Morán, a los regantes: «Me han puesto aquí para que no os falte agua, sea de donde sea»

El presidente del Scrats, Lucas Jiménez, manifestó que han apreciado un cambio de postura en el Ministerio, alejado del discurso de meses anteriores, cuando la ministra Teresa Ribera y Hugo Morán advirtieron de que los trasvases deben ser excepcionales, negaron que haya cuencas deficitarias y apostaron por la autosuficiencia. El Scrats, no obstante, esperará a ver cómo evolucionan los acontecimientos, y sobre todo la futura ley de Cambio Climático. Le dio ayer un margen de confianza al Ministerio, no sin antes pedirle aclaración a Hugo Morán sobre las polémicas declaraciones que hizo a 'La Verdad' días atrás.

«La sensación ha sido muy buena y no se ha puesto en duda la continuidad del acueducto. Entrar ahora en un debate sobre el futuro del Trasvase resulta estéril, ya que nadie puede vaticinar lo que va a suceder dentro de 15 o 20 años, y en qué circunstancias estaremos entonces. El futuro no lo sabe nadie», enfatizó Lucas Jiménez. El secretario de Estado les transmitió el objetivo de consolidar la confluencia de recursos de distinta procedencia, con una clara apuesta por la desalación. En paralelo, la intención del Ministerio es seguir aplicando la ley del Memorándum del Tajo y las reglas de explotación, a través de las reuniones mensuales de la comisión técnica de explotación.

En cuanto al precio de 30 céntimos para el agua desalada, las autoridades europeas mantienen sus reparos a esta tarifa bonificada, ya que son partidarias de aplicar a rajatabla la directiva marco de agua sobre la recuperación de costes. La propuesta fue defendida por el PSOE en el Congreso durante el debate de la Ley de la Sequía, y ahora el Ministerio está más obligado a aplicarla, para lo cual se acogerá a las excepciones que prevé la normativa para las regiones más áridas.

En la reunión también se abordó el proyecto para interconectar las desaladoras con los canales del Postrasvase Tajo-Segura. El Scrats es partidario de que la conexión se realice en el Azud de Ojós. Las obras para el mallado de la cuenca del Segura, que se prevén costosas, pueden durar entre cuatro y cinco años.

El presidente de Proexport y de los regantes de Lorca, Juan Marín, añadió que han encontrado «un buen talante» en el secretario de Estado y el director general del Agua. «La reunión ha sido alentadora. Lo normal es dar un margen de confianza, y luego se verá». Marín espera que Morán aclare la tarifa del agua desalada. «Comentó que habrá un rango de precios, pero debe ser más concreto». El próximo decreto de sequía, que será el cuarto consecutivo para la cuenca del Segura, se presentará en breve en el Congreso de los Diputados.