Los sanitarios se movilizan para exigir medidas ante «el clima de agresividad y temor» en Primaria
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Los profesionales denuncian que ataques como el sufrido por un médico en Fortuna «no son aislados ni puntuales», sino que «se suceden en distintos puntos asistenciales de la Región»Los profesionales de Atención Primaria se concentrarán este jueves a las puertas de todos los centros de salud de la Región de Murcia para condenar la espiral de agresiones que sufren y para exigir una respuesta de la Administración y de toda la sociedad. La iniciativa parte de los coordinadores médicos de estos centros, que advierten en un manifiesto del creciente «clima de agresividad y temor» en Primaria. Hechos como la brutal paliza sufrida el viernes pasado por un médico en Fortuna «no son aislados ni puntuales», sino que «se suceden en distintos puntos asistenciales de la Región», lamentan.
«Pedimos la intervención de todas las administraciones públicas y de la sociedad murciana para detener un problema emergente, creciente y persistente que supone un riesgo real e inmediato para la prestación de asistencia sanitaria tal y como la conocemos», señalan los profesionales. El manifiesto recuerda que, de acuerdo a las cifras facilitadas por la Consejería de Salud, las agresiones se han incrementado un 25% tras la pandemia. La paliza a un médico de familia de Fortuna por parte de los acompañantes de un paciente se produce después de un verano en el que se han sucedido las agresiones graves. A finales de agosto, un hombre y una mujer fueron detenidos por lesionar y amenazar a dos facultativas del centro de salud Mariano Yago de Yecla. En junio, un paciente golpeó a un médico e intentó asfixiar a un técnico de emergencias cuando lo atendían en su domicilio de Murcia. También se han producido actos violentos en Calasparra y La Unión, entre otros puntos de la Región.
Los profesionales recuerdan todos estos casos en el manifiesto, y advierten de «se amenaza, veja, insulta, menosprecia, atenta al honor y agrede verbal y físicamente a cualquier compañero de los centros asistenciales, al personal sanitario en consultas y en urgencias y también en los domicilios a los que acudimos para prestar asistencia». También recuerdan el asesinato a tiros de la médica María Eugenia Moreno, en el centro de salud de Moratalla en 2009.
«Medidas rápidas, efectivas y contundentes»
Ante las situaciones de violencia, la respuesta de la Administración suele ser mantener al agresor en el centro, mientras que es la víctima del ataque la que tiene que cambiar habitualmente de puesto de trabajo. Los coordinadores médicos de los centros de salud exigen mayor contundencia contra los agresores. Piden «actuaciones de oficio y juicios rápidos en menos de 72 horas» y rechazan «que la única solución ante una agresión sea el traslado del profesional agredido de su centro y de su entorno de trabajo». Solicitan, en este sentido, «medidas rápidas, efectivas y contundentes que penalicen estos comportamientos y conductas violentas».
Los profesionales reclaman, asimismo, «equipos de vigilancia y personal de seguridad formado, en todos los puntos asistenciales», así como «campañas de sensibilización social que devuelvan a la sanidad murciana el respeto sin el cual no será posible mantener la accesibilidad».
En sentido, piden a la Consejería de Salud que «aborde de manera integral e inmediata los problemas reales de la Atención Primaria, que tanto exponen a sus profesionales». «Nos enfrentamos a un problema social en el que se normaliza la violencia verbal, gestual y física en los centros sanitarios. En este clima de agresividad y temor, la relación de confianza médico paciente, pilar fundamental de la Atención Primaria, se deteriora, con consecuencias negativas para todos», reflexionan los profesionales. Porque «estos actos violentos conducen a escaladas de violencia donde las redes sociales se han convertido en cómplices desde el anonimato».
Las causas de este incremento de la violencia en los centros sanitarios «son muy diversas, pero no podemos obviar que el deterioro y declive de la Atención Primaria, infravalorada con una financiación deficiente, es el origen de parte de la frustración y la agresividad de algunos pacientes que se refugian en un cambio de comportamiento social donde la inmediatez, las demandas descontroladas y sin atender a normas mínimas de organización conducen a deteriorar la confianza necesaria para la atención en los centros asistenciales».