Los regantes se rebelan por «el mayor ataque» del Ministerio al Trasvase

«La ministra Ribera, el secretario de Estado Hugo Morán y el director general del Agua han debido creer que en esta Región habita una manada de imbéciles». Con esta frase exteriorizó ayer su enfado el presidente de los regantes del Trasvase, Lucas Jiménez, al rechazar la postura del Ministerio de culpar a los regadíos del Tajo-Segura de la contaminación del Mar Menor, y negar por ello el envío de agua a diversas zonas del Levante que no tienen nada que ver con la laguna salada. Esta decisión también provocó el rechazo unánime de los partidos políticos, incluidos el PSOE murciano y el Gobierno de la Comunidad Valenciana, así como de los alcaldes socialistas de Elche, Lorca y Cartagena, quienes no aceptan el «pretexto y excusa» del Gobierno central sobre la situación del Mar Menor para cerrar el grifo a los regadíos.

En esta nueva guerra del Trasvase, el relato ministerial que vincula el Tajo-Segura con el Mar Menor marca un punto de inflexión en el futuro del acueducto y propinará un duro golpe a la economía del Levante, a la vez que deja de nuevo a los pies de los caballos a los socialistas de la Región de Murcia, quienes intentan que la ministra Teresa Ribera y el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, cambien su decisión y no castiguen a los regadíos que están fuera de la zona del Mar Menor.

El Ministerio y la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) no dieron ayer explicaciones, sobre este nuevo 'trasvase cero' para regar, por lo que se desconoce si mantendrá el mismo criterio durante los próximos meses, incluso años, y dejará de enviar agua para esta zona regable, declarada de interés nacional, que ocupa 132.000 hectáreas. Otra incógnita se planteó sobre el futuro de las plantas desaladoras, en particular la de Torrevieja, una de las mayores del mundo, ya que vende agua a los regadíos del entorno del Mar Menor.

Los regantes del Trasvase realizarán hoy las primeras movilizaciones ante la sede de la Delegación del Gobierno en Murcia para protestar por la «decisión política, desvergonzada y falsa del Ministerio». Será la primera manifestación, que irá en aumento, manifestó Lucas Jiménez, que compareció en la sede del Sindicato Central de Regantes (Scrats) junto con el resto de directivos de Alicante y Almería. Avanzó que están buscando fórmulas para no pagar al Ministerio el 'tasazo' por el acueducto, que se eleva a 12 millones de euros al año. Se trata de un pago fijo, aunque no reciban el agua.

Los regantes de Murcia, Alicante y Almería se rebelan y consideran que sufren «el mayor ataque del Ministerio contra el Trasvase». Jiménez apostilló que «van todos a una» y no tolerarán que no se mande agua al Campo de Cartagena y sí al resto de comunidades, en el supuesto de que el Gobierno de Pedro Sánchez modifique su postura. El dirigente del Scrats hizo patente su enfado ante «la criminalización» que hace el Ministerio del regadío del Levante, y negó que este sea el causante de la contaminación del ecosistema.

Declararon que la agricultura del Campo de Cartagena «está muerta» si el criterio para trasvasar se vincula de ahora en adelante al estado del Mar Menor. Jiménez explicó que no ha recibido explicaciones del Ministerio, y teme que también se impida utilizar agua de las desaladoras, que también «están en jaque». «Sin Trasvase tampoco hay desalación», aseguró, ya que ambos recursos se utilizan de forma combinada para reducir el precio y optimizar el agua para los cultivos. «Si no llegan aguas procedentes del Trasvase es inviable, no ya por precio, sino por propia regulación del recurso que está preso en la costa y que solamente con el uso de comunidades de regantes cercanas a la desaladora, entre ellas del Campo de Cartagena, es posible que otras puedan recibir recursos».

Jiménez recalcó que la agricultura del Campo de Cartagena «es honrada y que el Ministerio está tergiversando la verdad». «No vamos a pagar este pato». Recordó que hay 80 comunidades de regantes en las tres provincias, que no tienen ninguna relación con el Mar Menor. Consideró que el Gobierno central «nos han querido dar donde más nos duele. Están empecinados en darnos un final de año verdaderamente amargo. Estamos ante un 'trasvase cero' que significa pura y llanamente una decisión política desvergonzadamente falsa y que intenta culpabilizar a toda la agricultura de Murcia, Alicante y Almería de un problema ambiental como es el Mar Menor», agregó. «Nadie puede demostrar que dejando a la agricultura de Alicante, de Murcia y de Almería en secano vaya a mejorar la situación del Mar Menor». Advirtió que tal medida «pone en jaque a todo el sector primario que en recientes tiempos de crisis ha mantenido esta economía regional y lo pone en jaque precisamente cuando se anuncian tiempos de recesión».

Lucas Jiménez se preguntó también si el Ministerio tiene un plan B. Aludió a los miembros de la Comisión de Explotación del Trasvase, cuyos informes han sido rechazados en dos ocasiones por la ministra. «Siento hoy pesar por unos magníficos técnicos que tiene el Ministerio, que están siendo menospreciados por sus jefes». «Dijeron que había 108 hectómetros para un semestre y de momento llevamos cero». Consideró que el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, es un barón importante del PSOE que «está detrás» de esta situación.

El vicepresidente del Scrats, José Antonio Andújar, explicó que el presidente valenciano, Ximo Puig, ha mostrado su apoyo a los regantes ante «la insólita decisión del Ministerio». A su juicio, la explicación que ha dado el Ministerio «no la entiende ni la ministra, porque se penaliza a la cuenca del Segura en su conjunto por los efectos del Mar Menor». El Scrats planteará nuevas medidas de protesta en su asamblea anual.