Cada orientador atiende a una media de 530 alumnos en los centros educativos de la Región de Murcia
La ratio ha mejorado en los tres últimos años, pero duplica las cifras recomendadas por los organismos internacionales
Los orientadores que trabajan por el bienestar emocional y la salud mental de los alumnos en colegios e institutos atienden al doble de ... alumnos de lo que recomiendan organismos internacionales como la Unesco. Con todo, la ratio de orientadores ha experimentado un destacado descenso en los tres últimos cursos, cuando Educación comenzó a reforzar medios para hacer frente a los problemas de salud emocional en las aulas que dieron la cara tras la pandemia por la covid. Según las cifras facilitadas por la Consejería, cada orientador atiende a una media de 530 alumnos; en el curso 2022-2023 la proporción era de un orientador por cada 629 estudiantes; y en el año académico siguiente bajó a 600.
La ratio se ha calculado dividiendo el número de alumnos entre el cupo de orientadores, es decir los profesionales que suman jornadas completas. Este curso trabajan en los centros educativos de la Región 546 orientadores, pero en muchos casos no realizan jornadas completas. Para calcular la ratio, la cifra que se toma en consideración es la de los cupos, es decir, jornadas completas, los denominados cupos. El total de orientadores suma 505 cupos completos. El total de alumnos a los que atienden es de cerca de 272.000, que incluye alumnado de Infantil, Primaria, Secundaria, Formación Profesional de grado básico y medio, FP de grado básico para adultos y ESO de adultos.
Más funciones
La Región ha mejorado su ratio de orientadores, pero queda margen de mejora. Otras comunidades, como la valenciana, han llegado a acuerdos con los sindicatos para establecer topes más exigentes. Así, este curso, los colegios e institutos de la Comunidad Valenciana han pasado de disponer de un orientador por cada 700 alumnos a uno por cada 400. Una tasa que los profesionales murcianos miran con envidia y se marcan como referente para poder ofrecer una mejor atención a los alumnos de la Región.
La asociación Apoermur y la Consejería diseñan un plan para rebajar las tasas los próximos cursos
Los equipos de orientadores, además de atender el bienestar emocional de los alumnos, deben aconsejar y asesorar a los estudiantes sobre muchas otras cuestiones académicas (qué itinerario les conviene más, informarles sobre la oferta de Formación Profesional, alternativas académicas...), promover la convivencia escolar y llevar a la práctica numerosos programas y proyectos que implican mucha burocracia y papeleo.
La Asociación de Orientadores Educativos de la Región, Apoemur, valora el incremento de las plantillas, pero considera que el objetivo debe ser alcanzar tasas similares a las acordadas en la Comunidad Valenciana en todos los centros y, en el mejor de los casos, las recomendadas por los organismos internacionales que marcan un estándar ideal de un orientador educativo por cada 250 alumnos.
Los profesionales han sumado al aumento de demandas de atención de los chicos la aplicación de nuevos programas
«Cuando planteamos la ratio entendemos que también hay que tener en cuenta la tipología del centro y la inmersión en programas y proyectos donde el orientador educativo interviene», reclama la presidenta de la asociación, Belén Escribano, quien también apunta que las ratios presentadas por la Consejería de Educación incluyen a los equipos de orientación que atienden a varios centros educativos. Las condiciones que marcan el reparto de orientadores dan lugar también a situaciones heterogéneas. El refuerzo desplegado por la Consejería de Educación contempla que los institutos con más de 900 estudiantes cuenten con dos orientadores, como ya ocurre desde este curso. Esa dotación extra ha sido recibida con alivio en los centros de Secundaria con una matrícula elevada, como el Alfonso X de Murcia y el Sanje de Alcantarilla, que superan los 1.500 alumnos. Sin embargo, los institutos que no llegan a rebasar los 900 estudiantes por apenas una decena de estudiantes se han quedado con un solo orientador.
La Asociación de Orientadores Educativos de la Región está en cualquier caso satisfecha con la disponibilidad de la Consejería de Educación, «que nos propuso que planteáramos un plan de mejora que se está teniendo en cuenta». Esa propuesta contempla un cronograma a cuatro años para rebajar las ratios que los orientadores confían en sacar adelante. «Las funciones del orientador educativo se han multiplicado, y es necesario, para dar un servicio de calidad, ir aumentando progresivamente la plantilla de este perfil profesional. La realidad actual en los centros educativos de la Región de Murcia se ve superada por las demandas», reclama Escribano.
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