Pedreño acometerá de inmediato la renovación de la cúpula sanitaria

El relevo en la cúpula estaba previsto desde la salida de Manuel Villegas, pero se dejó aparcado con el pretexto de que no era el mejor momento para cambiar la dirección política del sistema sanitario público ante la delicada situación que vivía la Región en los días en los que estalló el escándalo de las vacunaciones fuera de protocolo, con cerca de dos mil positivos diarios y los hospitales al borde del colapso. Con la tercera ola bajo relativo control, la presión asistencial a la baja y Pedreño ejerciendo al cien por cien tras superar la Covid-19, no tiene ya sentido retrasar más la renovación.

La puntilla a estos altos cargos, además, llegó con la consulta del listado de vacunados que realizaron el pasado viernes diputados regionales de PSOE, Vox y Podemos. Ese día se confirmó «lo que ya se sabía de Salud», según declaró a los medios de comunicación la portavoz de la formación morada, María Marín. Es decir, que los directores generales Asensio López (SMS), José Carlos Vicente (Salud Pública), María Teresa Martínez Ros (Planificación, Investigación, Farmacia y Atención al Ciudadano), Inmaculada Barceló (Asistencia Sanitaria) y Pablo Alarcón (Recursos Humanos) recibieron el preparado de Pfizer junto a Manuel Villegas, tras una interpretación particular del protocolo ministerial realizada por el equipo directivo.

En efecto, cuando LA VERDAD destapó el 19 de enero que el entonces consejero y varios altos cargos de Salud fueron vacunados sin que les correspondiera, el Gobierno regional admitió los hechos, aunque nunca relevó la identidad de los implicados apelando a la protección de datos. El Ejecutivo reconoció que se inmunizaron «miembros del equipo directivo que son sanitarios», sin especificar cuántos ni quiénes fueron los mismos.

Es cierto que Asensio López, José Carlos Vicente, María Teresa Martínez e Inmaculada Barceló son médicos, como lo era Villegas. Pero Pablo Alarcón es licenciado en Ciencias del Trabajo, según consta en su perfil profesional, aunque la Comunidad afirma que es personal estatutario del Servicio Murciano de Salud. Defienden en el Gobierno que ninguno de ellos se aprovechó de su cargo público para saltarse la cola, ya que habrían recibido las dosis de igual forma de no haber estado en política. El único dirigente de Salud que no es de la casa es Andrés Torrente, secretario general de la Consejería y hombre del PP. Su nombre no constaba en los listados de vacunados al que tuvieron acceso el pasado viernes cinco diputados de la Asamblea Regional.

En cuanto a los todavía directores generales de la Consejería de Salud, varias fuentes informaron ayer a LA VERDAD de que algunos de ellos están solicitando «a gritos» la destitución ante «el linchamiento» que consideran que están sufriendo estos días.