Los regantes se preparan para la batalla por la posible subida del caudal ecológico del Tajo
Máxima preocupación entre los agricultores por la propuesta del Ministerio de aumentarlo un 40% en Aranjuez
No mata el Trasvase Tajo-Segura, pero lo deja agonizante, hasta el punto de que en los años con pocas reservas no se trasvasaría ... agua para el regadío del Levante. Los nuevos caudales ecológicos del Tajo que ha dado a conocer el Ministerio para la Transición Ecológica para el nuevo ciclo hidrológico han sido recibidos como un mazazo en el Levante, ya que incrementan hasta en un 40% el volumen del río a su paso por Aranjuez, de media anual, lo cual se traducirá en 80 hectómetros cúbicos que dejarán de trasvasarse a la Región de Murcia, Alicante y Almería.
La merma es relevante porque los regadíos del Trasvase reciben un promedio interanual de 200 hectómetros cúbicos desde que se puso en funcionamiento el acueducto. Unido a esto, los caudales mínimos propuestos en Toledo y Talavera de la Reina se duplican, lo cual incidirá también en los embalses de la cabecera y el Trasvase.
La propuesta del Ministerio, que aparece en los documentos del Esquema de Temas Importantes en los que se basará el nuevo Plan de Cuenca del Tajo, y que se publicaron ayer en la web de la Confederación Hidrográfica del Tajo, es incrementar a 8,5 metros cúbicos por segundo, de media, el caudal ecológico del cauce a su paso por Aranjuez, que ahora es de 6 metros cúbicos.
Lucas Jiménez: «No será el fin del Trasvase, pero sí una merma importante»
Seis meses de discusión
Ahora empieza otra larga y dura batalla política, técnica y territorial. La propuesta de los nuevos caudales ecológicos, que se espera desde el pasado verano, tiene por delante seis meses de debate y discusión. El presidente del Sindicato de Regantes del Trasvase (Scrats), Lucas Jiménez, recibió las cifras con «mucha preocupación», ya que los nuevos aforos de Aranjuez y Bolarque son determinantes.
«En un año malo, no habrá agua para trasvasar», declaró a LA VERDAD. Agregó que el Scrats se empleará a fondo para «rebajar cuanto se pueda» esos nuevos caudales. La ventaja es que el Sindicato ya tiene estudios científicos para tratar de demostrar que esos volúmenes pueden ser inferiores sin afectar a la flora y fauna del Tajo.
Los regantes confían en que la propuesta final, que se debe plasmar el año que viene en un decreto ley, sea menos perjudicial para el regadío del Levante. Hay tiempo por delante para conseguir, con argumentos técnicos, que el Ministerio suavice su postura, considera Jiménez.
La alarma del Scrats por lo que se avecinaba se encendió días atrás al conocer unas cifras iniciales que eran todavía peores, ya que algunas fuentes hablaban de un caudal de hasta 14 metros cúbicos por segundo en Aranjuez, lo cual habría significado la muerte inmediata del Trasvase, incluso para abastecer a la población.
En Toledo y Talavera se duplican los caudales, lo que incidirá también en el acueducto y en los embalses de la cabecera
De igual manera, los 10 metros cúbicos por segundo que proponían las organizaciones ecologistas, los colectivos antitrasvasistas y el Gobierno de Castilla-La Mancha habrían supuesto también el fin del acueducto.
Los caudales mínimos propuestos en Aranjuez oscilan entre los 7,2 y 9,76 metros cúbicos por segundo, según se trate de los meses de verano o invierno. El caudal vigente es ahora de 6. Los mayores incrementos se proponen para Toledo y Talavera, donde se duplican en invierno, al pasar de los 10 actuales a los 20,4 metros cúbicos por segundo, lo cual también tendrá su incidencia en la cabecera del Tajo.
«No será el fin del Trasvase, pero sí una merma importante de los recursos para futuros desembalses», indicó a LA VERDAD el presidente de los regantes, Lucas Jiménez, para quien esta propuesta es otro bocado que le dan al acueducto.
Para mantener el nuevo caudal ecológico propuesto para el Tajo, según los primeros cálculos realizados por el Sindicato de Regantes, sería necesario desembalsar unos 80 hectómetros cúbicos, recursos que se restarían de las reservas trasvasables para la cuenca del Segura, precisó Jiménez.
Expertos nacionales
A pesar de la preocupación que ha generado esta noticia entre los regantes, su presidente aclaró que «se trata de un documento de trabajo al que vamos a presentar alegaciones, para lo que tenemos seis meses».
Tras conocer los documentos que marcarán el diseño del futuro plan de cuenca del Tajo, el primer objetivo ahora para el Scrats es prepararse para el duro debate técnico que se avecina. «Ya estamos bien pertrechados -señaló Jiménez-; contamos con cuatro informes, dos de ellos de un calado científico importante, que avalan nuestras posiciones de que no es necesario aumentar el caudal ecológico, y esto lo vamos a completar con la contratación de expertos de ámbito nacional sobre la materia».
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