La revisión del Plan General de Fortuna destapa la desaparición de hábitats protegidos

Uno es que «las variaciones que se han producido en el terreno desde entonces, que han hecho desaparecer alguno de esos hábitats»; y otro, que la Corporación actúa «buscando el equilibrio entre las necesidades del municipio, tanto de desarrollarse como de proteger su patrimonio natural». El dosier de Incotec, de «respuesta a las conclusiones del informe de la Dirección General de Territorio y Arquitectura» enviado por la Consejería al Ayuntamiento en junio de 2023, no detalla la superficie, los daños y los lugares. La normativa europea obliga a restaurar los espacios deteriorados.

Fuentes de la Concejalía de Urbanismo aseguraron no poder indicar si las alteraciones del suelo en los últimos 14 años se deben a la construcción de viviendas o naves industriales, a roturaciones agrícolas o a otras razones. Y señalaron que la situación de cada hábitat se conocerá con el estudio de detalle de cada plan parcial.

En la Consejería de Medio Ambiente consta la existencia de cuatro «expedientes abiertos y con resolución condenatoria en Fortuna». Tienen que ver con espacios ubicados en el área del humedal del Ajauque y Rambla Salada, un espacio natural protegido, y con daños causados por prácticas como «roturación, apertura de viales e incumplimiento de autorización para realizar un vallado».

Tres sanciones se dirigieron contra «particulares» y otro contra «una finca». En concreto, tres vecinos infringieron la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, por deterioro o alteración de hábitats prioritarios de interés comunitario. Recibieron sanciones de 3.001 en dos casos, de 5.000 en otro y de 8.002 en otro (por una «alteración significativa»). Estas fuentes no concretaron si los terrenos han sido restaurados.

Por otra parte, Fomento advirtió al Consistorio de que el PGMO no había «incorporado la cartografía de los hábitats de interés comunitario que afectan a una parte significativa del suelo urbanizable sectorizado». Y no acreditó «la ausencia de repercusiones sobre hábitats». Según Incotec, la declaración de impacto ambiental del Plan señaló que las cartografías detalladas se harán «con carácter previo a la ordenación de cada sector», es decir con cada plan parcial.

El informe de la consultora, que el Consistorio prevé enviar a la Consejería, indica que «en los casos en los que la superficie de hábitats identificada es pequeña, no se sitúa cerca de otros hábitats y se localiza en un lugar natural de desarrollo urbano, se ha estimado conveniente no considerar la protección especial de ese terreno».

Fomento también avisó de que «no existen garantías de la viabilidad» de ciertos desarrollos y vio comprometido «el cumplimiento de estándares de sistemas generales de espacios libres y la materialización de los aprovechamientos previstos». Según Incotec, tras una revisión, «la edificabilidad en suelo urbano residencial ha disminuido, resultando un excedente mayor de sistemas generales».

Uno de los motivos de conflicto es el crecimiento de núcleos urbanos afectados por hábitats, como Peña Zafra de Abajo y La Garapacha. Los técnicos de la consultora sostienen que «los pequeños crecimientos permitidos en los núcleos urbanos no afectan de manera significativa a las extensas zonas de hábitats y se consideran necesarios por el bien de estos».