Salvar a otros bebés gracias al alimento de tu bebé
Noelia y Laura son dos de las 395 mujeres murcianas que han donado leche materna para que más de 300 neonatos hayan podido salir adelante en el hospital
La educadora infantil Laura Martínez ya llevaba una vida bastante entretenida criando a su primer hijo, de dos años y medio, cuando volvió a salir ... del paritorio del Hospital Santa Lucía de Cartagena, el pasado 31 de mayo. Esta vez, con trillizos. Tres bocas más que alimentar, de golpe. «Son muy buenos, solo lloran para comer», concede. Qué va a decir una madre. Noelia Barceló, matrona durante más de una década y ahora médico de Familia, ha tenido a su segunda hija -Vega- hace menos de seis meses. Las dos mujeres no se conocen, pero comparten el amor por los niños y formar parte de la lista de 395 mujeres que, en algún momento, han decidido donar al Banco de Leche Materna de la Región de Murcia. Compartir el alimento destinado en un principio a sus hijos para poder salvar a otros bebés ingresados en el hospital.
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El Banco de Leche Materna de la Región, que se creó en marzo de 2021 en el Hospital Virgen de la Arrixaca, ha permitido alimentar ya a 309 neonatos que no podían recibir leche de sus madres por diferentes motivos. En total, este banco ha logrado recoger en este tiempo un total de 1.922 litros de leche materna, empleada para alimentar a recién nacidos en los hospitales Virgen de la Arrixaca, Santa Lucía o Rafael Méndez.
Laura ha sido una de esas mujeres donantes durante este año, pero es que sus hijos también han sido receptores de la leche de otras madres. «La primera, Rocío, fue la que menos pesó. Pero nació sin problemas. Los otros dos, Samuel y Javier, necesitaron oxígeno y se los tuvieron que llevar a la UCI», relata. Esos primeros días en cuidados intensivos, los dos pequeños necesitaron leche donada por otras madres porque «el calostro no me daba para más y aún no me había subido la leche», describe. Samuel y Javier necesitaron pasar alrededor de un mes ingresados, mientras su madre no dejaba de preparar biberones de su propia leche -ya sí- en casa para llevarlos a diarios al hospital. «Era una cosa exagerada. Cada día eran 12 o 15 botes de leche por la mañana, y por la tarde llevaba otros tres o cuatro. No me cabían ya en la nevera. Las enfermeras se llevaban las manos a la cabeza, porque ellas tampoco tenían dónde meter los biberones».
Hasta que una de esas enfermeras ofreció a Laura la posibilidad de donar esa leche sobrante, y Laura no lo dudó. «Mientras tenga leche para mis hijos, me parece fenomenal que se pueda donar lo demás».
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Entrevista y analítica
Como indica el procedimiento, Laura se sometió a una entrevista clínica y a una prueba analítica (serológica y de tóxicos) para comprobar que era apta como donante. Unos exámenes cuyos resultados salieron positivos y que le permitieron donar, en total, 16 litros de leche. Y eso que debía amamantar a trillizos. Ahora que la familia ya está reunida al completo, Laura ha dejado de donar: «Es que ya no me da la vida con los trillizos en casa», sonríe.
Quien sigue donando, casi medio año después de haber dado a luz a su segunda hija, es Noelia Barceló. Estos días, en los que se conmemora la Semana Mundial de la Lactancia Materna para crear conciencia sobre los beneficios que esta práctica supone para los neonatos, Noelia se coloca el sacaleches y rellena los botes tranquilamente mientras disfruta de sus vacaciones. «Sobre todo es sacar tiempo para ello, con lo que ello supone teniendo un bebé, pero está todo muy organizado», aplaude.
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En el Banco de Leche se procesa, analiza, almacena y distribuye este alimento para nutrir a los recién nacidos hospitalizados que, por diferentes motivos, no disponen de leche suficiente de su madre y son especialmente vulnerables, como los que nacen con bajo peso. Todo corre por cuenta de la Consejería de Salud, incluida la entrega y el transporte de los botes de unos 120 mililitros donde se recoge la leche y las neveras donde deben almacenarse esos botes en los congeladores particulares de cada domicilio. Son después los responsables del Banco de Leche Materna los que pasan por cada domicilio en busca del preciado sustento. «No hay un mínimo, como si solo puedes donar un biberón. Para ellos es un mundo», continúa esta donante. En su caso, fue a partir de los tres meses del parto, «con la lactancia bien establecida», cuando decidió donar su leche. Y, como Laura Martínez, Noelia lo recomienda con todas sus fuerzas porque «solo lo puedes hacer en una época concreta de tu vida y es una oportunidad única para realizar una labor muy satisfactoria y muy gratificante, pensando que estás ayudando a bebés muy pequeñitos que están ingresados en el hospital». En este tiempo, Noelia ha donado unos «diez o doce biberones». Alrededor de un litro y medio. «Lo que he podido».
De hecho, y según recuerda la Consejería de Salud, «la leche materna es el mejor alimento para los lactantes, a quienes favorece su desarrollo. En el caso de neonatos con alguna patología, como los prematuros con menos de 1.500 gramos de peso, sus beneficios incluyen la prevención y reducción de la enterocolitis necrosante, una complicación que pueden sufrir los bebés prematuros y que afecta al intestino».
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La Consejería de Salud anima también a las mujeres que se encuentren actualmente en periodo de lactancia a que se hagan donantes de leche materna. Para ello, pueden contactar en los teléfonos 968369802 y 968110799, y en los correos electrónicos BancodeLecheRegiondeMurcia-sms@carm.es y BancodeLecheRM.area2.sms@carm.es.
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