Fallece de forma repentina el ermitaño del Santuario del Niño del Balate durante la romería
Este suceso empañó la festividad, pues Antoñin, como se le apodaba, era muy querido en Mula
El ermitaño del Sanutario del Niño del Balate falleció este viernes cuando se celebraba la romería. Eran casi las once de la mañana y la imagen iba camino hacia su santuario por el paraje del Zurbano, cuando los miles de fieles tuvieron que dejar paso al vehículo de la Policía Local y a la ambulancia medicalizada, que se trasladaban de urgencia hacia la pedanía.
Minutos más tarde, se corría la voz entre los romeros de que a Antoñín, el ermitaño del Santuario del Balate, había caído desvanecido en el mismo santuario. Una hora más tarde se confirmó su fallecimiento. Este suceso empañó la festividad, pues Antonio Ibañez 'Antoñín' era muy conocido y querido en la ciudad de Mula. Sobre todo por su dedicación, en los últimos años, a cuidar y abrir el Santuario del Balate. El párroco de Santo Domingo de Guzmán, Joaquín Hernández, ofreció la misa de romería por su alma.
Desde el Ayuntamiento de Mula, el concejal de seguridad, Diego Boluda, quiso trasladar su pesar y el de toda la corporación municipal a la familia y amigos de Antoñín «en un día que es de gran felicidad para los muleños pero que su perdida ha empañado la alegría de todos».
Miles de personas participan en la romería
La imagen del Balate salió del Real Monasterio a las 9 de la mañana. Acompañado por cientos de fieles y autoridades, recorrió las calles de Las Monjas, Martín Perea, Boticas, General Valcárcel, Federico Balart, para llegar al barrio de San Felipe, donde fue despedido de la ciudad de Mula, camino de su santuario, situado a unos cuatro kilómetros de la ciudad.
Durante la caminata se prendió fuego a cientos de metros de traca y fueron disparados centenares de cohetes, al mismo tiempo que algunos agricultores adornaban la urna con alhábega (albahaca), planta que es utilizada por tradición par decorar la urna que protege la imagen sagrada.
Muchos de los romeros, en cumplimiento de una promesa, iban descalzos, realizando todo el recorrido de esta manera. Otros, venidos de todos los puntos de la Región, e incluso de fuera de las fronteras murcianas, contemplaron el fervor que provoca esta imagen sagrada.
La urna, con la imagen portada por feligreses, llegaba a la pedanía del Niño, paraje del Balate, al mediodía. Es allí, como de costumbre, en la plaza del santuario, donde se celebró la eucaristía. Una vez terminada la misa, la imagen del Niño fue colocada en la capilla del altar mayor, y allí cientos de feligreses se acercaron para ver de cerca la talla.
A partir de ese momento comenzó el tradicional almuerzo romero. Unos decidieron ocupar casas y cortijos de campo y huertas cercanas, así como utilizar los restaurantes de la zona, que se vieron colmados por el numeroso público asistente. Muchos empezaron a ocupar lugares en el paraje desde el amanecer, dado que, llegado el mediodía, se hace imposible ocupar un lugar en la zona, pues está todo ocupado
Durante el recorrido, desde Mula a la pedanía del Niño, unas tres horas, la carretera comarcal 516, estuvo ocupada por romeros, en sus cuatro kilómetros de longitud. Por tal motivo en prevención de accidente e incidentes, agentes de policía local y Guardia Civil así como voluntarios de protección civil (de Campos del Río, Calasparra, Caravaca, Bullas y Mula) custodiaron la marcha, contando incluso con el auxilio de personal sanitario y bomberos. Estos últimos por el gran número de tracas y cohetes que se disparan. También trabajaron todos los operarios del Servicio Municipal de Limpieza, que limpiaban las calles conforme iba pasando la comitiva.
Pese al traslado de la imagen del Niño del Balate a su santuario, continúan las fiestas patronales, siendo este viernes 23 la festividad de la patrona, la Virgen del Carmen, y el día 25 la festividad del patrón San Felipe.