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Primer 'round' contra el recorte del Trasvase
Los regantes reanudan en Alicante sus protestas ante los planes del Ministerio, arropados por casi todos los partidos, en un acto con cercade 2.000 persona
La primera movilización que se produce en defensa del Trasvase tras la aprobación del Plan del Tajo se desarrolló ayer en Alicante con mensajes contundentes, aunque con una participación que estuvo por debajo de las expectativas. Cerca de dos mil regantes se concentraron ante la Subdelegación del Gobierno para denunciar «la muerte lenta del Trasvase». Uno de los organizadores apuntó que la sociedad levantina «aún no es consciente del todo de las pérdidas socioeconómica que acarreará un recorte del acueducto», y espera que dicho mensaje vaya calando en los siguientes actos de protesta.
«No nos vamos a rendir, lucharemos hasta el final», declararon representantes de las entidades convocantes: Asaja, Scrats, Riegos de Levante y la Junta de Usuarios del Vinalopó, que estuvieron arropados por dirigentes de casi todos los partidos políticos y representantes de los gobiernos de la Región de Murcia, de la Generalitat y de Andalucía, entre ellos el presidente López Miras, las consejeras valencianas Mireia Mollá y Josefina Bueno y la delegada de la Junta de Andalucía en Almería, Aranzazu Martín; así como el líder del PPCV, Carlos Mazón, y el presidente de Vox en Murcia, José Ángel Antelo.
Manifestantes de las tres provincias denuncian «la muerte lenta» del acueducto y la posible pérdida de empleos
Bajo una discreta presencia policial, regantes del Trasvase de Alicante, la Región de Murcia y Almería se concentraron en la plaza de la Montañeta para reivindicar la continuidad del acueducto, con los eslóganes 'Defendamos todos la huerta de Europa', 'Partidos políticos, mercenarios del agua', 'Recortes trasvase igual a más paro', 'Más desalación igual a más contaminación'... La protesta contra los planes del Gobierno central contó con el desfile de varios tractores y 8.000 kilos de naranjas esparcidas por el suelo.
La reclamación del Trasvase estuvo acompañada, asimismo, por el creciente malestar del sector agrícola a causa del incremento de los costes de producción, de la energía, los carburantes y los nuevos requisitos de contratación derivados de la reforma laboral. También se exteriorizaron las denuncias por los bajos precios y por la competencia desleal de productos de terceros países.
Los agricultores seguirán con sus movilizaciones «hasta el final» y exigen al Ministerio que rectifique con los caudales del Tajo
Los convocantes se reunieron con la subdelegada del Gobierno, Araceli Poblador, a la que entregaron sendas cartas dirigidas a la ministra Teresa Ribera y al titular de Agricultura, Luis Planas, pidiendo que el Gobierno recapacite para que no se recorte el Trasvase en 105 hectómetros, la mitad de la media anual que recibe el regadío del Levante, con las consecuencias que tendría en pérdida de empleo, de producción y de PIB. Apuntaron que «los regadíos más sofisticados y sostenibles del mundo podrían peligrar», y ocasionar «15.000 dramas familiares».
Solicitan, asimismo, que se apliquen criterios técnicos, y no políticos, para fijar los caudales ecológicos. «No hay que elevarlos, sino invertir en una buena depuración del agua; por ello reclamamos justicia y que se apliquen los mismos criterios a todos en el país», manifestó el presidente del Sindicato de Regantes, Lucas Jiménez. Recalcó que el Gobierno central ha cedido «al capricho» del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, con la «decisión política» de elevar los caudales ecológicos en el Alto Tajo, que considera injustificada. Insistió en que el Ministerio solo ha propuesto incrementar los caudales en los tramos que más afectan al Trasvase. «Éramos pocos y parió el Ministerio para la Transición Ecológica», dijo. Los regantes también criticaron al ministro de Agricultura porque no están recibiendo el apoyo que esperaban.
Reunión con la ministra
Sobre la protesta planeó la reunión prevista este viernes en Madrid entre los dirigentes de los regantes del Trasvase (Scrats) y la ministra Teresa Ribera, como avanzó LA VERDAD. El Plan del Tajo y su impacto sobre el Levante estarán encima de la mesa, así como el programa del Ministerio para incrementar la desalación. Los regantes acuden dispuestos a escuchar y también a hacer valer sus reivindicaciones. A priori, ven muy difícil que Ribera cambie de posición, una vez que se ha aprobado el Plan del Tajo por su Consejo del Agua.
Un cuadrilátero político con naranjas por los suelos
La unanimidad que mostraron los dirigentes políticos en defensa del Trasvase y de los regantes no evitó que afloraran sus discrepancias de fondo sobre la gestión del agua y la actitud del Ministerio. La plaza de la Montañeta de Alicante reunió a una amplia lista de líderes del PP, PSOE, Vox, Compromís y Cs, alineados con las reivindicaciones de un sector que mueve gran parte de la economía del Levante y que representa a decenas de miles de personas y de empleos. Los políticos tuvieron su cuota de protagonismo, en medio de soflamas partidistas, y ninguno faltó a 'la foto'.
Entre petardos y proclamas contra los planes del Gobierno central, los convocantes arrojaron un camión de naranjas para denunciar también los bajos precios y la ruina a la que se asoma el campo.
El presidente Fernando López Miras, que acudió con la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, y el exalcalde de Murcia José Ballesta, urgió al Gobierno central a anular el Plan del Tajo y a elaborar otro basado en «criterios técnicos», ya que, a su juicio, está en juego «el futuro del Levante». «Estuvimos en Madrid manifestándonos contra una ministra del PP (dijo en referencia a García Tejerina), estuvimos en Murcia y también en Alicante. Siempre con los regantes y con el Levante español porque hoy nos estamos jugando muchísimo». Consideró «inadmisible» que el Gobierno central «se esté planteando cerrar el Tajo-Segura y echar a la calle a más de 15.000 familias que viven» de esta infraestructura, y que se deje de producir el 70% de las frutas y hortalizas que exporta España. «Todo ello por simples cuestiones políticas y ningún criterio técnico», denunció.
El presidente de la Diputación de Alicante y del PPCV, Carlos Mazón, abogó por «un acuerdo para solucionar el problema del agua». Dijo que no es «una concentración contra nadie. No es contra nuestros hermanos regantes y agricultores de Castilla-La Mancha; también les defendemos de los engaños y la división entre españoles que está fomentando el gobierno socialista de Sánchez»
Socialistas y Compromís piden diálogo al Ministerio; los populares culpan al Gobierno de Sánchez, y Vox critica a PP y PSOE
La consellera de Agricultura, Mireia Mollà (Compromís), pidió al Gobierno que «reconsidere» su postura de recortar el caudal y consideró que hay «margen de negociación». También asistió la nueva consellera de Innovación y Universidades, Josefina Bueno, quien reiteró que el Trasvase «es irrenunciable» y «no hay alternativa». «Lo defenderemos como toca, con política e intentando llegar a acuerdos. Nuestra decisión irá hasta las últimas consecuencias», zanjó.
A la protesta no asistieron representantes del PSOE murciano, pero sí dirigentes del PSPV que apostaron por un «frente común» ante una infraestructura que «es irrenunciable» y que defenderán con «uñas y dientes». La presidenta del PSPV y próxima síndica en Les Corts, Ana Barceló, mostró su apuesta por el diálogo y llevará a la cámara autonómica el apoyo a Alicante y a sus regantes, manifestó.
El presidente regional de Vox, José Ángel Antelo, declaró que «los partidos de siempre, PP y PSOE, quieren acabar con el Trasvase. No se puede defender el Trasvase en el Levante y firmar el cierre en Castilla-La Mancha». Del mismo modo, insistió en que «el Ebro es de todos los españoles y el agua es un derecho común; por eso no es un tema de solidaridad que el agua venga al Levante, sino de justicia».
El Ministerio autoriza la venta de agua del Júcar a Almería
Mientras que el foco principal está puesto en el Plan del Tajo y el impacto negativo que causará en el Trasvase, el Ministerio para la Transición Ecológica ha autorizado una transferencia de 40 hectómetros cúbicos desde la cuenca del Júcar a la provincia de Almería, para atender las necesidades de riego. Los destinatarios están vinculados al Sindicato de Regantes del Trasvase Tajo-Segura, y se encuentran en una situación precaria debido a la paralización del acueducto Negratín-Almanzora desde el año pasado, explicó Fernando Rubio, vicepresidente del Scrats, que también denunció que la desaladora del Bajo Almanzora todavía sigue inactiva desde que se inundó hace años.
Se trata de una operación de cesión de derechos a la cual se había resistido el Ministerio hasta ahora, ya que no es partidario de la compraventa de agua entre cuencas diferentes, pese a que está prevista en la ley. Los regantes almerienses pagarán el agua a 35 céntimos el metro cúbicos, casi tres veces más de lo que les cuesta la del Tajo. Unos 25 céntimos irán para los regantes del Júcar, que venderán sus caudales a través del embalse de Alarcón (Cuenca), donde se mezclan aguas del Tajo y del Júcar. Desde allí se derivan por el canal principal del Trasvase, lo cual muestra la versatilidad de esta infraestructura.
La derivación hasta Almería se hará a razón de 10 hectómetros por año. Los usuarios del Júcar destinarán el dinero a modernizar sus redes de riego.
Venta de agua de las riadas
La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), por otra parte, adjudicará a varias comunidades de regantes unos 8 hectómetros cúbicos de agua almacenada en varias ramblas como consecuencia de las intensas lluvias de marzo y abril. Se trata de los caudales de laminación que se ofertan habitualmente a los regantes para cubrir sus déficits, con un precio que ronda los 10 céntimos el metro cúbico.