Un avión suizo jubilará a los reactores de entrenamiento C-101 de la AGA
El coste de los nuevos 24 aparatos Pilatus PC-21, que entrarán en servicio el curso 2021-2022, supera los 204 millones
Los C-101 de la Academia General del Aire de San Javier, que llevan casi cuarenta años sobrevolando el cielo de la Región, ya ... tienen sustituto. Este modelo de avión de instrucción, implicado en el accidente mortal que le costó la vida al comandante Francisco Marín Núñez frente a la La Manga del Mar Menor, será reemplazado progresivamente por un nuevo aparato de fabricación suiza. Así lo anunció ayer la Plataforma de Contratación del Sector Público, según publica el portal infodefensa.com.
La compañía adjudicataria de este encargo es la helvética Pilatus Aircraft LTD, que suministrará al Ministerio de Defensa 24 aviones de adiestramiento del modelo Pilatus PC-21. El importe total del contrato es de 204,75 millones de euros, con un coste por unidad de 8,5 millones. Esta adjudicación supone un ahorro de 20,25 millones -un 9%- respecto a la cantidad licitada inicialmente, a la que se dio luz verde el pasado mes de abril, antes del citado accidente aéreo.
El fabricante suizo se ha impuesto a la norteamericana Textron Aviation Defense al presentar «la mejor relación calidad-precio en la oferta», según señala el texto de la adjudicación. El trato incluye, además, otros sistemas para la formación en tierra firme: un entrenador de salida de emergencia, dos simuladores de cabina para adiestramiento en procedimientos y dos simuladores de vuelo conectados en la red, a lo que se suma un sistema asistido por ordenador y un paquete logístico inicial.
El nuevo avión dispone de un motor turbohélice y de aviónica similar a los aparatos de combate de quinta generación, lo que permitirá a los alumnos de la AGA una formación aeronáutica completa desde las primeras fases de vuelo hasta la transición a los aviones de combate.
Está previsto que la entrega de los seis primeros aparatos se lleve a cabo el próximo mes de marzo, mientras que los 18 restantes se irán recepcionando en los meses sucesivos. Se estima, no obstante, que los nuevos aviones turbohélice comenzarán a ser empleados dentro del programa de enseñanza básica (fase II) a partir del curso académico 2021-2022, en el que se llevará a cabo la retirada efectiva de los reactores C-101, que vienen prestando servicio desde 1980.
Para la sustitución de los 19 aviones F-5, empleados por la Academia del Aire, en la fase de formación de caza y ataque (fases III y IV), el Ministerio baraja diversas opciones, según indica infodefensa.com, aunque este proceso no se iniciará hasta 2025 y se verá culminado a partir de 2028.
Adiestramiento más fácil
Los Pilatus P-21 sustituirán a los reactores C-101 que quedan en la Academia General del Aire de Santiago de la Ribera del lote de más de 80 que el Estado compró en los años ochenta. El número que queda en la base de La Ribera, que Defensa elude concretar por razones de seguridad, sería el resultante de restar los que han ido quedando fuera de servicio por antigüedad o averías graves, más el lote que fue destinado a la unidad de enseñanza de vuelo ubicada en Salamanca.
La llegada de este entrenador de última generación con sello suizo supone una previsión de ahorro en tiempo y costes, ya que simplificará el proceso del adiestramiento a los nuevos pilotos. Ya no será necesario comenzar las clases de vuelo elemental con la Tamiz y pasar después a los mandos del C-101 en la fase básica. «Los alumnos pueden comenzar con el nuevo avión desde la primera clase hasta las misiones de combate», afirman fuentes del Estado Mayor de la Defensa.
Los PC-21 reemplazarán al modelo implicado en el accidente que costó la vida al comandante Marín Núñez en agosto
Con la tecnología aplicada a la defensa aérea a nivel internacional «no puedes formar a un piloto con instalaciones analógicas y que luego se tenga que incorporar a un F-18», explican las mismas fuentes.
En la AGA se abre a partir de ahora un proceso de cambio. Tras la ceremonia de acogida del nuevo avión, en una fecha aún por determinar, la base costera tiene dos años para implantar el nuevo sistema adaptado al Pilatus, cuya silueta -con una hélice de 5 palas en el morro- se convertirá en familiar sobre el Mar Menor en los próximos años.
Fecha límite
Septiembre de 2021 es la fecha límite para dar de baja a todos los C-101, de modo que la implantación será paulatina. El próximo curso serán los alumnos de cuarto curso los primeros en sentarse en la cabina del nuevo turbopropulsor, mucho más cómoda, con mayor visibilidad y funciones que el reactor español.
La llegada de esta máquina, diseñada específicamente para la enseñanza, abre una fase de formación para mecánicos, pilotos y profesores de la AGA, algunos de los cuales tendrán que viajar a Suiza para conocer la nueva tecnología del Pilatus. A la base de San Javier se incorporarán nuevos simuladores y los 'software' necesarios para el diseño de las clases y misiones de la unidad aérea.
Los pilotos elogian el Mirlo, pero reconocen que ya es obsoleto
A muchos les resultará difícil imaginar a la Patrulla Águila en formación con unos aviones que no sean los familiares C-101, pero así será a partir de septiembre de 2021, cuando oficialmente los Mirlo pasen a la historia de la Academia General del Aire (AGA), concretamente a la vitrina de las reliquias aéreas junto con la Bücker o la Mentor.
A nivel práctico, los pilotos agradecerán enfrentarse al manejo de un panel tecnológico similar al que emplean otras fuerzas armadas, como la francesa -que acaba de comprar también una remesa de Pilatus- o la saudita, en lugar de la estrecha cabina analógica del Mirlo. Por eso algunos pilotos elogian la fiabilidad y el fácil manejo del Aviojet, pero reconocen que se encuentran en desventaja con respecto a los potentes Aermacchi italianos o el Alpha Jet francés.
Los pilotos de la Academia General del Aire suelen destacar el elevado nivel de los equipos mecánicos, que han mantenido la calidad de los aviones con un riguroso mantenimiento que combatiera la erosión a la que están expuestos por las corrientes salinas de la base costera. La buena fama del Mirlo está comentada en cuatro décadas de servicio, tanto en las manos noveles de los alumnos como en las acrobacias al límite de la patrulla Águila, como una máquina versátil, segura y con óptimas características aeronáuticas.
La evolución tecnológica obligará a jubilar el que ha sido emblema de la AGA por un 'pájaro' más listo, con más capacidades, pero no más veloz, ya que desde Defensa aclaran que no se ha buscado velocidad sino una aviónica de última generación para facilitar las clases de vuelo.
Con la elección del Pilatus PC-21, el Ministerio de Defensa renuncia al orgullo nacional del C-101 por la fiabilidad de la bandera suiza. La absorción de la compañía aeronáutica española CASA, fabricante del Mirlo, por Airbus obliga a perder el distintivo patrio del avión con el rayo en la cola que servía de escaparate a la industria aeronáutica española.
Un proyecto de 1974
Los C-101 realizaron el primer vuelo en 1977, aunque el proyecto inicial se remonta al verano de 1974. «El objetivo -explica el Ministerio de Defensa- era lograr un reactor de entrenamiento básico y avanzado para los años ochenta y noventa que proporcionara a la aviación española la adecuada sustitución de los H.A-200 Saeta, T-33A y también de los viejos T-6 Texan». Los cuatro primeros aviones se incorporaron a San Javier el 17 de marzo de 1980.
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