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Primer saludo. El coronel director, Luis Felipe González Asenjo, que será su máxima autoridad en este curso, recibió a la Princesa de Asturias. J M. Rodríguez / AGM
La Princesa en la AGA

Princesa Leonor, una alférez en tierra de pilotos

La última etapa militar de la heredera al Trono tiene como objetivo formarse como aviadora en San Javier

Domingo, 14 de septiembre 2025, 07:44

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La Princesa de Asturias cruzó la puerta de la Academia General del Aire (AGA), en San Javier, el pasado 1 de septiembre, ya como alférez alumna. Vestida con el uniforme azul del Ejército del Aire –guantes blancos, gorra de plato–, saludó al coronel director Luis Felipe González Asenjo y firmó en el libro de honor. No dejó de ser una bienvenida protocolaria, ya que a los pocos minutos la heredera se cambió al mono verde de vuelo para convertirse en la alférez Borbón Ortiz, que tendrá que cuadrarse ante sus superiores y obedecer sus órdenes. Será capitana general de las Fuerzas Armadas cuando acceda al Trono, pero este año será una cadete alumna aspirante a oficial del Ejército del Aire y del Espacio, una piloto en formación.

A partir de ahora, compartirá instrucción, horarios y alojamiento con otros 74 cadetes de cuarto curso, de los que 15 son mujeres. Dos compañeras compartirán camareta con la Princesa de Asturias en unas dependencias sobrias y funcionales. La austeridad y disciplina de la base militar no le será ya tan extraña, pues la primogénita de los Reyes llega a San Javier con un rodaje de dos años en la vida castrense. La heredera inicia en la Región de Murcia la última etapa de su formación militar, tras haber pasado por la Academia General Militar de Zaragoza y la Escuela Naval Militar de Marín.

Una tradición de vuelo

Leonor sigue el mismo itinerario que completaron su padre, Felipe VI, y su abuelo, Juan Carlos I. En 1988, el entonces príncipe Felipe realizó su 'suelta' (primer vuelo en solitario) en un C-101, el reactor que durante décadas fue emblema de la Patrulla Águila. Hoy, ese modelo ha sido sustituido por el Pilatus PC-21, un turbohélice suizo con aviónica digital y simuladores avanzados, que será la herramienta de trabajo de la Princesa para convertirse en un piloto del siglo XXI. «La formación ha cambiado, pero el compromiso es el mismo», señaló el jefe de Estado Mayor del Aire y del Espacio (JEMA), el teniente general Francisco Braco Carbó.

Un curso 'real' en cifras

  • 74 cadetes en su promoción

  • 15 alumnas

  • 78 promoción

  • 50 horas en simuladores de vuelo

La AGA ha renovado sus instalaciones en los últimos años. Nadie duda de que la llegada de la heredera ha impulsado la asignación de fondos del Ministerio de Defensa para la renovación de las instalaciones, aunque es cierto que la Academia demandaba ya desde hace años las reparaciones de los edificios más afectados por las inundaciones de 2019 y, en general, por la antigüedad de un recinto militar creado en 1943, que además se encuentra a orillas del Mar Menor, por lo que algunos edificios presentan afectacionesa por la humedad y la erosión marina.

«Será un curso normal, con la misma misión de formar a los futuros oficiales del Ejército del Aire», afirma el coronel director de la AGA, Luis Felipe González

Transición tecnológica

La incorporación del nuevo sistema integrado de enseñanza de vuelo, el Pilatus PC-21, en sustitución del ya jubilado C-101, ha supuesto una transición tecnológica en la Academia General del Aire y del Espacio, pero también ha propiciado la construcción del nuevo edificio de vuelo y las salas adaptadas a los simuladores avanzados en tierra, que proporcionan una experiencia de cabina similar a la de un caza moderno. Los cadetes reciben instrucción teórica, sesiones en simuladores CBT y FTD, y prácticas con los turbohélices Pilatus.

«La formación ha cambiado, pero el compromiso es el mismo», señaló el jefe de Estado Mayor del Aire y del Espacio (JEMA), el teniente general Braco Carbó

La Princesa comenzará la jornada a las 6.30 horas, como todos sus compañeros, con el toque de diana y terminará a las 22.30 horas con el silencio. A lo largo del día, recibirá clases teóricas según el programa adaptado para su breve estancia en la AGA, también entrenamiento físico e instrucción militar. A las 18.30 comenzará el tiempo de estudio y paseo hasta la hora del descanso. «Va a ser una más entre los aviadores que formamos aquí», afirmó el coronel González Asenjo durante una reciente visita de la ministra de Defensa, Margarita Robles.

Un símbolo nacional

La presencia de Doña Leonor en San Javier tiene un valor institucional que trasciende lo académico. Como futura jefa de Estado y capitana general de las Fuerzas Armadas, su paso por las tres ramas militares refuerza el vínculo entre la Corona y el estamento castrense. La formación programada para ella en tierra, mar y aire la prepara para asumir responsabilidades, pero además proyecta una imagen de continuidad dinástica y compromiso con el servicio público.

Durante su estancia en la Región, tendrá que cumplir con una agenda de actos oficiales, para lo que dispondrá en San Javier de personal a su servicio, además del dispositivo de seguridad, que la acompañará a todos sus desplazamientos. El próximo será el desfile de la Hispanidad, el 12 de octubre, en Madrid, donde está previsto que se presente oficialmente la nueva Formación Mirlo integrada por siete aviones Pilatus, cuyo vuelo en formación pondrá el broche final a la exhibición militar.

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