Denuncian a Patrimonio el derribo del molino de Ulloa en Torre Pacheco, un monumento BIC de 1841
La Dirección General, que ya ha abierto expediente y está investigando los hechos, responderá «con la máxima firmeza que permita la legislación»
Reducido a una montaña de escombros. Así encontraron ayer el Molino del Agua o de Ulloa, ubicado entre El Jimenado y Hortichuela (Torre Pacheco), los miembros de la Asociación de Molinos de Viento, cuyo objetivo es divulgar y velar por este patrimonio diseminado por todo el Campo de Cartagena. Para dar a conocer la desgraciada pérdida patrimonial, lo hicieron público en sus redes sociales a través de Facebook.
Desde la asociación aseguran que hace cinco días fueron alertados por un vecino de que el citado molino estaba completamente derruido y ayer acudieron al lugar para comprobarlo. «El molino ya no existe y en su lugar hay una montaña de piedras», explican al mostrar la foto –imagen izquierda–.
Al constatar la noticia, la asociación cartaginense denunció ayer ante la Dirección General de Patrimonio «la presunta destrucción del molino nº 154 del Plan Director por parte de su propietario –datado en 1841–, bien por incumplimiento del artículo 8.1 a) de la Ley de Patrimonio Cultural de la Región de 2007, o bien intencionadamente como resultado de la expoliación conforme al artículo 4 de la Ley de Patrimonio Histórico Español de 1985». Así, la asociación solicita a Patrimonio que inspeccione el lugar y, tras comprobar los hechos, determine «sin son objeto de expoliación o de infracción muy grave». Igualmente, instan a la administración a «abrir un expediente sancionador como infracción muy grave en caso de que el derrumbe sea fruto de una caída por el deterioro u otra causa indirecta, al incumplir la obligación de conservarlo, o que trasladen el caso a la Fiscalía General para que tome cartas en el asunto contra lo que sería un delito, si fue demolido».
«Medidas contundentes»
Además, exigen que se tomen «medidas contundentes» para que los propietarios de los molinos sean conscientes de su obligación de conservarlos y critican que los molinos de la Región, pese a estar declarados bien de interés cultural (BIC) con categoría de monumento desde 1985 e inventariados dentro del Plan Director de Molinos de Viento de la Región, que redactaron Coral Marín, Fernando de Retes, Enrique de Andrés y Zima Desarrollos, desde 2020, «aún no cuentan con entorno de protección, ni siquiera los de propiedad municipal». Un elevado riesgo, alertan, ya que «es un patrimonio que está muy diseminado». Y exigen «inspecciones reiteradas e ir invirtiendo poco a poco en su recuperación».
La asociación cartaginense pide actuaciones para lograr que los dueños sean conscientes de su obligación de conservarlos
A este respecto, la Asociación de Molinos de Viento denuncia que los tres molinos –el del Pasico, el del Tío Facorro (restaurado hace 2 años con dinero público) y el del Tío Paco (que se reconstruyó)– propiedad del Ayuntamiento de Torre Pacheco, podían estar funcionando y abiertos a la visita para que el dinero público invertido no acabe en la basura.
El director general de Patrimonio Cultural, José Francisco Lajara, acudió ayer con su equipo y junto a los técnicos municipales al lugar para inspeccionarlo. Ante la ausencia del propietario, no pudieron acceder al interior de la finca, pero están concretando su acceso para «levantar la correspondiente acta y averiguar las causas del derrumbe», informaron desde la Dirección General. No obstante, Lajara garantizó la apertura del expediente «para responder con la máxima firmeza que permita la legislación» a este daño al patrimonio regional. «Es inadmisible cualquier acción que ponga en peligro nuestro legado patrimonial e histórico, y estas acciones deben ser perseguidas y resarcidas», añade Lajara. Y recuerda que «la responsabilidad de mantener en buen estado el BIC es del propietario, sea administración o particular». Además, avanza que en breve saldrá una convocatoria de subvenciones para ayudar a los particulares en las rehabilitaciones.