El Ministerio amplía las ratios hasta las previas a la pandemia

El próximo curso escolar será casi normal. El Ministerio de Educación y las comunidades pactaron ayer, sin apenas discrepancias, fomentar la presencialidad, aumentar la ratio de alumnos por aula y reducir la distancia entre los estudiantes, aunque se mantendrán los 'grupos burbuja' entre los niños de menor edad y las mascarillas. Aunque el Ministerio habla de mantener grupos estancos hasta cuarto de Primaria, la realidad es que en la Región solo se han formado en Infantil, y Educación no aclaró ayer si los impondrá también hasta cuarto de Primaria, como dicta Madrid.

En concreto, las aulas de Infantil y Primaria acogerán a un máximo de 25 estudiantes, en lugar de los 20 propuestos la semana pasada; las de la ESO, hasta 30; y las de Bachillerato, hasta 35. Así, las clases del próximo curso escolar podrán albergar más alumnos, tal y como demandaba el Gobierno regional, que se opuso la pasada semana a las cifras planteadas por el Ministerio, ahora incrementadas.

Con esta medida, las comunidades podrían reducir el número de profesores extra que han tenido que contratar para cumplir con las medidas de distancia y seguridad impuestas antes del inicio del curso pasado, marcado por la pandemia, lo que lamentaron los sindicatos, que temen el despido de los 1.500 docentes contratados en la Región. En cualquier caso, Celaá pidió a las comunidades «mantener los refuerzos de profesorado el próximo curso».

La Consejería de Educación demandó durante el encuentro financiación adicional «para llevar a cabo las medidas necesarias para garantizar la seguridad y la salud de la comunidad educativa durante el próximo curso». En cuanto a las medidas propuestas por el Ministerio, fuentes de la Administración regional remarcaron que «las relativas a la distancia de seguridad interpersonal, así como de los servicios complementarios de comedor y transporte, serán analizadas a la vista de la situación epidemiológica existente, del progreso de la vacunación y de las últimas aportaciones de la evidencia científica».

La guía para la vuelta al colegio, que pretende ser también un retorno a cierta normalidad tras un año muy complicado en las escuelas, fue estudiada ayer por las comunidades.

El texto, detallado por las ministras de Educación, Isabel Celaá; y Sanidad, Carolina Darias, con los consejeros autonómicos en una conferencia sectorial e interterritorial conjunta entre los dos departamentos, establece que los alumnos de Infantil y Primaria deberán seguir en 'grupos burbuja', sin distancia de seguridad entre ellos, pero no podrán juntarse con los de otras clases en el recreo o en los pasillos, salvo en el caso de que la incidencia acumulada descendiera por debajo de 25 casos (ahora está en 147). Actualmente, los alumnos de Primaria de la Región no mantienen esos grupos estancos, ya que sí asisten a clases con otros maestros además de su tutor.

Sobre las distancias entre alumnos, el documento plantea que se pueda reducir la separación entre escolares a 1,2 metros en la ESO, FP Básica y Bachillerato, aunque en un nivel de alerta 3 y 4 (España se encuentra entre el 2 y el 3), en 3º y 4º de la ESO la distancia se mantendría en 1,5 metros.

La consejera de Educación, Mabel Campuzano, se opuso la semana pasada a mantener esa distancia de seguridad mínima, ya que defendió que «la evidencia científica disponible habla en todo momento de un metro». La Región no se comprometió ayer a ajustarse a esa distancia, y se limitó a decir que «analizará las medidas incluidas en el protocolo con el fin de garantizar un inicio de curso basado en la presencialidad total».