Los rectores de la UMU y la UPCT ven la LOSU como «una oportunidad perdida»
Las dos universidades critican que la reforma no resuelve el problema fundamental de las universidades, la falta de financiación
El Congreso ha dado el sí definitivo a la primera reforma integral de la universidad española en más de dos décadas, que entrará vigor entre ... final de mes y primeros de abril. El texto definitivo de Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) no contenta a rectores, estudiantes, consejos sociales ni profesores asociados, e incorpora las enmiendas del Senado, que establecen regímenes transitorios para los cambios en el estatus de los docentes, que tratan de evitar colapsos en las contrataciones y plazas a concurso.
La reforma, que se ha presentado como un medio para acabar con la temporalidad y la precariedad del profesorado universitario, con el amiguismo y los sesgos de género en la adjudicación de plazas, amplía el perfil de los candidatos a rector, impulsa la transferencia de investigación, otorga a los alumnos el derecho a la huelga y pretendía blindar una inversión pública mínima del 1% del PIB en 2030, pero no concreta cómo.
Para los rectores de las dos universidades públicas de la Región, la de Murcia (UMU) y la Politécnica de Cartagena (UPCT), la LOSU es una «oportunidad perdida», ya que, coinciden en lamentar, no da respuesta al problema fundamental de las universidades: la falta de financiación. «Falta el elemento principal para garantizar la suficiencia económica de las universidades. No incorpora un mecanismo para garantizar esa financiación, lo que la condena a ser una ley fracasada», critica el rector de la UMU, José Luján.
La misma sensación le queda a la UPCT: «Se trata de una nueva oportunidad perdida para mejorar la universidad. El aspecto clave de cualquier reforma es la garantía de que haya disponibilidad y compromiso presupuestario para llevar a cabo las reformas, y se ha trasladado la responsabilidad de la ejecución de las medidas a cada autonomía, por lo que el despliegue de la ley acrecentará las diferencias entre regiones y promoverá 17 sistemas universitarios».
A las dos universidades tampoco les convencen las reformas encaminadas a reducir el personal temporal: «Son meramente estéticas, como la idea de convertir en indefinidos los contratos de los profesores asociados, sometiéndoles a un proceso selectivo de difícil ejecución y que no garantiza que todos vayan a permanecer en la universidad». La UMU y la UPCT tendrán que dedicar los próximo años a adaptar estatutos y normativas, «pero sin que ello redunde en cambios relevantes en la misma», en opinión de la Politécnica. La UMU designará un delegado del rector para que coordine la adaptación normativa que implica la nueva ley.
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