María Comín: «Tenemos que preparar a los estudiantes para que sean capaces de desarrollar los trabajos del 2030»

-¿Cómo puede la tecnología marcar la diferencia, y no la brecha, como ocurrió en la pandemia, de la inclusión?

-Porque al final la tecnología está al servicio de cada ciudadano, de cada persona. Un estudiante que, por ejemplo, tenga dificultad auditiva, gracias a la tecnología será capaz de poder seguir una reunión porque tiene la transcripción y los subtítulos. El momento de pandemia fue un momento muy puntual en el que en 15 días todas las empresas, todas los elementos de la educación, se tuvieron que poner al servicio de las situaciones que estábamos viviendo. Desde entonces hasta ahora ha habido muchísimos más avances en la tecnología. Desde Microsoft hemos realizado muchísimas inversiones para que la accesibilidad esté presente en todas y cada una de nuestras herramientas. Trabajamos el concepto de diseño inclusivo desde un primer momento, desde su primer diseño, para que sea una accesibilidad incorporada, no atornillada. Es decir, sale un producto y tiene la adaptación para personas con discapacidad visual, con discapacidad auditiva, no hay que adaptarlo después. La accesibilidad, la digitalización, están permitiendo que personas que tienen muchas habilidades cognitivas cubran las necesidades de lo que no pueden hacer. Una persona que no pueda utilizar un brazo, ya sea de forma permanente o durante dos meses, parece que está imposibilitado para hacer algunas tareas. Gracias a la tecnología puede seguir trabajando, puede hacer dictado por voz, puede hacer muchísimas más cosas que en otro momento a lo mejor no iba a ser capaz de hacer.

-La inteligencia artificial permite la personalización de contenidos a través del algoritmo y del manejo de datos. Esa personalización facilita al maestro adaptarse de forma más ágil a las capacidades y peculiaridades de cada alumno...

-Cada alumno tiene un ritmo, unas capacidades. ¿Cuántos niveles de lectura puede haber en un aula? Para adaptarse a cada uno, el profesor pierde mucho tiempo y no puedes cubrir otras cosas. Si tú consigues personalizar a cada alumno la lectura, reduces tiempos de preparación, reduces tiempos de ruido en clase y puedes ser mucho más efectivo. Hay herramientas, como Presenter Coach, que permiten al alumno ensayar y preparar su presentación de PowerPoint. Ensayan con el 'coach' y les dice la cantidad de veces que se han equivocado, cómo tienen que modificar, cómo les puede ayudar. Les están dando pistas para mejorar.

-La irrupción del Chat GPT ha reavivado el debate sobre los modos de trabajo en el aula. Los estudiantes extienden ya a todo tipo de trabajos su reflexión de 'para qué voy a a aprender a hacer raíces cuadradas si te las hace la calculadora'…

-Lo que se trata es de posibilitar y potenciar el desarrollo de habilidades de esos estudiantes. Es interesante que utilicen herramientas que permiten hacer búsquedas más personalizadas. No es ya que te busque, ni te resuelva una ecuación, sino que tú le puedas hacer una pregunta, sacar contenidos y que te complemente esas actividades normales que se están realizando. La tecnología debe utilizarse de una manera ética, en el momento adecuado y de la forma adecuada. Las máquinas nunca van a sustituir al docente, le van a ayudar a hacer su trabajo de otra forma, pero esa conexión de los docentes con los estudiantes siempre va a existir.

-Los niños que hoy estudian en los colegios van a enfrentar un mundo laboral cambiante del que podemos anticipar poco. ¿Cómo se les prepara para ello?

-Ya están cambiando las profesiones en todos los segmentos, en educación, sanidad, agricultura, transporte. Lo que pensamos desde Microsoft es que nuestro sistema educativo tiene que preparar a esos estudiantes para ese futuro. Y de una manera muy diferente a como lo estamos haciendo en el pasado. Y ahí la tecnología ayuda a que esos estudiantes de ahora puedan desarrollarse y tener esas habilidades para incorporarse a un mercado laboral que en el 2030 será diferente al que conocemos.

-¿Y en el caso de los alumnos con necesidades educativas especiales, que ventajas pueden lograr con la educación digital?

-Ese aspecto lo tenemos cubierto con inteligencia artificial con muchos de nuestros desarrollos. El lector inmersivo, por ejemplo, permite que en cualquier aplicación cualquier persona pueda personalizar la forma en la que lee el contenido: a través del tipo de letra, a través del espaciado, el contraste, la traducción del texto, al señalar las diferentes líneas, con la visualización también a través de pictogramas para que personas con dificultad cognitiva sean capaces de interpretar mejor ese texto y su contenido, para que personas con dificultad visual puedan abrir el contenido más grande o escucharlo, pueden cambiar el idioma en ese mismo momento, algo muy útil para alumnos que no conocen el idioma… Estamos hablando de que con tres 'clics' cualquier persona con su usuario puede personalizarlo, y si utiliza cualquier otro dispositivo, que es muy importante y una manera de romper la brecha digital, también, no tiene por qué ser el ordenador de clase, sino que con su tablet en casa.

-Lo que parece claro es que no podemos seguir basando la educación en la mera transmisión de contenidos…

-Tenemos que preparar a los estudiantes para que sean capaces de desarrollar los trabajos del 2030. Se trata de que adquieran habilidades sociales, de colaboración, de aprendizaje, de empatía, de oratoria, esa parte de 'soft skills' que son necesarias; por otro lado, toda la capa de tecnología que es necesaria implementar; que adquieran conocimientos de 'cloud', de 'cloud computing', de inteligencia artificial, de uso del dato, porque eso lo piden las empresas, y cada vez de las edades más tempranas.

-Es complicado captar la atención de los alumnos, que están sobresaturados de estímulos. ¿Cómo lo plantean?

-Hay proyectos muy interesantes. Por ejemplo, el Minecraft Education es una versión educativa del juego comercial de Minecraft. Trasladado al entorno educativo, les llevamos al aula una experiencia que les produce satisfacción y les gusta, porque es un juego que conocen. Con esa versión, que es totalmente segura y privada, se pueden plantear retos a través de la construcción de bloques. Por ejemplo, para trabajar en Historia del Arte, el docente puede plantear el reto de crear una construcción renacentista. Organiza el aula por grupos y cada equipo se debe dedicar a construir una parte de ese monumento; tienen que investigar los materiales, la historia, montar un proyecto colaborativo, organizarse el trabajo, exponerlo en clase… Al final están trabajando algo, que es un juego trasladado al aula, y están desarrollando muchísimas habilidades: cognitivas, oratoria, organizativa, colaboración, trabajo en equipo, liderazgo, cosas que a lo mejor no es muy fácil trasladar de otra forma. Dentro de Minecraft también hay rutas ya preparadas para trabajar la Química, Lengua, Matemáticas…

-Muchas de sus herramientas están ideadas para alumnos con necesidades educativas especiales, que tienen una tasa de inclusión en el mercado laboral un 25% más baja de la media. ¿Qué barreras pueden superar con ellas?

-Hay que prepararles para que estén listos para ese mercado laboral, y aprovechar un poco la creación de empleo también de la digitalización. Con la digitalización hay puestos que sí que pueden ocupar. Tenemos una alianza con el Grupo Social Once desde hace 20 años y trabajamos constantemente con ellos en ese compromiso, en trabajar nuevas líneas de colaboración en el ámbito de la formación, en el formato del empleo… Gracias a la digitalización pueden realizar trabajos que antes no era posible. Por ejemplo, ser guía en un museo; ahora gracias a la tecnología pueden desarrollar esa tarea, y sobre todo formarse sin límites.