El mal tiempo y las restricciones cubren de nubarrones la campaña de rebajas

«Las perspectivas no son buenas, la verdad, pero animamos a los ciudadanos a que sigan realizando sus compras en el comercio de proximidad de su zona, que es el más seguro, y que está ofreciendo unos precios buenísimos y con gran cantidad de 'stock'», señalaba ayer Carmen Piñero, presidenta de la Federación Regional del Comercio Coremur.

No fue mala la jornada de ayer en los centros comerciales de Murcia. Las precipitaciones llevaron a muchos clientes a buscar la comodidad para sus compras en estos grandes complejos. «Obviamente, no podemos comparar la situación con la existente antes del coronavirus, pero hoy tenemos una afluencia similar a la de cualquier sábado de los últimos meses», señalaba una dependienta de una gran cadena de ropa.

Las inclemencias climatológicas vaciaron, sin embargo, las calles del centro de la capital. Los gigantes del textil sintieron menos el golpe térmico y presentaron incluso colas para pagar en sus cajas. Entre la clientela, muchas personas en busca de cambios para sus regalos navideños, ya sea por un error en la talla o por sacarle un descuento a un presente rebajado desde ayer. «Vienes a hacer una devolución y ya siempre te llevas algo más», explicaba Julia en la Gran Vía. Por contra, la situación era otra muy distinta en puntos neurálgicos del pequeño comercio, como la calle Jabonerías o Platería. En esta última arteria regenta Isabel su tienda de ropa de la franquicia Trucco. Los carteles de su escaparate hablan de descuentos de hasta el 60%, pero oficiosamente ella ha ofrecido esos mismos precios durante todas las navidades, para animar a la clientela tras un año «catastrófico» y con caídas de facturación del 75%. El 7 de enero perdió su simbolismo desde que se liberalizó el periodo de rebajas. Isabel tiene pocas esperanzas en sacarle partido a una campaña comercial que nace prácticamente «muerta». Coincide con ella Keka, de Toballe Calzados. «Yo soy autónomo, y voy a comprar estrictamente lo necesario; hay demasiada incertidumbre», confesaba un cliente suyo.

En Cartagena los carteles con descuentos comenzaron a verse desde el domingo, aunque muchos ya los tenían desde antes de la Navidad. Tiendas de ropa, calzado y complementos del centro histórico y del Ensanche de la ciudad portuaria esperan que los dos próximos meses sirvan de revulsivo a un sector muy tocado y con el temor a cierres masivos. Las rebajas oscilan entre el 30% y el 40%, aunque se pueden ver algunas que llegan ya al 60% y el 70%. Tras la tormenta, quizás no llegue la calma.