El hombre que paseaba cabizbajo

Adoraba el arroz con caracoles y las playas de Mazarrón. Y prueba de ello es que Bolnuevo fue su escondite favorito para descansar y olvidarse del estrés de su trabajo. El periodista Jesús Hermida, que falleció la semana pasada de forma repentina, disfrutó durante muchos años de las playas del municipio. Sin duda, un lugar por el que sintió verdadera empatía.

Hermida compró una vivienda cerca del hotel La Cumbre, pero posteriormente la vendió para irse a un chalé en la cuesta del faro, en Puerto de Mazarrón. «Recuerdo que la casa que tenía era impresionante, porque estaba decorada con mucho gusto», recalca Pedro Chico, de Radio Costa Cálida, quien tuvo el placer de conocer al afamado periodista y mantener una buena relación con él. «Jesús era un amante de los bares pequeños, de esos en los que se come de tapeo y en los que todo el mundo pasa desapercibido. Los caracoles le volvían loco».

Otros vecinos de Mazarrón recuerdan al periodista como «un tipo pensativo, que paseaba por la playa cabizbajo para que nadie le reconociera. No se mostraba muy cercano». Muchos, como es normal, osaron pedir fotografiarse con este maestro del periodismo, pero ese era un hecho que a Hermida no le hacía gracia. «Claro que sí. No se preocupe, nos hacemos una foto, pero quiero que sepa que no es lo que más me apetece en estos momentos. No le entiendo», recalcaba amable el comunicador.

Hace 15 años, el Ayuntamiento y Radio Costa Cálida le rindieron un sentido homenaje en la discoteca Zaira. Chico cuenta que Hermida no quería asistir a un tributo en el que solo estuviera presente la corporación municipal. Finalmente, pensó que era una buena idea que, «desde la radio de Mazarrón, se reconociera el esfuerzo que Hermida había hecho siempre por mantener informada a toda España».

José Ruiz, vecino de Bahía, fue otra de las personas que se cruzó en repetidas ocasiones con Hermida. «Le gustaba pasear por Bahía. Era un tipo muy simpático, pero no podía pararse con todo el mundo. Se dedicaba a pasear para relajarse. Y nadie le decía ni media, porque todos sabíamos que estaba disfrutando de sus merecidas vacaciones», afirma.

Hermida acabó finalmente veraneando cerca de Zaira, en Bolnuevo. Según cuentan las malas lenguas, el periodista se marchó de Mazarrón porque no quería cruzarse con su primera mujer. Una de las personas que lo recuerdan, también, es el alcalde, Francisco García. «Recuerdo que era un crío y que él se bajaba por las mañanas para pasear, pero nunca hablé con él», recalca el primer regidor.

La actriz Belinda Washington, que también se escapa a Mazarrón cuando su trabajo lo permite, aseguró a este diario que «Jesús Hermida era una persona muy exigente con todo el mundo. Nos enseñó a hacer televisión de una forma muy rigurosa. Nunca estaré lo suficientemente agradecida a él, porque me dio la oportunidad de dedicarme a una profesión que me apasiona y me enseñó el oficio», remarcó.