La parricida de Santomera recupera la libertad tras pasar 18 años encarcelada
Salió este viernes por la tarde del centro penitenciario de Campos del Río tras haberle sido concedido el tercer grado
Francisca Gonzaléz, conocida como la parricida de Santomera, quien fue condenada a 40 años de prisión por el estrangulamiento de sus dos hijos menores en el año 2002, acaba de salir en libertad del centro penitenciario de Campos del Río tras obtener el tercer grado. Ello implica que solo deberá volver a la cárcel para dormir, en función del régimen penitenciario concreto que se le haya fijado en función de sus circunstancias personales y laborales.
Paquita, como se la conoce popularmente, salió de la cárcel acompañada por su abogado, Melecio Castaño, quien se encargó en los últimos meses de tramitarle la concesión de los últimos permisos de fin de semana y, finalmente, de este régimen de semilibertad. La interna ha pasado algo más de 18 años entre rejas, desde que fue detenida en enero de 2002 como principal sospechosa del asesinato de sus dos hijos más pequeños, de seis y cuatro años, a quienes estranguló con el cargador de un teléfono móvil. El crimen estuvo motivado en apariencia por el deseo de causar el máximo dolor posible a su esposo, de quien sospechaba que le había sido infiel.
LA VERDAD ya documentó meses atrás la salida de prisión de Francisca González con un permiso de fin de semana y ofreció las primeras fotos que se tomaban de esta mujer desde que fue condenada hace quince años por un jurado popular.
La prioridad de Paquita es conseguir un trabajo, con lo que en el peor de los casos solo tendría que dormir en prisión
En octubre, la condicional
El abogado Castaño manifestó que el principal objetivo de Francisca González es estos momentos es conseguir un trabajo, ya que ello le permitiría salir todos los días del centro penitenciario y regresar solo a dormir. Además señaló que va a tratar de que en breve se le otorgue una pulsera de control telemático, lo que relajaría mucho más los controles. Y aseguró que en octubre se encontraría, a priori, en condiciones de obtener la libertad condicional, con lo que diría adiós definitivamente a las rejas.