus respectivas esposas o novias.

Estas imágenes, unidas a otras pruebas documentales intervenidas -como contratos y facturas libradas por Peñalver y su entorno al grupo empresarial de Águeda- vienen a demostrar, en palabras del fiscal anticorrupción, «cómo el planeamiento tramitado por el Ayuntamiento de Murcia ha sido un verdadero fraude en muchos de sus proyectos, puestos al servicio exclusivo de sus promotores y de personas vinculadas al Ayuntamiento de Murcia y al margen del verdadero interés general de la ciudadanía, destruyendo cualquier posible atisbo de imparcialidad en las decisiones, sobre las que en principio se presume en la actuación municipal».

Dicho de otra forma, con una pregunta que parece capciosa: «Cuando estos técnicos informaban, ¿defendían los intereses de sus amigos y clientes frente al interés general?».

Es el propio fiscal quien se contesta a sí mismo. Señala en su informe que «la cúpula de la Gerencia de Urbanismo tenía intereses personales con los representantes técnicos de algunas de las promotoras o con las propias promotoras que presentaban proyectos urbanísticos, de manera que en sus decisiones discrecionales anteponen el interés particular de sus amigos y socios mercantiles al interés general que en teoría debían defender, diseñando un 'traje normativo' confeccionado al amparo y con abuso de su cargo». E incluye expresamente como responsables de esa presuntamente desviada actuación al entonces concejal Berberena, «y en principio al alcalde Cámara, como máximo responsable de la adopción de algunas decisiones que se tachan de delictivas por no responder al interés general».

Grandes promociones

Las fotos de la fiesta en el yate de Ramón Salvador Águeda trascienden la anécdota, teniendo en cuenta que este empresario (principal propietario de las sociedades inmobiliarias Grupo RS y Residencial Mira Llevant, entre otras), impulsaba importantes proyectos urbanísticos en la ciudad de Murcia. Entre ellos destacan el convenio que Residencial Mira Llevant y otras tres mercantiles -Lo Navarro de Murcia S.A., Profusa y Actividades Inversiones Futuras- firmó con el Ayuntamiento de Murcia el 23 de febrero de 2006, lo que les permitió ver multiplicada casi por cuatro la edificabilidad de los 1,4 millones de metros cuadrados que poseían en la zona norte del municipio, en el entorno de Nueva Condomina.

A cambio de ese espectacular aumento de edificabilidad, las promotoras de comprometieron a rehabilitar y ceder al municipio el Teatro Circo. Lo que ahora ha permitido descubrir la investigación sobre el 'caso Umbra' es que el grupo empresarial de Ramón Salvador Águeda compró el Teatro Circo un 22 de abril, seis días antes de que se aprobara la normativa municipal que iba a permitir, precisamente, que las constructoras financiaran actuaciones de interés municipal a cambio de poder construir más viviendas. Un dato que apunta de manera inequívoca al uso de información privilegiada.

El 29 de mayo de 2004, coincidiendo con las fechas de la fiesta en el yate, el Ayuntamiento de Murcia informó además de que la sociedad Broncho Promociones, también propiedad de Ramón Salvador Águeda, había recibido la aprobación inicial para construir casi 700 viviendas y un campo de golf en la pedanía de Gea y Truyols.

El fiscal también resalta que este empresario ilicitano fue el primero que se benefició en la ciudad de Murcia, a través de la empresa Broncho Promociones, de una polémica figura urbanística, conocida como 'teletransporte' y que recientemente ha llevado al PSOE a interponer una denuncia en Fiscalía, que permitía la adscripción de suelos de espacios naturales a los planes parciales.

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