El último salvavidas para José Vélez

Vélez confía en que no va a ser así, que no va a llegar en esa condición a un congreso donde Pedro Sánchez quiere reforzar su liderazgo pero también con la sombra del 'caso Koldo' y el papel protagonista del que fuera su mano derecha, José Luis Ábalos. Pero esa preocupación niega que se haga extensiva a su situación, que dice que en nada se parece a la de Ábalos y lo que se ha sabido hasta ahora de sus actividades. Explica que ya cuando llegó a la Delegación del Gobierno en la Región de Murcia –cargo que desempeñó entre 2020 y 2023–, tanto en Moncloa, sede del Gobierno presidido por Pedro Sánchez, como en la sede de la dirección nacional del PSOE en la calle Ferraz, estudiaron su situación judicial y entonces descartaron que pudiera causar ningún problema. Por eso, Vélez cree que ahora tampoco va a pasar lo contrario. Nadie, a pesar de todo, ha levantado ningún teléfono de emergencia en Ferraz para hacerle llegar preocupación o inquietud por lo que pueda pasar.

Sin embargo, con el código ético del PSOE en la mano, la situación también se complicaría para Vélez en ese sentido, ya que este establece «la suspensión cautelar automática de la afiliación de las personas incursas en un proceso penal respecto a las cuales se haya dictado auto de apertura de juicio oral por un delito relacionado con la corrupción».

Este procedimiento, instruido por el titular del Juzgado de Primera Instancia número 3 de Caravaca de la Cruz, le imputa los delitos de prevaricación y malversación de caudales públicos por la contratación de la Feria Taurina del Arroz. Pero, al secretario general socialista, en mitad de la tormenta de casos de corrupción frente a los que su partido a nivel nacional promete ejemplaridad, intenta mantener la calma y se agarra, en lo judicial, a un último salvavidas, la Audiencia Provincial. Allí espera que prospere el recurso que ha presentado su abogado, Raúl Pardo Geijo, y que se dé carpetazo a la investigación judicial que puede llevarle al banquillo.

Es más, Vélez está «convencidísimo» de que va a ser lo que pase, poniendo punto final a una situación que lamenta que no es nueva para él. Recuerda que lleva así doce años y que se han ido archivando, una tras otra, todas las denuncias que se han ido presentando contra él. Acusa de ello al PP y también lamenta que pretenda «embarrar» mezclando su situación judicial con la del exministro Ábalos. «No tiene nada que ver una cosa con la otra», mantiene el calasparreño. Sin embargo, pueden pesar también algunas de las declaraciones realizadas estos días por el máximo dirigente de su partido. «No habrá impunidad», decía Pedro Sánchez en referencia al que fuera su mano derecha como secretario de Organización y ministro de Transportes, al tiempo que añadía que «el Gobierno de España, y yo en particular, tiene un compromiso con la regeneración democrática».

Tanto si se abre juicio oral como si no, tanto si esto se produce antes o después del Congreso Federal, el líder socialista asegura que «nunca se aferraría al puesto» y que hará «lo que diga el partido». Mientras tanto se siente víctima que unos ataques que pretenden «acabar con mi vida política».

El secretario general del PSRM-PSOE intenta, sin embargo, que su situación procesal no afecte a la acción de su partido. Sin ir más lejos, esta semana fue muy comentada su ausencia en la visita que el lunes realizó el secretario de Estado de Transporte y Movilidad Sostenible, José Santano, a Murcia. Además de reunirse con el alcalde José Ballesta para firmar el protocolo del tranvía, por la tarde, junto al diputado nacional Francisco Lucas y la delegada del Gobierno, Mariola Guevara, mantuvieron un encuentro con la Plataforma Pro Soterramiento en la zona de las vías. Vélez no participó en ninguno de los actos de Santano ese día y desde el PSRM-PSOE aclaran que se encontraba en Madrid en reuniones orgánicas de su partido. Por eso, sí que estuvo junto al secretario de Estado en Cartagena ya el martes, donde el representante del Ministerio asistió a la reunión de la sociedad Cartagena Alta Velocidad. Allí ambos compartieron agenda y almuerzo.

Esta semana también ha intentado trasladar al PP su voluntad de entendimiento tendiéndole la mano para negociar la aprobación de los Presupuestos de 2025 y evitar así un posible bloqueo de Vox. «¿Negociar? ¿Negociar con quién?», hubo quién se preguntó dentro del Gobierno regional sobre la situación en la que puede quedar el liderazgo del PSOE con la situación judicial de su secretario general y portavoz parlamentario en la Asamblea. Los socialistas, que en la Región han cargado contra los expresidentes del PP Ramón Luís Valcárcel, procesado por el caso de la desaladora de Escombreras, y Pedro Antonio Sánchez, condenado por el 'caso Auditorio', encuentran ahora la misma réplica de los populares: «Habla de corrupción un partido cuyo secretario general está imputado».

«No existe ni una sola prueba de que me haya llevado ni un euro porque no lo he hecho», se defiende mientras tanto Vélez, esperanzado en que la evolución de los acontecimientos judiciales dé en las próximas semanas el giro que tanto desea y que le evitaría enfrentarse –ni él ni su partido– al temido dilema sobre cuál será su futuro político.

Para la dirección nacional del PSOE, el primer objetivo es salvar el congreso de finales de noviembre y abrir el calendario territorial. Es ahí donde Pedro Sánchez espera también mover algunas fichas en aquellas federaciones donde su liderazgo ha sido más cuestionado. Si bien Lambán en Aragón o García-Page en Castilla-La Mancha parecen gozar de una posición fuerte, ya ha habido fricciones en otras comunidades como Castilla y León y Andalucía, sobre todo por la intervención de Ferraz a la hora de proponer a sus candidatos más próximos.

En la Región de Murcia, ese momento aún no se ha vivido. En primer lugar, porque el PSRM-PSOE ha sido una de las federaciones más afines a Sánchez. Pero también porque el riesgo de acometer una operación de relevo en una región cuya aportación de diputados es pequeña en proporción a otros territorios es alto frente a lo que podría entrañar: «En Ferraz no les interesa. No quieren que les surja otro García-Page en Murcia», sostienen fuentes socialistas. Por eso, la calma también se mantiene en ese frente a pesar de las demás tormentas.