Los hosteleros advierten de que los jóvenes «cambiarán el ocio controlado por botellones y fiestas ilegales»
Lamentan la «ruina» que se les viene encima con decenas de miles de euros invertidos en materia prima y contratos
«Que nadie dude de que los jóvenes saldrán en Nochebuena y Nochevieja. Pero en lugar de ir a locales controlados, harán botelleos y fiestas ilegales». Lo advierte Jesús Jiménez, presidente de Hostemur, preocupado por la «ruina» que se cierne sobre el sector. Miles de empresarios de la noche y la hostelería a los que las nuevas restricciones les pillan con decenas de miles de euros gastados ya en materias primas, contratos de personal extra firmados y cerca de 50.000 entradas de Nochevieja vendidas. Un desastre, lamentan, que llega después de 20 meses de cierres, restricciones y limitaciones, con los negocios castigados y poco riñón para seguir aguantando. «Esto es la ruina para miles de familias. Se ha gastado ya mucho dinero que no se recuperá», lamenta Jiménez, molesto por «la improvisación y la falta de coherencia» de las medidas.
El golpe a la hostelería, que tiene que asumir limitaciones y, la más dañins para sus negocios, el cierre de todos los locales a la una de la madrugada, será especialmente fuerte para las empresas que habían organizado macrofiestas para Nochevieja, como las de la Plaza de Toros (con más de 2.900 entradas vendidas), Trips, Odiseo, Rincón Huertano... En total, calculan desde Hostemur, se habían vendido ya 50.000 entradas. Los organizadores estudian ahora qué hacer: suspender y retornar el dinero, adelantar el horario de la fiesta o trasladarla a otro mes.
La Asociación de Consumidores Thader Consumo recomienda a quienes hayan comprado una entrada para una fiesta en estas fechas que, «si ante estas circunstancias no desean acudir, soliciten inmediatamente la devolución del importe por cualquier medio escrito que les sirva para acreditarlo ante posible una reclamación futura. El empresario organizador del evento tendrá derecho a descontar de la devolución aquellos gastos que hayan resultado imprescindibles para la organización del evento, conforme a la legislación vigente».
La premura de las medidas ha caído mal entre los hosteleros, que acusan al Gobierno regional de improvisar y de mirar siempre hacia el mismo sector. «No se puede tomar una decisión así un día antes, cuando ya está todo preparado. La gente está destrozada», se lamenta José María Rubiuales, de la Asociación de Cafés y Bares de la Región, quien también teme que la Nochebuena acabe con un gran macrobotelleo en la calle.
Para el director del Hotel Nelva, Carmelo Muñoz, las nuevas medidas son «un palo económico. Mantenemos la cena de Nochebuena, con todas las medidas de seguridad, pero el cierre a la una supondrá muchas pérdidas. Somos los 'paganini' de la pandemia».
Fuga a Mojacar y Alicante
Después de una Nochevieja frustrada, centenares de jóvenes han empezado a organizarse para no quedarse un año más en casa. Muchos de ellos se están planificando para trasladar su fiesta a otras localidades sin restricciones, como Almería, Alicante y Albacete. «Nos juntaremos en Mojácar, y si no encontramos nada, en Alicante», cuenta Miguel, de 17 años. Los empresarios del sector lamentan que se repite así la dinámica del pasado año, cuando las celebraciones se trasladaron a municipios vecinos con restricciones de aforo más laxas. A los hosteleros, que reclaman un paquete de ayudas para hacer frente a las nuevas limitaciones, solo les queda estirar los aperitivos y el tardeo, aunque el pronóstico del tiempo, con previsión de lluvia para mañana, tampoco les ayuda.