Atracan al empresario de Tenerife que repartió premios de la Lotería de Navidad

José Miguel González, un empresario de Tenerife , famoso desde que repartió el Gordo de Navidad en 2013, ha sido atracado cuando se disponía a ingresar unos 50.000 euros en una sucursal bancaria de Granadilla (Tenerife), según ha comunicado Europa Press a fuentes del instituto armado.

El empresario fue agredido con violencia y agresividad en la cabeza, por un hombre, que tras robarle salió escapando en una moto en compañía de otro ladrón. La Policía Judicial de la Guardia Civil se ha hecho cargo de las investigaciones para identificar y detener a los dos ladrones que le atracaron en la mañana de este lunes. Se sospecha que los delincuentes son viejos conocidos de las fuerzas del orden, ya que el atracó es similar a otros y además la matricula del vehículo es falsa.

González, conocido por ser propietario de varias gasolineras, recibió atención médica en un complejo sanitario de Playa de Las Américas, y según han informado su estado no es grave.

Protagonista del spot de la Lotería de Navidad 2014

José Miguel González, es el protagonista real del anuncio de la Lotería de Navidad 2014. Este empresario repartió 200 millones de euros con el Segundo Premio, el número que salió del bombo fue el 79.712 y le guardó un décimo a un cliente habitual.

Él, al igual que el Antonio del spot, había guardado en un sobre unos décimos de Lotería para un cliente que siempre pasaba por la cafetería de su estación de servicio y con el que desde «hacía siete u ocho años» intercambiaba unos boletos de Lotería. Ese año también habían intercambiado números, pero el día del sorteo no apareció por allí y así que decidió contactar con él y pedirle que fuera a tomarse un café, un día después del sorteo.

Mohamed entró en la cafetería y se acercó a la barra donde José Miguel lo esperaba con el sobre y unos décimos de la Lotería de Navidad .«Él lo abrió y me dijo que eran números de sorteos que ya se habían jugado y yo le dije que sí, pero que eran suyos». El empresario guardó silencio mientras Mohamed miraba los números y en un primer momento pareció no darse cuenta de que entre los décimos había uno de los premiados con el Segundo Premio, hasta que vio que uno de ellos terminaba en «12». «Se quedó impactado, no podía ni hablar, me dio la mano y se marchó extrañado hacia su coche. Se subió a él y vi que permanecía sentado dentro sin arrancarlo y tocándose la cabeza con las manos. Creo que ahí fue cuando se dio verdadera cuenta de lo que le había entregado»

Mohamed, al día siguiente volvió al a gasolinera y se encontró con José Miguel y le dio un intenso abrazo acompañado de unas lágrimas de alegría.