El medicamento celular del murciano García Olmo, una nueva esperanza frente a la Covid-19
Un estudio preliminar apunta a los buenos resultados en pacientes críticos de coronavirus de un fármaco basado en células madre mesenquimales que se utiliza para tratar la enfermedad de Crohn
A partir de la segunda semana de marzo, el Hospital Fundación Jiménez Díaz empezó a recibir, como el resto de centros sanitarios de la ... Comunidad de Madrid, una auténtica avalancha de pacientes de Covid-19 en estado crítico. El murciano Damián García Olmo, jefe del departamento de Cirugía en la Jiménez Díaz, asistía «horrorizado» al estallido de la pandemia.
«Estábamos aterrados ante lo que estábamos viendo. El primer fin de semana del estado de alarma hicimos una videoconferencia con varios grupos de investigación. Había que hacer algo», recuerda García Olmo. Así, de la «desesperación por lo que estaba ocurriendo», nació el proyecto Balmys-19.
El científico murciano es el padre del primer medicamento basado en células madre mesenquimales, procedentes de la grasa, que ha demostrado la suficiente eficacia como para ser financiado por el sistema público de salud. Se trata del Darvadsrocel, que desde el año pasado se utiliza para el tratamiento de las fístulas perianales que sufren algunos pacientes con enfermedad de Crohn. García Olmo y otros investigadores plantearon la hipótesis de que esta terapia pudiese ser útil frente a la Covid-19, debido a su efecto antiinflamatorio. La infección por SARS-Cov-2 genera en los pacientes más graves un «tormenta de citoquinas», una respuesta hiperinflamatoria generalizada «tan bárbara» que obliga al ingreso en UCI y que puede llevar a un desenlace fatal. El objetivo, por tanto, era frenar ese proceso.
García Olmo se puso manos a la obra junto con el exministro Bernat Soria, profesor de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche e investigador del Instituto de Investigación Sanitaria de Alicante (ISABIAL). En el proyecto participa también José María Moraleda, coordinador de la Red Española de Terapia Celular y jefe del servicio de Hematología de La Arrixaca.
La ciencia tiene sus procedimientos, y lo habitual hubiera sido la puesta en marcha de un ensayo clínico reglado, con sus sucesivas fases. Pero en las UCI, los pacientes estaban muriendo, así que los investigadores solicitaron a la Agencia Española del Medicamento (Aemps) el uso compasivo de esta terapia celular, lo que suponía una vía extraordinaria. En total, se trató a 13 pacientes que se encontraban en estado crítico, intubados y con ventilación mecánica. Los resultados han sido esperanzadores: la mortalidad esperable en este grupo de enfermos era del 85%, pero se redujo al 15%, según informó ayer la Universidad Miguel Hernández (UMH) en un comunicado.
Disminución de inflamación
El número tan reducido de pacientes obliga sin embargo a analizar estos datos con mucha prudencia. Lo más importante es que el medicamento celular de García Olmo permitiría frenar la respuesta inflamatoria, de acuerdo con estos primeros resultados. En concreto, los investigadores observaron que, en estos pacientes, «disminuyeron sus marcadores de inflamación (proteína C reactiva y ferritina), coagulación (dímero D) y daño tisular (deshidrogenasa láctica), y se constató que el medicamento no disminuye el recuento de linfocitos. De hecho, los resultados apuntan a que el nuevo tratamiento aumenta la presencia de linfocitos T (que atacan directamente al virus) y de linfocitos B (que sintetizan los anticuerpos)», explica la UMH en su comunicado.
El tratamiento se ha probado en 13 pacientes, por lo que se necesita de un ensayo clínico para obtener datosmás concluyentes
Estos resultados han sido publicados en 'The Lancet EClinicalMedicine'. Que una de las principales revistas científicas del mundo se haga eco con tanta rapidez de este estudio preliminar obedece también a lo inusual de la situación. Las publicaciones se suceden en un intento por encontrar terapias eficaces que puedan ser probadas por grupos de investigación de todo el mundo.
Ahora, y tras los buenos resultados de estos primeros 13 casos, ya está todo preparado para un ensayo clínico en fase 2 que desarrollarán cinco equipos investigadores en toda España, incluida la Región de Murcia. Más de veinte hospitales se han implicado en el proyecto.
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