Las restricciones se mantienen una semana más en la Región para «confirmar su efecto»
Caravaca de la Cruz y Puerto Lumbreras son los dos únicos municipios que continúan confinados, ya que en la última semana su tasa de contagios han aumentado un 76% y un 59%, respectivamente
El Comité de Seguimiento Covid de la Región de Murcia, reunido este lunes por la tarde, ha decidido mantener las medidas vigentes contra el coronavirus durante una semana más, con el objetivo de «poder confirmar su efecto», según apuntó el consejero de Salud, Juan José Pedreño. Así, el toque de queda se mantiene a las 22.00 horas, el aforo interior de los bares continúa al 30%, con un máximo de dos personas no convivientes por mesa, y las terrazas podrán ocuparse al cien por cien en grupos de hasta cuatro individuos no convivientes, el máximo permitido para este tipo de reuniones, o de más personas en caso de pertenecer al mismo núcleo familiar.
Solo dos de los ocho municipios que la semana pasada se situaban en riesgo extremo continúan con este nivel de alerta. Se trata de Caravaca de la Cruz y Puerto Lumbreras, dos municipios en los que la tasa de contagios de coronavirus ha aumentado un 76% y un 59%, respectivamente, en la última semana. Debido a estos incrementos, ambas localidades seguirán cerradas perimetralmente y no podrán abrir el interior de sus bares y restaurantes.
Respecto a la semana pasada, los contagios se han frenado en Abarán, Ceutí, Fuente Álamo, Torre Pacheco, Alhama de Murcia y Ulea, por lo que abandonan la situación de riesgo extremo y el confinamiento perimetral, además de poder abrir el interior de sus locales hosteleros.
Según los últimos datos de la Consejería de Salud, 27 municipios de la Región se encuentran en un nivel de alerta bajo: Aledo, Ulea, Albudeite, Campos del Río, Ojós, Moratalla, Alguazas, Lorquí, Fortuna, Las Torres de Cotillas, La Unión, Pliego, Bullas, Calasparra, Mazarrón, Abanilla, Villanueva del Río Segura, Molina de Segura, Águilas, Murcia, Los Alcázares, Alcantarilla, Cehegín, Jumilla, Cartagena, Santomera y Mula.
Otros doce se sitúan en un nivel de alerta medio-alto: Beniel, Lorca, Totana, Blanca, Yecla, Fuente Álamo, Archena, San Javier, Alhama de Murcia, Abarán, Torre Pacheco y Ceutí; cuatro en nivel muy alto: San Pedro del Pinatar, Librilla, Cieza y Ricote; y dos en riesgo extremo: Caravaca de la Cruz y Puerto Lumbreras.
En comparación con la situación epidemiológica de la Región hace una semana, cuando se celebró el anterior Comité de Seguimiento Covid, la tasa de incidencia de la Comunidad en los últimos 14 días ha bajado un 20%, hasta los 78 casos por cada 100.000 habitantes. En los hospitales de la Región, la cifra de ingresados ha caído un 33%, hasta los 153 internos, y las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) atienden a 63 enfermos, un 21% menos que hace siete días.
«Una cuarta ola está llamando a la puerta»
A pesar de que la incidencia se ha reducido por octava semana consecutiva, el consejero Pedreño inició su comparecencia asegurando que «una cuarta ola está llamando a la puerta». El titular de Salud mostró su temor a que la variante británica del virus, de la que ya se han detectado 168 casos en la Región, pueda provocar un crecimiento exponencial del número de contagios.
Antes este riesgo, Pedreño volvió a incidir en que las comunidades necesitan un «plan de consenso de cara a la Semana Santa y que no suceda como en las pasadas navidades». Así, las autoridades sanitarias de la Región propondrán en el Consejo Interterritorial de este miércoles que, además del confinamiento perimetral, durante este periodo continúe el toque de queda y las restricciones al sector hostelero, aunque no especificó si se mantendrán la hora y los límites de aforo actuales.
