El PP regional se instala en la calma hasta después de las elecciones andaluzas
La tensión interna se relaja en el partido por los comicios y la bajada del ritmo de la alcaldesa de Archena
Quienes revisan con frecuencia el perfil de Twitter de Patricia Fernández en busca de señales sobre su posible candidatura al PP regional, solo encuentran ... últimamente mensajes relacionados con su cargo de alcaldesa de Archena. Algo lógico por otra parte, pues este es el único puesto político que ocupa ahora mismo y en el que, como ella suele decir, está absolutamente centrada. Más ahora que el municipio del Valle de Ricote se prepara para celebrar sus tradicionales fiestas del Corpus, que incluyen tres semanas de actividades. Pero no deja de llamar la atención esta bajada de ritmo si se tiene en cuenta que, en los últimos meses, la regidora estaba en todo, llegando incluso a editar un vídeo institucional de condena de la invasión rusa de Ucrania.
También fue comentada la ausencia de Patricia Fernández en la manifestación de los regantes en Alicante el pasado martes, cuando estuvo en primera fila en la celebrada en febrero en Murcia. Esto, unido a unas declaraciones de Valcárcel -valedor de la alcaldesa- en las que señaló que «hasta que se convoque el congreso y haya alternativa no debemos distraer la atención y seguir al servicio del partido y de quien lo preside», llevan a algunos a preguntarse si la corriente crítica con Fernando López Miras en el PP ha tirado la toalla.
Pero nada más lejos de la realidad. «Yo estoy igual que siempre, en todos los sentidos. En política, unas veces tienes más actividad y otras veces, menos», declaró esta semana a LA VERDAD Patricia Fernández, preguntada por si había cambiado su parecer respecto a sus supuestas aspiraciones a liderar el PP regional. Justifica su ausencia en la manifestación de los regantes por motivos laborales, ya que ella, además de alcaldesa, ejerce la odontología en una clínica. «Pienso que está fuera de toda duda mi posición de apoyo incondicional al Trasvase Tajo-Segura y a los regantes de la Región», explicó.
En cualquier caso, la bajada de ritmo de Patricia Fernández -aunque ayer puso un tuit resaltando una frase de Isabel Díaz Ayuso («aquí hay que ser serios y si no, a tu casa») que se puede interpretar, como así lo hicieron algunos usuarios, como una indirecta a Miras- instala una calma en el PP regional que se mantendrá, al menos, hasta las elecciones del 19-J. Los populares son disciplinados y, cuando hay comicios de por medio, se aparcan hasta las rivalidades internas. Se vio en las últimas elecciones de Castilla y León, para las que la anterior dirección de Pablo Casado reclutó a Isabel Díaz Ayuso para actos de campaña, aprovechando su tirón, a la vez que se le investigaba por la comisión del contrato de mascarillas cobrada por su hermano. Asimismo, los críticos de Casado y Teodoro García Egea esperaron pacientes a que se votara en Castilla y León para activar la detonación que acabaría con la trayectoria de ambos en Génova.
Respecto al cónclave popular en la Región, tampoco está claro que se vaya a celebrar tras las andaluzas, sobre todo si se confirma que habrá más de una candidatura. El exministro Íñigo de la Serna, recuperado por Núñez Feijóo para el Comité Electoral, apuntaba la pasada semana en Murcia, donde acudió a un acto de Cajamar, que los congresos regionales serían de «unidad». Además, como este diario ha venido apuntando y señalan también otros medios de comunicación nacionales, la idea de Génova es blindar a los presidentes autonómicos y ofrecerles la posibilidad de intentar revalidar su mandato en las elecciones de 2023.
Piropos a Miras en Madrid
Por otra parte, si el nuevo equipo de Feijóo en el PP no apoya a López Miras, como se traslada desde sectores críticos, desde luego que lo disimula muy bien. El jefe del Ejecutivo murciano participó en una mesa con el resto de presidentes en el congreso de Madrid de este fin de semana y se llevó piropos del vicesecretario de Política Autonómica del PP nacional, Pedro Rollán, del núcleo duro de Feijóo. «La valía de un líder político no se calcula por las buenas intenciones, sino por la buena gestión en beneficio de todos. En los últimos tiempos hay alguien que ha demostrado con creces cómo el empeño de conseguir una mayor libertad para los ciudadanos puede hacerse realidad». Hablaba de Miras.
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