El alcalde de San Javier condiciona la planta de biometano a «que garanticen la ausencia de purines»
Los vecinos se oponen a la ubicación elegida por los posibles olores y el tráfico de camiones
Un 'no' al unísono se escuchó en la sala del centro cívico de El Mirador, repleta de vecinos el pasado miércoles por la noche, cuando alguien preguntó a voz alzada «¿queréis la planta de biometano?». Desde que se conoció el proyecto en la pedanía agrícola, ha ido en aumento la preocupación de los residentes cercanos por los impactos que puede generar esta fábrica de gas metano a través de la digestión de residuos vegetales y ganaderos. Temen el riesgo ambiental y los olores que puede generar, no solo el almacenamiento de restos orgánicos, sino también durante el proceso de combustión en la planta. Han convocado una manifestación el domingo 15 de diciembre a las 12 de la mañana frente al Consistorio.
Esta es una de las tres plantas previstas en la Región por Enagás Renovables, que prevé invertir 30 millones en el proyecto de El Mirador, donde ya ha pactado con los principales productores agrícolas para la gestión de los descartes y el suministro de biofertilizantes.
Tanto los vecinos como el Ayuntamiento han presentado ya alegaciones a la tramitación del proyecto en la Comunidad Autónoma. El alcalde, José Miguel Luengo, ha anunciado esta mañana, jueves, que condiciona «la viabilidad de la planta a que rectifiquen el proyecto garantizando la ausencia de purines». Señala además «el consenso social» como condición para la aprobación del proyecto.
Luego aseguró que «en San Javier no hay cebaderos de porcino, y por lo tanto no habrá purines», pero insta a Enagás a corregir el proyecto eliminando los residuos animales de la dieta que procesará la planta. En su estudio de impacto ambiental, la compañía contempla el tratamiento de 142.580 toneladas de restos agrícolas y ganaderos al año, entre los que incluye 18.000 toneladas de estiércol, 60.500 toneladas de purines de cerdo y 3.600 toneladas de sangre. Los técnicos de la compañía ya anunciaron que «el 60% de la dieta de la planta será de origen hortofrutícola», pero el alcalde les reclama que sea exclusivamente vegetal.
Luengo ha anunciado además la ampliación del plazo de alegaciones al proyecto, por lo que en vez de terminar el 13 de diciembre, los vecinos podrán presentar sus peticiones por escrito hasta el 29 de enero. «Tendrán un mes y medio más para analizar el proyecto y presentar las alegaciones que consideren oportunas», afirma. Cree que «es un proyecto novedoso en España, aunque con una larga trayectoria en Europa, por eso somos conscientes de la inquietud que genera y, por ese motivo, todos necesitamos más tiempo».
Le pide además a Enagás «que sea más proactivo en la información y accesible a cualquier vecino, porque sin su apoyo será difícil la implantación». Anima a la empresa a «que lleve a representantes vecinales a ver una planta similar y a que hagan un esfuerzo de información del proyecto con los vecinos».
Entre las alegaciones del Ayuntamiento, destaca la petición de que el 60% del personal de la planta proceda de la población local. Solicita también un plan de acción social por parte de la compañía, con inversiones en infraestructuras, fondos para iniciativas sociales y la participación de los vecinos en la toma de decisiones sobre la planta.
Por su parte, los vecinos han reclamado en sus alegaciones que el origen de los residuos no exceda de un radio máximo de 10 kilómetros. Piden medidas concretas de control de ruido, polvo, nebulización y olores. Ven necesarios un protocolo de trazabilidad de los residuos, y un plan de emergencia ante posibles incidentes, como un incendio o un escape. Creen que la ubicación elegida pone en riesgo el canal del trasvase y un canal cerrado de abastecimiento de agua potable. Reclaman que se garantice el acceso de los pequeños agricultores locales en la transformación de sus residuos y en el subproducto «a un precio justificado y definido».
Esta tarde están convocados los vecinos a una asamblea en el aeródromo cercano de Los Garranchos.
