Reencuentro con la patrona del mar en el litoral de la Región de Murcia

«¡Más arriba, que nos vamos al agua!», rogaba este sábado por la mañana uno de los pescadores del Mar Menor en el muelle de Lo Pagán. Es la tensión del momento de embarcar a la Virgen del Carmen, lo más sagrado para los hombres de la mar. Con dos años sin romería por culpa de la pandemia, la fiesta en honor a la patrona recobró el brillo de siempre y su colorido tipismo veraniego. Cientos de vecinos y turistas acompañaron al trono, que partió a primera hora desde la iglesia de San Pedro del Pinatar, con paradas en los altares que le colocan por la avenida principal que lleva al Mar Menor.

Los pescadores la trasladan a hombros, como la protectora que es de sus madrugadas al relente. Es su fiesta, y los acompañan los numerosos fieles de la patrona. El último alto en la procesión se hace antes de virar hacia la laguna, en un decorado floral donde le cantan la salve marinera. Un frente de autoridades sigue al trono. Del Gobierno regional, habitualmente más representado, solo acudió el consejero de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca, Medio Ambiente y Emergencias, Antonio Luengo, junto a la alcaldesa de San Pedro del Pinatar, Visitación Martínez, y otros concejales de la Corporación municipal.

Abanicos, viseras y sombrillas llenaron este sábado las calles de Lo Pagán en una mañana de alto voltaje térmico. Entre vendedores de lotería, que ofrecían los boletos terminados en la festividad mariana, y colas para las churrerías, desfilaron las reinas de las fiestas y demás integrantes de la comitiva.

La tradición manda un descanso frente al parque de los Reyes, donde suena la traca de fuegos artificiales, para que la Virgen haga el final del camino en olor a pólvora. El gentío ya la esperó en pantalanes, muelles y orillas del Mar Menor. Este año recibió a la Virgen el 'Nuevo Joamar', de Joaquín Martínez y su padre, dos generaciones de pescadores conocidos como los 'Camarroja', de larga tradición en la laguna. «Nos toca llevar a la Virgen porque estrenamos barco hace solo siete meses y por la ley nuestra de los pescadores», explica el armador. Una embarcación de 9,40 metros de eslora acogió el trono de madera, revestido con virguerías de plata y unos arreglos de rosas sonrosadas y vainillas a los pies de la figura realizada en 1940 por el escultor valenciano Pío Mollar. Unos faroles de plata escoltan a la imagen, tocada con la corona de plata que le compraron a escote los pescadores.

Numerosos barcos deportivos y de pesca siguen a la Virgen en su travesía por la laguna, al son de la banda de música que acompaña en otro barco. Las familias de los pescadores llevan rosas y claveles para lanzar al mar en recuerdo de los que se fueron para siempre.

Este año, como novedad, la comitiva hizo un alto en el Club Náutico de Santiago de la Ribera, donde la recibieron con cohetes de bienvenida. Esperaban a la patrona el alcalde de San Javier, José Miguel Luengo, el pedáneo Mauricio Ruiz, y el presidente del Club, Juan José Camarasa, junto a numerosos socios para rendirle tributo con una ofrenda floral. La comisión de fiestas de La Ribera quiere fusionar las romerías marítimas de las dos localidades vecinas, aunque este año aún se celebrarán por separado, de modo que los ribereños preparan para este domingo su particular procesión marítima con ofrenda floral a la Virgen del Carmen.

En Mazarrón, la imagen del Carmen volvió a salir al mar rodeada de fieles. La jornada arrancó a las nueve y media de la mañana en la iglesia parroquial, donde se ofreció una emotiva misa. Pero fue una hora después cuando la talla fue trasladada hasta el muelle del puerto pesquero. Allí, los pescadores más devotos portaron el paso de la Virgen, que fue embarcada en el 'Cinco Hermanas III'. Decenas de barcos aprovecharon para acompañar a la patrona del mar en su romería marítima, en un recorrido que transcurrió por la Bahía de Mazarrón. Ya por la tarde, se celebró otra misa en la lonja con una ofrenda musical. Y a las nueve y media de la noche tuvo lugar la procesión terrestre por la zona del Puerto.

Águilas también vivió con devoción y pasión el Día del Carmen. Los actos arrancaron el viernes por la noche con una serenata a la Virgen, que corrió a cargo del Patronato Musical Aguileño. Ayer, la lonja acogió la celebración de la tradicional misa con la imagen. Pero fue pasadas las siete de la tarde cuando la imagen del Carmen salió en procesión por las calles del municipio. Así, recorrió la avenida Juan Carlos I y continuó por Conde de Aranda hasta Plaza de España, para finalizar en el Puerto, donde se embarcó en el 'Concepción y María' para su recorrido marítimo.

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