La subida de la electricidad se come las reservas de las comunidades de vecinos de Murcia
La luz y el encarecimiento de los oficios obligan a tirar de ahorros o revisar las cuotas para 2022 tras dos años sin reuniones ordinarias
Las empresas encargadas de la gestión de las comunidades de propietarios fueron las primeras en advertirlo: los incrementos en la factura eléctrica, el mantenimiento, la ... limpieza y los oficios para reparaciones y reformas iban a acabar provocando desequilibrios en los presupuestos. En el último año, los administradores de fincas hacen equilibrios para no acabar con las reservas ni disparar las cuotas a los vecinos.
La labor no está siendo fácil. La subida del precio de la electricidad en las comunidades de propietarios ha sido del 120% en los últimos 15 meses, según las estimaciones del Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas (Cgcafe). De 2020 a 2021 se encareció un 42%; y en 2022, con referencia a 2021, un 77%, tomando el promedio de los tres primeros meses de este año.
«Durante 2021 ya se vio que estaban subiendo los precios, pero lo habitual es pactar la tarifa para una anualidad completa, de forma que durante ese año se estuvieron pagando los precios fijados en 2020», explica Antonio Ruiz, responsable de comunicación del Colegio de Administradores de Fincas de Murcia (Coafmu). Así, «el incremento de la luz en 2021 no fue en las comunidades como el que se vio en los hogares, porque los precios estaban topados, pero al pasar esos doce meses nos hemos dado con la cruda realidad y nos hemos encontrado con una subida de precios brutal, en ocasiones, de hasta tres veces el precio que teníamos de antes».
La factura eléctrica creció un 120% en los últimos 15 meses, mientras el gasto en mantenimiento también se ha disparado
Para esquivar el incremento existen pocas opciones. «En casa puedes poner la lavadora programada con retardo y que se encienda a la hora más barata, poner el lavavajillas a otra hora o instalarle un programador al termo. Pero en una comunidad de propietarios, el ascensor lo usas cuando llega, la puerta de garaje se abre cuando entras con el coche y el grupo de presión arranca cuando se abre el grifo, de manera que no tienes la flexibilidad de que disponen los hogares para intentar abaratar el consumo. El gasto sucede cuando sucede y no podemos hacer nada», señala Antonio Ruiz.
Además, entre la crisis energética, el incremento de los combustibles y la escasez de materias primas, no hay partida en los presupuestos que no refleje cambios y obligue plantear a los propietarios nuevos cálculos tras dos años sin reuniones ordinarias. Las medidas sanitarias de contención de la pandemia las restringieron hasta el 31 de diciembre de 2021, lo que ha provocado una acumulación de malas noticias.
Gastando remanentes
«Hay que tener en cuenta que la crisis sanitaria ha obligado en muchos casos a prorrogar presupuestos, y nos hemos encontrado con que las cuentas que teníamos en muchas comunidades estaban desfasadas en un 20%», señala el administrador de fincas Diego César Molina. La misma cifra ofrece Almudena Escudero, que gestiona varias fincas en Murcia. «Es lo que aplicamos. Tampoco les puedes subir más a los vecinos de un año para otro», señala.
«Después de la pandemia había presupuestos que estaban desfasados en un 20%», asegura un administrador de fincas
«Ojalá fuera solo la luz, pero pasa igual con los mantenimientos. Las subidas que estamos teniendo en cualquier obra, en cualquier modificación o reforma que tenemos que acometer son muy altas. En el tema de cerrajería metálica, por ejemplo, se nota mucho. De hecho, hay presupuestos que teníamos ya más o menos previstos que, cuando se van a ejecutar, tienen una subida de hasta el 30%».
Así las cosas, el impacto en el gasto de las comunidades ha obligado a muchos administradores a echar mano de los fondos acumulados después de estudiar todas las alternativas de ahorro. «Estos meses vemos que nos estamos comiendo las reservas, que el dinero que tenían las comunidades está mermando, y estamos teniendo que proponer una actualización de las cuotas porque el gasto no es el mismo ahora que hace un año», apunta el responsable de comunicación del Coafmu, Antonio Ruiz, que también es gerente de Abside, una de las empresas de gestión de fincas que trabajan en la Región
«La mayoría de las fincas, gracias a dios, las tenemos bastante saneadas y no hemos tenido que hacer incrementos generalizados –dice Diego César Molina–. Pero en las que tenían menos ahorro se ha tenido que proponer esa subida».
Almudena Escudero también reconoce estar «tirando de reservas en muchos casos». «Lo vas agotando y al final tienes que optar por subir cuotas», afirma. Hasta el momento, la situación se salva con esos fondos, y el miedo es que la escalada se mantenga en 2022. «Mientas hay suficiente dinero lo normal es mantener las mismas mensualidades, pero eso acaba cuando se terminan los fondos».
Subidas cercanas al IPC
En las comunidades menos saneadas, Antonio Ruiz, de Abside está proponiendo «subidas cercanas al IPC, que rondan el 6% o el 7%. Aunque el cálculo ya está desfasado, porque esto va subiendo día a día», advierte.
Por ahora las derramas por los sobrecostes siguen siendo residuales. Si bien el Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas ya alerta de que si no se toman medidas, pronto se podría producir «un aumento de la morosidad en las comunidades», debido a que muchas familias lleguen a la situación de que no puedan pagar los gastos comunitarios. Lo que implicaría que el resto de los propietarios tuvieran que asumir la parte de la cuota comunitaria que no sufraguen sus vecinos.
Ante esta situación, el Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas remitió la pasada semana una carta al director general de Política Energética y Minas del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en la que solicitó una modificación en las tarifas eléctricas para las comunidades de propietarios. En concreto, pide que se les aplique la tarifa de los hogares en lugar de la tarifa actual, más cercana a las que pagan las industrias, y que resulta significativamente más cara.
Crece el interés por las placas fotovoltaicas para los edificios
En la búsqueda por reducir el peso de la factura de la luz, los administradores de fincas buscan nuevas fórmulas de eficiencia, aunque reconocen que el margen de mejora ya no es el de otros años. «El problema es que ya hemos puesto luces led y hemos ido tomando otras medidas en los últimos años. Eso ya está hecho. La otra opción que se está barajando mucho últimamente es colocar placas solares en las terrazas de los edificios», afirma el responsable de comunicación del Coafmu. «En cerca de dos años y medio, las amortizas. Y estoy hablando de como estaba el precio antes. Ahora se amortizan antes. Muchos propietarios se están interesando porque tienen una vida de 25 años y hay subvenciones».
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