Jorge Piernas: «La UE ofrece oportunidades formidables para la formación de nuestros estudiantes»

–¿Cuál es la trascendencia de las políticas de la Unión en la Región de Murcia?

–La Unión Europea tiene un impacto profundo en nuestro día a día. Diversos estudios indican que en torno al 40% de la legislación nacional, incluso más en algunos ámbitos, tiene su origen en las instituciones europeas. Por mencionar algunos de los beneficios más claros para la Región, disfrutamos de la libre circulación de personas que facilita la llegada de numerosos turistas, así como de la libre circulación de mercancías, que favorece la exportación de nuestros productos. Asimismo, nos beneficiamos de una política medioambiental europea vigilante con los Estados miembros, y cuyos fondos y apoyo científico esperemos que puedan contribuir a recuperar el Mar Menor.

A nivel académico, la Unión Europea ofrece oportunidades formidables para los estudiantes, por ejemplo, en términos de movilidad internacional de estudios y prácticas, pero también para el personal de administración y servicios, o para los investigadores, que pueden acceder a convocatorias competitivas de proyectos de investigación y otros europeos, como los Erasmus. Paradójicamente, se produce un notable desequilibrio entre el impacto de la UE en nuestro país, y la Región de Murcia, y el conocimiento que, por regla general, los ciudadanos tienen sobre las oportunidades y derechos que ofrece. Con esta Cátedra pretendemos también contribuir a reducir esa brecha o desequilibrio.

–Si se concede a Ucrania el estatus de candidato a la UE, ¿acelerará el final de la guerra?

–Aunque es una situación compleja, dudo que a corto plazo la concesión del estatus de candidato a Ucrania detenga a Rusia en el plano militar. No obstante, se lanza un contundente mensaje político al Estado agresor, confirmando el apoyo de la Unión a Ucrania. En todo caso, cabe recordar que el proceso de adhesión, al menos por la experiencia hasta el presente, lleva tiempo, habida cuenta de que se acredita el cumplimiento de los criterios de admisión y los pasos administrativos que dirige la Comisión Europea. Sería por tanto un mensaje político relevante, pero las consecuencias para el conflicto no serían probablemente inmediatas.

Me gustaría destacar en este contexto que los Estados miembros de la Unión se benefician de la protección del artículo 42.7 del Tratado de la Unión Europea, la denominada cláusula de defensa mutua, en caso de ser objeto de una agresión armada, con los matices que la misma prevé, pero para ello se requiere ser Estado miembro.

–¿Por qué hay países que muestran su rechazo a la adhesión?

–Las razones serán probablemente muy variadas. No obstante, existe en mi opinión un cierto 'falso debate' sobre la ampliación de la Unión Europea, en el sentido de que la ampliación necesariamente dificulta la consecución de objetivos, pero ello solo es así en los ámbitos donde rige la unanimidad, que son minoritarios en la UE, especialmente en política exterior. Digo falso porque incluso en ese ámbito el Tratado permite cambiar el proceso de toma de decisiones sin perjuicio de que sigan produciéndose incorporaciones de otros Estados.

Por otro lado hay países que pueden albergar dudas respecto de la incorporación de Ucrania por los serios problemas que ha habido con Hungría y Polonia recientemente en cuestiones de respeto de los valores de la Unión, pero de nuevo no me parecería correcto atribuir esos problemas sólo a la ampliación sino a las limitaciones que ofrecen los Tratados en algunos ámbitos.

–¿Está preparada la Unión Europea para la salida de otro Estado miembro?

–La Unión Europea sobrevivió a la denominada 'profecía' de Trump, según la cual la salida del Reino Unido sería la primera de otras. Ni ha habido más ni, en mi opinión, se esperan otras de momento. Es cierto que esta decisión supuso un gran reto para la Unión Europea, pero sin duda se ha superado con solvencia. Ha quedado demostrado que se está mejor dentro que fuera. Una realidad de la que es consciente Reino Unido y sus ciudadanos, que son los principales perjudicados, a mi juicio, aunque obviamente no los únicos.

–La pandemia ha dejado un complicado escenario económico, ¿cómo de positivo está resultando el plan de recuperación para Europa?

–La crisis sanitaria ha supuesto un desafío sin precedentes. Si tenemos en cuenta sus limitadas competencias en sanidad, su respuesta centralizando la compra de vacunas, que de otra manera nos habría traído serios problemas, ha sido un éxito. Más allá de la desolación por las pérdidas humanas y económicas, la pandemia ha mostrado la fortaleza de la Unión. Respecto a las consecuencias económicas, los avances en mutualización de la deuda en la zona euro para impulsar la recuperación han constituido un hito sin precedentes en 70 años. Soy optimista y creo que la Unión Europea saldrá reforzada de este nuevo reto.