Óscar Urralburu: «En política se deja lo personal en la puerta y se habla de ideas y proyectos»

-¿Qué consecuencias negativas tendría que los partidos a la izquierda del PSOE concurrieran separados a las elecciones?

-Siempre he defendido que la madurez de una sociedad democrática se manifiesta en que haya diferentes opciones políticas. Eso no quita para que reconozcamos los límites de cada contexto. El actual contexto, especialmente en la Región, no es muy positivo para los partidos progresistas. El electorado está muy desmovilizado y estamos inmersos en una crisis económica y social profunda, que se prevé prolongada en el tiempo y que hace que adquieran más importancia las políticas públicas que se desarrollen desde el Gobierno de España y el Gobierno de la Región. Creemos que se reúnen las condiciones para que sea posible, por un lado, defender una propuesta regional conjunta y, por otro, ayudar para que se pueda mantener el Gobierno de España cuando haya elecciones generales. Hay otros elementos determinantes. En 2019, contra todo pronóstico, IU se quedó fuera de la Asamblea y Podemos, que entonces lideraba yo, apenas superó el 5%. Eso nos tiene que hacer reflexionar profundamente sobre la realidad electoral de la Región y pensar que es necesario conformar una candidatura que pueda sumar cada voto electoral, construyendo una apuesta política para afrontar la posibilidad de que el PP y los tránsfugas suban el umbral del 3% al 5% en la ley electoral, lo cual nos dificultaría a todos mucho poder entrar en la Asamblea.

-Usted, cuando lideró en Podemos, nunca logró ponerse de acuerdo con IU para crear una coalición. ¿En qué han cambiado, tanto IU como Óscar Urralburu, para que ahora se esté cerca de un acuerdo?

-En 2019 hubo una mesa de negociación que no alcanzó ningún acuerdo y la responsabilidad fue de todos. Podemos y Equo sí que lo alcanzamos, pero no fue posible con IU, y yo respeto cuando me dicen que no y cuando me dicen que sí. El contexto de 2019 no tiene que ver con el actual. Ahora vemos con preocupación la fatiga del electorado progresista. No solo en la Región y en España, sino a nivel internacional, como ha pasado en Italia, lo cual es un mensaje de que los derechos cuesta mucho conseguirlos y se pierden muy rápido. Las encuestas en 2019 decían que entrábamos todos en la Asamblea, pero ahora dicen no solamente que no entramos todos, sino que, si hay un cambio de la ley electoral, es posible que no entre nadie si vamos por separado. Eso nos debe hacer reflexionar. La coincidencia en el análisis de la situación entre Más Región e IU es total, lo que ayuda a que la negociación avance. Es hora de conformar una propuesta que abra la esperanza a la ciudadanía progresista de la Región.

-A su juicio, ¿qué debe ofrecer esa candidatura de la izquierda a los ciudadanos de esta Región?

-Las claves, y en eso también estamos en plena sintonía con IU y Verdes-Equo, deben ser la reducción de la desigualdad, de la degradación democrática y también del deterioro ambiental. Si tenemos un sistema económico que abunda en la desigualdad y un medio social productivo que degrada el medio ambiente y lleva al colapso a ecosistemas como el Mar Menor, y si vemos que el sistema democrático se ha corrompido hasta el tuétano, tenemos que pensar en qué podemos ofrecer para ayudar a que la situación cambie, para que, desde la responsabilidad política, seamos capaces de recuperar la confianza, superar la apatía en la sociedad regional y frenar esa ofensiva reaccionaria que vemos cada día por parte de la derecha y la ultraderecha. Tenemos en esta Región iniciativas positivas, como la plataforma Pro Soterramiento, que logró algo muy difícil gracias a la cohesión y la movilización social, y recientemente la plataforma de la ILP para dotar de personalidad jurídica al Mar Menor. Son ejemplos que nos deben guiar para construir algo positivo para largo y medio plazo.

-¿Cuál cree que es la causa de las reticencias de Podemos a sentarse en la mesa?

-Yo no puedo hablar por nadie, pero sí hacer una valoración general. Los partidos son instrumentos claves en la democracia para vehicular la participación política, que es un derecho fundamental. Debemos reflexionar si los partidos son un fin o son un medio. Yo creo que son un medio. Y a partir de ahí pensar si estamos o no siendo útiles a la hora de conformar una fuerza política que, con el apoyo de otra fuerza, porque no hay que ser ilusos, permita mantener gobiernos progresistas en los municipios, dar un horizonte de posibilidad de un cambio político a nivel autonómico y conservar el Gobierno de España. La ciudadanía tiene ganas de decirle que no a la derecha y a la ultraderecha, pero se lo tenemos que poner fácil.

-¿Siente que la actitud de Podemos tiene que ver con un veto personal hacia usted?

-Yo siempre dejo lo personal a un lado. Cuando uno ejerce una responsabilidad pública, tiene que velar por el interés general. Yo no tengo ningún tipo de resentimiento con nadie y, cuando me siento en una mesa, lo hago para hablar de política, de procedimientos, de normas... He sido responsable sindical en otros tiempos y he llegado a acuerdos con el PP, con alguna gente que me caía en lo personal muy mal. También le recuerdo que fuimos capaces de acordar la reforma del Estatuto de Autonomía entre PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos. En política se deja lo personal en la puerta para hablar de ideas, de propuestas y de proyectos. Ahí me van a encontrar siempre.

-¿Tendría problemas con ir en la misma candidatura encabezada por María Marín?

-En absoluto. Pero le aseguro que ahora mismo estoy mucho más preocupado en los procedimientos que regulen la vida de una futura coalición y permitan la convivencia sin que esté permanentemente el ruido en los medios de comunicación.

-¿Pretende ir en esa hipotética candidatura de unidad?

-En Más Región tendremos las primarias a principios de año y no me he planteado aún si me presentaré o no. Ahora estamos en ver cuál es el resultado de la negociación con IU y Verdes-Equo. Nuestro objetivo es crear equipos para defender nuestras ideas, para que, si finalmente hay coalición, se puedan defender en las instituciones locales y autonómicas de la Región.

-¿Qué le parecen las críticas de Pablo Iglesias a Yolanda Díaz?

-Soy muy demócrata y respeto la libertad de expresión. En este caso, hay un periodista que tiene un podcast de radio, al que invitan a la clausura de unas jornadas de un partido y da su opinión. Ahora bien, como responsable político, pienso que los partidos progresistas tenemos la responsabilidad de no caer en la provocación que se pueden permitir algunos periodistas. Yolanda Díaz me parece un ejemplo institucional y valoro su trabajo como ministra, con los ERTE, la reforma laboral o la subida del Salario Mínimo Interprofesional.