El presidente del TSJ se despide lamentando que las necesidades de la Región de Murcia han sido «sistemáticamente ignoradas»

Era su último mensaje como presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Región de Murcia y el magistrado Miguel Pasqual del Riquelme aprovechó para dejar clara una vez más su indignación. «Este servicio público, que es también Poder del Estado, no se despliega ni se presta en igualdad de condiciones y recursos en todo el territorio español», remarcó, en un acto de presentación de la memoria anual del organismo que sirvió también como despedida del representante de la judicatura murciana, que la próxima semana dará el testigo al magistrado Manuel Luna. «Existen notables asimetrías y nuestra región está entre las que, año tras año, se llevan la peor parte».

Las buenas noticias volvieron a escasear en la tradicional comparecencia que el presidente del TSJ realiza ante los medios para hacer balance. Pasqual del Riquelme, que a lo largo de esta década no ha ido ocultando su indignación conforme sus peticiones desoídas se iban acumulando, puso encima de la mesa la memoria de un año judicial en el que los juzgados de la Región arrojaron los peores datos de su historia reciente. Los órganos de la Comunidad finalizaron el pasado año con más de 206.800 asuntos pendientes de respuesta. Solo en el último ejercicio esta gran bola de nieve aumentó un 15% más y alcanza ya unas dimensiones récord nunca antes vistas. Un panorama que Pasqual del Riquelme, que ha ido subiendo de tono desde que accedió a la presidencia del TSJ en 2015, achacó a la combinación de escasos medios personales y alta litigiosidad. Más allá del esfuerzo resolutivo desplegado desde los tribunales, remarcó, «las necesidades judiciales de nuestra región han sido sistemáticamente ignoradas en estos diez años a la hora de decidir dónde crear nuevas unidades judiciales».

Pasqual del Riquelme quiso no obstante, ensalzar el esfuerzo de los más de 1.600 servidores públicos que trabajan en la administración y que, contra viento y marea, lograron el pasado año sacar adelante casi 228.800 asuntos –una cifra también récord–. «No es solo que cada día miles de ciudadanos sean atendidos con plena normalidad en nuestras oficinas judiciales; y que decenas de litigios obtengan diariamente una respuesta judicial (...) El Poder Judicial ha acreditado a lo largo de estos años ante la ciudadanía su posición como actor relevante en la conformación y protección de nuestro modelo de convivencia, haciéndose presente en el imaginario colectivo como la última y, muchas veces, más efectiva y definitiva defensa de bienes jurídicos merecedores de una especial protección en tiempos tan complejos como los actuales».

El presidente del TSJ aprovechó esta cita para volver a poner encima de la mesa, como ya lleva años denunciando, las «notables asimetrías» existentes entre comunidades. El organismo ha transmitido un informe de necesidades en el que se plasma que la Región necesita, al menos, de 16 nuevas unidades. Se trataría de siete juzgados civiles –cuatro en Murcia y tres en Cartagena–; un juzgado de lo penal en Murcia; cuatro plazas de jueces de adscripción territorial; el tercer juzgado de violencia sobre la mujer en Murcia; un nuevo juzgado mixto en Molina de Segura; el segundo juzgado de vigilancia penitenciaria en la Región; y la creación de una nueva sección penal completa en la Audiencia Provincial de Murcia –que, ante la sobrecarga de agendas, ya está señalando vistas para 2027–.

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