La Región de Murcia, Madrid, Valencia y Andalucía reclaman un plan nacional del agua y nuevas obras hídricas
Los responsables territoriales de Agricultura y Agua demandan en el foro del Scrats y LA VERDAD buscar «nuevas alternativas, pero no hablar exclusivamente de la desalación»
La duda de cómo se van a satisfacer las demandas de agua para el campo, la falta de una planificación hídrica nacional o la necesidad de invertir en más infraestructuras que favorezcan una mejor gestión del agua han sido los temas principales que los responsables políticos en materia de agricultura de la Región de Murcia, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana y Andalucía han puesto encima de la mesa en el primer debate del foro 'Horizonte 2027: los retos del agua', organizado por el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats) y LA VERDAD. La política hídrica actual en España, opinan los dirigentes territoriales, «no está alejando de la competitividad» con otros mercados extranjeros. A quienes piden que ayuden en mejorar la gestión de los recursos hídricos, es decir, a los técnicos, «estos se ven sobrepasados por la ideología», opinó Rafael García, viceconsejero de Medio Ambiente, Agricultura y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid.
La consejera de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca de la Región de Murcia, Sara Rubira, ha iniciado la mesa redonda más política preguntándose «cómo se van a cubrir las necesidades hídricas» dentro de dos años, «no sabemos cómo se van a satisfacer las demandas», en referencia, incluso, al cierre de los acuíferos sobreexplotados del Altiplano murciano, territorio para el que volvió a pedir un trasvase de agua desde el Júcar-Vinalopó. Rubira recordó que el empleo que depende del otro acueducto, el del Tajo-Segura, dependen 15.000 empleos directos, por lo que el recorte de 105 hm3 previsto en 2027 supondrá «un gran golpe para la economía de la Región». Lamentó la titular de Agricultura que se «ha desaprovechado» las partidas económicas de los PERTE del agua, financiados con fondos europeos, porque «no contemplaban nuevas infraestructuras» que favorecieran por completo la digitalización del regadío. Llamó en la preparación del cuarto ciclo de planificación hidrológica del Segura y del Tajo a «corregir los errores» del tercero, ya que «no podemos renunciar» al valor del Trasvase.
Su compañero en la Comunidad Valenciana, el conseller Miguel Barrachina, entró fuerte en su intervención, al calificar de «inmoral» que el Ministerio para la Transición Ecológica dijera durante la pasada campaña «que no se plantasen las hortalizas de invierno», algo que vio «en contra del sentido común». La planificación vigente en España, remarcó Barrachina, es una «persecución y una demonización de todo el sector primario»; el recorte del Trasvase, para él, «es una ocurrencia del Gobierno central, un obstáculo más». En el nacimiento del acueducto, señaló, «hubo unidad y ciencia, y no ocurrencia, entre cinco autonomías». Ante situaciones como la dana y sus efectos en la provincia de Valencia el pasado mes de octubre, el conseller exigió más embalses y conducciones «para acumular el agua en poco tiempo y que, a su vez, permita darle salida» ante una situación de inundaciones.
El viceconsejero de Medio Ambiente, Agricultura y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid, Rafael García, creyó positivo «tener una idea nacional del recurso hídrico que no nos enfrente los unos a los otros». El dirigente madrileño apostó por «cambiar el modo de gestionar el agua» en España, para lo que hace falta «una visión integral». Ahora, destacó, la división de competencias de las confederaciones según la cuenca hidrográfica no permite «una visión nacional del agua», al que exige para «poder hablar de las necesidades de Castilla-La Mancha o Madrid». En la misma línea que sus compañeros en la mesa, reclamó más obras hidráulicas y más inversión en infraestructuras «que nos permitan una capacidad de producción» suficiente y «nuevas alternativas, pero no hablar exclusivamente de la desalación». «Tenemos que hablar de una economía y producción competitiva», remarcó.
Por último, Ramiro Angulo, secretario general de Agua de la Junta de Andalucía, puso el acento en que su Comunidad tiene cinco trasvases en funcionamiento, pero se preguntó por qué el único que tiene problemas es el del Tajo-Segura, que alimenta al regadío de Almería. «El diálogo enriquece, ¿no será mejor acuerdo unas reglas de juego que den certidumbre?», se preguntó. Las revisiones de los planes hidrológicos es una fase más, pero Angulo vuelve a cuestionar este trabajo: «No podemos hacer nada sin planificación, pero de qué sirve si no tenemos el cumplimiento» de los mismos. La adaptación al cambio climático «es fundamental» para el secretario general, pero opinó en la mesa redonda que lo ideal no sería hablar de los caudales ecológicos, sino de alcanzar el buen estado del Tajo «sin la necesidad de causar un perjuicio económico.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.